Solo seis meses después de haber dejado el poder, el expresidente de Brasil y aliado de figuras de ultraderecha en la región como José Antonio Kast o Javier Miliei, se vio sometido este jueves a su primera audiencia en un juicio en que se encuentra acusado de haber atacado el sistema de votación electrónica en Brasil durante una reunión con embajadores extranjeros. La Fiscalía pide una inhabilitación de ocho años para ocupar cargos públicos y todo hace indicar que este escenario podría darse.
Por Alejandro Baeza
El Tribunal Superior Electoral de Brasil (STE) comenzó este jueves el juicio de Jair Bolsonaro será inelegible para elecciones durante los próximos 8 años. El Partido Democrático Laborista presentó la demanda sosteniendo que el expresidente de Brasil cometió abuso de poder el 18 de julio de 2022 cuando reunió a embajadores de diversos países para afirmar que las urnas electrónicas podrían ser objeto de fraude en las elecciones en las que finalmente fue derrotado.
Durante su intervención, el representante del Ministerio Público, Paulo Gonet Branco, pidió despojar al acusado de sus derechos políticos por un plazo de ocho años.
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Gonet Branco indicó que no caben dudas de que la reunión con embajadores «fue convocada para que la comunidad internacional» y «toda la sociedad brasileña» fuesen «expuestos a alegaciones falsas» y a una «manipulación que podría corroer el pleito electoral» y que tuvo como objetivo principal el «perturbar la normalidad institucional del sistema democrático».
Asimismo, agregó que la «gravedad» de esos hechos «se puso en evidencia» cuando, tras la victoria electoral de Lula, se lanzó a las calles para desconocer los resultados y exigir a las Fuerzas Armadas un golpe de Estado, acampando en plaza y afuera de los regimientos y que concluyó con un asalto al congreso en Brasilia.
En tanto, el abogado querellante, Walber Agra, afirmó que Bolsonaro debía ser condenado por sus «abusos de poder», pero también por «prácticas golpistas», lo que se confirmaría con el hallazgo por parte de la policía de borradores de decretos en manos de cercanos asesores del exmandatario que proponían anular el resultado de las urnas tras la victoria de Lula e incluso planteaban hasta una «intervención militar».
Esta constituye la primera de las tres audiencias del juicio al exmandatario que será retomado el próximo martes.
Según diversos especialistas brasileños, aseguran que las pruebas son muy contundentes y es casi un hecho que sea condenado e inhabilitado políticamente.