[resumen.cl] Un grupo de personas armadas entró al domicilio de Jovenel Moise, presidente de Haití, para darle muerte. El país vive una grave crisis política desde el golpe de Estado de 2004 propiciado por Estados Unidos y del que el gobierno de Ricardo Lagos participó enviando soldados.
Individuos no identificados fuertemente armados, algunos de los cuales aparentemente hablaban en español, habrían irrumpido en la residencia privada de Moise para herirlo mortalmente, según fue comunicado del primer ministro del país, Claude Joseph.
En tanto su esposa, Martine Moise, recibió un disparo y fue hospitalizada en estado grave, muriendo minutos más tarde en el hospital.
Tras el asesinato del mandatario, el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe se encuentra cerrado.
Crisis política de Haití
Haití es el país más pobre de América Latina y del hemisferio occidental en general. A esta crisis social que se arrastra durante décadas, se suma una grave crisis política desde que fuera depuesto mediante un golpe de Estado propiciado por Estados Unidos y Francia en 2004, el presidente Jean-Bertrand Aristide, derrocamiento del que Chile fue parte mediante el envío de «tropas de paz» por el expresidente Lagos, pues George Bush estaba concentrado en sus guerras de Irak y Afganistán, por lo que necesitó ayuda de países subordinados.
Aristide fue secuestrado por soldados estadounidenses y llevado a Sudáfrica, donde fue reconocido como presidente legítimo. El presidente era un exsacerdote parte de la teología de la liberación, que pretendía acercar a su país al eje latinoamericano liderado por Cuba y la Venezuela de Chávez, además de exigir a Francia la devolución de 90 millones de francos-oro (franco: moneda francesa utilizada en aquella época) que fueron apropiados por el gobierno francés a Haití entre 1825 y 1885.
La oposición interna y la desestabilicación desde el exterior provocaron serias revueltas, y luego un alzamiento de grupos rebeldes que el 29 de febrero de 2004 derrocaron al presidente Aristide. Asume Boniface Alexandre, un aliado de Estados Unidos que solicita a Naciones Unidas su intervención con el envío de una FMP (Fuerza Multinacional Provisional) integrada principalmente por efectivos de Estados Unidos, Francia, Canadá y Chile. Posteriormente, a partir de junio de ese año fue establecida la MINUSTAH (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití) compuesta por más naciones y con una importante participación de países latinoamericanos como la Argentina y el Brasil.
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Desde su derrocamiento y la ocupación militar del país «tropas de paz» de la ONU, Haití vive una grave crisis política que ha agravado la ya difícil crisis social y humanitaria que tiene al país en condiciones de pobreza que ha hecho emigrar a un número importante de sus ciudadanos.
Una sucesión de mandatarios no han logrado la estabilidad política ni controlar la crisis social. El último de ellos, Jovenel Moise asesinado esta noche, era duramente cuestionado por episodios de corrupción y de represión hacia su población tras una fuerte ola de protestas en 2019 -desatadas por la falta de combustible- que exigía su renuncia.