Una gravísima situación de una red de prostitución está investigando la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) de Argentina y los dardos apuntan a Chile. En concreto, se trataría de un entramado para explotar a estudiantes argentinas, a través de supuestos militante de Grupos de Acción Popular (GAP), uno de ellos ya está denunciado en nuestro país.
Por Juan Contreras Jara
La Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) de Argentina investiga una posible red de prostitución de estudiantes de universidades públicas del vecino país, vinculada a supuestos militantes del GAP.
Según informó el medio argentino Página/12, el fiscal Marcelo Colombo de la PROTEX citó a declarar a Javiera Sarraz, que el 26 de agosto pasado hizo pública una denuncia contra militantes del GAP, quienes según sus declaraciones la habrían prostituido con el fin de financiar dicha organización política de izquierda.
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El modus operandi del denunciado y sus cómplices consistía, según pudo constatar la PROTEX, en inscribirse en distintas universidades públicas argentinas y desde ahí persuadir a las estudiantes y retornar con ellas a Chile con el fin de prostituirlas.
Estas maniobras se habrían producido, según constataron en Argentina, en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional del Sur, sede en Bahía Blanca, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Nacional Tecnológica en Haedo, de Florencio Varela.
El mecanismo en Chile
El 26 de agosto, a través de su cuenta de Instagram, Javiera Sarraz denunció los delitos sexuales cometidos en su contra, acusando a militantes del GAP, organización política en la que militó desde los 15 años de edad.
Los supuestos integrantes de dicha organización la habrían prostituido por diferentes ciudades del país, bajo amenaza contra ella y sus seres queridos. Comenzó a ser explotada sexualmente en medio de un contexto de profunda vulnerabilidad (económica, laboral, entre otros), mientras era estudiante universitaria
En parte de sus relatos afirma que, «¿se acuerdan cuando los dueños de las salitreras les pagaban a los mineros con fichas en lugar de dinero? estos prostíbulos me pagaban con pulseras», refiriéndose a los lugares donde fue obligada a ir mientras era explotada sexualmente.
«Cada pulsera que conseguía representaba en 2014, 5 mil pesos chilenos. Las pulseras debía guardarlas durante toda la semana, para cambiarlas por plata el domingo con la cajera del prostíbulo. Más de una vez me robaron las pulseras de mi mochila y me quede sin cobrar un solo peso», continúa en su relato.
Durante su relato, Sarraz relata distintos hechos de violencia sexual vividas durante el periodo en el que los supuestos militantes del GAP la explotaron sexualmente. Lo que persigue la justicia argentina con la toma de su declaración, es si las mismas personas, en particular un sujeto de iniciales M.P.H, habrían cometido los mismos delitos con las estudiantes trasandinas.
En Chile, los antecedentes ya se encuentran en la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI y en su publicación, la afectada emplazó directamente al Fiscal Nacional, Jorge Abbott, a dar inmediata designación de rol único de causa a su denuncia y se pueda asignar a sí un fiscal a cargo.
Cabe destacar que la denunciante en Chile, residente en Argentina, Javiera Sarraz, no es la única fuente que está manejando la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, sino que ya habría otra denunciante, una estudiante de licenciatura en Ciencias Económicas en la UBA.
Desde Argentina ya trabajan en un grupo de investigación coordenado con la PDI en Chile, enfatizando en la posibilidad de encontrarse con una red de prostitución entre los dos países.
Foto principal: Página/12