Arauco, ciudad y comuna de la provincia del mismo nombre, su nombre tiene origen en el mapudungún, en esa lengua quiere decir «agua gredosa». La población del municipio según el censo de 2002 ascendía a 34.873 personas, de las cuales 24.269 son urbanas y 10.604, rurales. La superficie comunal es de 897.50 km2.
Pedro de Valdivia mandó a construir en los márgenes del riachuelo de Albarrada (sur oeste del actual Arauco), un fuerte para la defensa de la plaza. Posteriormente se fundó en la orilla sur del río Carampangue (1552) en su confluencia con el río Conumo, la fortaleza de San Felipe de Rauco o Arauco Viejo, a 12 ó 15 kilómetros al este de la actual ciudad, que tuvo su origen en el mencionado fuerte de Albarrada, que fue destruido en 1554. García Hurtado de Mendoza lo restituyó después de la Batalla de Quiapo (1558), donde se enfrentó a Caupolicán, luego de ser abandonado y destruido fue reedificado por Rodrigo de Quiroga (1586) y subsistió hasta su traslado a la ciudad de Arauco. Este fuerte constituyó una avanzada hacia el sur por el único camino existente.
Alonso de Sotomayor reubicó el fuerte entre la playa y el Cerro Colo-Colo en 1650, con el título de ciudad, pero su vida no estuvo exenta de complicaciones. Oñez de Loyola fue el primero que situó a San Felipe de Arauco en las faldas del Cerro Colo-Colo, luego de ser destruido, fue nuevamente restaurado por Alonso de Ribera en 1603 y abandonado en 1655.
El emplazamiento fue repoblado por Ángel de Peredo en 1662 y transformado en fortaleza por Juan de Henríquez en 1673, finalmente fue destruida totalmente por el terremoto del 20 de febrero de 1835. Esta plaza servía de auxilio al correo, pasajeros y transportes de abastecimiento en la ruta que unía Concepción con Valdivia y Chiloé y fue punto de control de naves enemigas e importante centro de evangelización; por todo ello los españoles insistieron en su reconstrucción pese a las continuas destrucciones que sufrió.
Arauco fue acosado por los mapuches desde sus orígenes, pero tras los levantamientos de 1723 y 1766 la situación se hizo insostenible. Al mando de una partida realista y en el contexto de la guerra de independencia y posterior Guerra a Muerte, se produjo un nuevo asalto a la plaza por parte de los indígenas, el 4 de junio de 1817.
Vicente Benavides, el famoso montonero realista, estableció su cuartel general en Arauco en 1818, al que se unieron realistas del lugar, atacando una amplia comarca durante la Guerra a Muerte.
Arauco logró obtener el título de ciudad por decreto el 7 de diciembre de 1852.
Una vez llegada la revolución de 1859, que enfrentó a las provincias de Concepción y las del norte contra Santiago y su gobierno conservador, el general antigobiernista Nicolás Tirapegui reunió y organizó cerca de mil hombres en los alrededores de Arauco, en Santa Juana se le unió Benjamín Videla y ocuparon Los Ángeles, dejando como Intendente a Pedro Ruiz Aldea.
A fines del siglo XIX Arauco vio aparecer diferentes instituciones sociales y culturales, tales como la Sociedad de Instrucción Primaria de Arauco, el Club Social de Arauco y el semanario El Arauco, que salió a la luz en 1878, todo ello denotaba el impulso que sus habitantes le dieron al territorio.
Ya iniciado el siglo XX, hacia 1930 la comuna contaba con una estación de ferrocarril, un hospital atendido por la Beneficencia con un cupo de ciento veintitrés camas, nueve escuelas públicas fiscales, cuatro para mujeres y cuatro para hombres, además de una mixta.
El terremoto de 1939 no perjudicó mayormente a la comuna, pero las graves inundaciones y temporales de 1941 cortaron el puente sobre el río Carampangue, dejando incomunicada la zona con la provincia de Concepción.
En el terreno productivo, la empresa más relevante es Celulosa Arauco, creada por la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO). Su construcción comenzó en 1968 y entró en producción en 1972, fue una de las últimas grandes obras de la era de sustitución de importaciones que apostó por el desarrollo industrial de la región y el país.
Como pasó con gran parte de las empresas nacionales durante la dictadura, las acciones fueron licitadas y adjudicadas, en este caso por COPEC en 1976; posteriormente se produjo la fusión de Celulosa Constitución e Industrias de Celulosa Arauco en 1979, la producción se incrementó gracias a la modernización de 1989 y fue inaugurada una nueva línea de producción en 1992. La Planta Arauco es hoy una de las mayores productoras de pulpa de América. La empresa ha intentado mitigar los daños ecológicos de la comuna incentivando la residencia de sus trabajadores en la ciudad, colaborando con programas educacionales municipales y particulares, además de participar en el Consejo Económico y Social de Arauco.
Arauco ha visto crecer el desierto verde, como gran parte de la región, lo que ha desatado la precarización laboral, tal vez el punto más relevante de ese proceso fue el asesinato del obrero forestal Rodrigo Cisternas en el sector de Horcones en 2007. Si bien fue claramente baleado por fuerzas especiales de carabineros, aun no se ha hecho justicia en el caso.
El terremoto de 2010 afectó a las zonas costeras de manera importante, dejando arrasadas las caletas del borde costero y sin comunicación por la pérdida de puentes, luego de dos años, todavía hay problemas de vivienda y reconstrucción. En la capital comunal cayó el histórico campanario de Arauco, construido en 1912 y que había resistido los terremotos de 1939 y 1960 y que fue postal de la ciudad.
La comuna posee importantes sitios históricos para el turismo, Carampangue, lugar donde Caupolicán fue elegido Toqui se conmemora como un hito. En el patrimonio natural cuenta con Llico, Tubul y Punta Lavapié, caletas aptas para deportes náuticos y con excelentes productos del mar. Laraquete cuenta con playa, gastronomía y piedras cruces, fenómeno natural único, que se encuentran en el río. El cerro Colo-Colo es un mirador natural de la ciudad y el golfo. Entre las festividades, la Semana Araucana contempla ferias artesanales, bailes y torneos deportivos.
El patrimonio natural de esta comuna se está viendo afectado en el último tiempo por el proyecto termoeléctrico Pirquenes, al sur de Laraquete y próximo a la celulosa en un sector de frágiles equilibrios ecológicos de humedales. Este proyecto ha generado una fuerte oposición de la comunidad, quienes han realizado marchas y protestas en sucesivas ocasiones.