El comité habitacional Villa del Sol, antes conocido como toma Nueva Esperanza, comenzó la construcción de improvisadas viviendas en el sector Las Salinas de Talcahuano, amenazados constantemente por el inminente desalojo de la municipalidad porteña en favor de la construcción de una plaza cívica.
Por Leonardo Carrera Zambrano
Atravesando el frío del invierno y la numerosas jornadas de lluvias que ha enfrentado la comuna de Talcahuano, el sector Las Salinas es ahora escenario de una lucha social llevada a cabo por 30 familias del comité habitacional Villa del Sol, antes conocida como la toma Nueva Esperanza, instalada desde enero de este año en un terreno abandonado que, justo ahora, la municipalidad pretende intervenir.
A pesar de esto, la presidenta del comité, Yoya García, dejó en claro en conversación con RESUMEN que la toma continuaría adyacente a las canchas de Las Salinas hasta que todas y cada una de las familias tuviesen un subsidio y una casa en donde vivir. Incluso manifestó haber rechazado 11 subsidios con tal que se le diera a cada una de las familias, solución habitacional concreta.
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La toma se encuentra ahora en un terreno abandonado desde hace más de siete años, donde antes se instalaron durante cuatro años las viviendas de emergencia para las familias damnificadas por el terremoto del 27F. El estado de abandono del lugar es notorio, con vertederos clandestinos, malezas, todo tipo de basura doméstica, y un puente peatonal corroído por el óxido, que por lo pronto se sostiene con las planchas de madera colocadas por los propios residentes de la toma.
Si bien las canchas de fútbol colindantes al recinto son de propiedad privada, la toma se instaló en el solar de propiedad municipal, dificultando así cualquier labor de desalojo, aunque no impidiendo su realización y manteniendo una constante amenaza en los y las residentes de la toma.
Según García, lo anterior les fue explicado por miembros del Consejo Regional, quienes comprometieron su ayuda agilizando los trámites con el Serviu para que las familias puedan optar a un subsidio habitacional, además de brindar asesoría legal. Declararon además que el actual gobernador, Rodrigo Díaz, se haría comprometido con el comité Villa del Sol en entregar solución concreta a las 30 familias que actualmente viven en la toma.
La municipalidad, por su parte, declaró que ya habían planes para utilizar el terreno para la construcción de una plaza cívica que incluye áreas verdes, juegos infantiles, un anfiteatro, y una cancha de tejo. Confirmaron que hay una orden de desalojo inminente aunque no especificaron la fecha.
Por lo pronto, desde la toma se han dedicado a desarmar las carpas y a empezar a armar viviendas improvisadas con tablas y planchas de zinc. Las amenazas de desalojo son constantes, y Seguridad Ciudadana y Carabineros se han apersonado en el lugar en reiteradas ocasiones, recibiendo llamados de los residentes al otro lado del canal.
Producto de lo anterior, la toma considera ser discriminada por los vecinos/as de Las Salinas, quienes los acusan de ser delincuentes. Lejos de ello, la presidenta declaró que se han preocupado de tener un estricto reglamento, desde lo más básico como no hacer ruido durante las noches, hasta la vigilancia nocturna. Declararon ser ellos mismos quienes llaman a Carabineros cuando se presentan grupos para el consumo de alcohol y drogas, declaró la dirigenta vecinal.