[resumen.cl] Como poeta, narrador y periodista, Alfonso Alcalde fue un autor prolífico. Algunas de sus obras han sido representadas en teatro y crece el interés por aproximarse a su obra, aun dispersa. Una expresión de ello es El absurdo tesoro de la miseria, documental del realizador tomecino Rodrigo Cisterna, quien estrenó el 2012 esta obra que Resumen transmitirá a través de su cuenta de Facebook este sábado a las 20:00 horas.
Para conocer mayores antecedentes de este trabajo y sus procesos creativos, exponemos las contestaciones de Rodrigo Cisterna a las consultas de Resumen.
-El visionado de la obra deja conocer aspectos de la vida de Alfonso Alcalde a través de figuras cercanas a él que entregan testimonios acerca de su devenir. Háblanos de cómo te vinculaste con la vida del escritor y su entorno.
Allá por el año 2003 en un libro de Alejandro Sanhueza Galloso, leí una mini biografía de Alcalde. Ahí me di cuenta de lo prolífico del artista y me llamó la atención. Pasaron unos 7 años y cuando estaba terminando la carrera de comunicación audiovisual, aproveché de contactarme con Hilario Alcalde, uno de sus hijos, y le pedí ayuda y autorización para hacer un "intento" de documental. Cada vez que buscaba información sobre Alfonso me sorprendía más debido a sus múltiples trabajos: libros de cuentos, poemarios, reportajes, biografías, fotolibros, collages, incluso una novela. Después supe que había escrito libretos para radio, teatro y televisión. Si uno escarba, aparecen más y más sorpresas y nunca termina de saber todo lo que el artista hizo en su vida. Eso me impresionó y a la vez me di cuenta que hacer un documental sobre él, era muy complicado por todo el nivel investigativo. De todos modos considero que me quedó grande el personaje, y por eso para mí este documental es un "intento" biográfico.
-El documental incorpora actuaciones, ¿cuál fue la evaluación que hiciste al momento de decidirlo?
Tuve varias ideas de cómo se iba a narrar la historia. Pensé en conseguir copias digitales de algunos collages de él para que se fueran armando por trozos a medida que avanzaba la narración: no tuve suerte. Luego quise hacer fundidos con diversos recortes para que se vieran como fragmentos similares a los collages del artista: tampoco resultó. Y lo más arriesgado fue mezclar fotos de Alfonso Alcalde en 2d en un programa de diseño 3d. Esto me encantó al principio y dediqué decenas de horas en el proceso, sin embargo lo mostré y me comentaron que no se entendía, que era muy rara esa mezcla y lo descarté. El apoyo gráfico del video, en su mayoría, lo tomé prestado de fotos e ilustraciones de los mismos libros del artista.
Y como los documentales de literatos generalmente son lentos y aburridos para la mayoría de la gente, se me ocurrió que si era contado en primera persona con las mismas vivencias que Alcalde contaba en las entrevistas, sería más entretenido y no tan aburridor.
– Compártenos a qué discusiones o reflexiones te condujo el desafío de hacer un documental biográfico de Alfonso Alcalde.
También lo vi como un desafío por la desmesura del artista. Mi primera idea fue hacer un documental que contara la vida y obra de 3 personajes. Y como ya tenía bastante material del susodicho, preferí enfocarme solamente en este para contar más cosas sobre él. Pasé muchas horas leyendo todo lo que encontré, incluso un arsenal de reseñas y reportajes periodísticos y me di cuenta de inmediato que se podía tratar un hilo argumental original.
Tuve la suerte de contactarme con Jorge Ramírez Palomino, una persona que escribió una de las primeras mini biografías de Alfonso. Me resolvió muchas lagunas en la historia. A la vez me contacté con Cristián Geisse, el cual había analizado parte de la literatura del personaje y esto me ayudó mucho. Y como recibí apoyo de Darwin Rodríguez, Egor Mardones, Hugo Flores y Omar Lara, las cosas se me facilitaron bastante.
-En los entrevistados hay muestras de una relación afectiva con el escritor y de vivencias en común. ¿Qué crees que representa ese hecho?
No tuve la suerte de conocer a Alfonso, solo tengo algunas ideas de su personalidad. Antes de las entrevistas finales, hice otras que no aparecen en el documental y todos coinciden en que Alfonso fue cercano, afable, de conversaciones interesantísimas, y con un talento desbordante. Todos los entrevistados lo conocieron y lo respetaron a nivel personal y a nivel artístico. Compartieron algunos círculos y Darwin Rodríguez fue un amigo muy cercano.
-¿Cómo ha sido recibida esta obra por la comunidad tomecina?
Personalmente siempre quedé muy satisfecho con la gran obra de Alfonso, pero nunca quedé conforme con mi versión a nivel documental. Desde que comencé a trabajarlo lo visualicé como una maqueta que después iba a pasar a una fase profesional: mejor cámara, mejor sonido, mejor interpretación del actor, más entrevistados, más arte gŕafico, más duración, mayor difusión… Pasaron los años y nunca retomé el proyecto por estar en otros.
Pero lo que me dejó contento fueron las críticas. Mucha gente se me acercó a felicitarme y me comentaron que les había encantado conocer un poco sobre Alfonso Alcalde. Un abogado me dijo que después de haber visto el documental, le daban ganas de tomar cualquier libro de Alfonso y leerlo. Para otros fue la primera vez que tenían un acercamiento con el artista.
De todas maneras, también hubo opiniones contrarias. Un caballero me dijo: "Quedé bastante desconforme con el video". Me explicó que quería ver un documental desde la perspectiva de pescadores, artesanos, obreros... muchos de los cuales fueron cercanos a la vida de Alfonso. Es válido.
Dos personas me comentaron en una exhibición que el final que propongo en el video no corresponde con la realidad. También respeto las opiniones. Un documental, entre otras cosas, tiene que ver con la visión del director. Yo quise contar esta versión sobre la vida y la muerte de Alfonso Alcalde, otros directores contarán otra versión y así...
Sumando y restando, la balanza se inclinó a favor.