Sr. Director
Cómo olvidar cuando en noviembre de 2022, el presidente Gabriel Boric participó en la inauguración del monumento al ex presidente Patricio Aylwin en las afueras de La Moneda. Acompañado de otros ex presidentes y diversas autoridades, Boric señaló su administración Aylwin, quien, en sus palabras, «abogó por un Chile de todos los chilenos y chilenas».
Una limpieza de imagen histórica a más no poder -como la clásica que ha tenido el ex presidente- omitiendo el rol que cumplió en la impunidad de civiles y militares partícipes de la dictadura, la limpieza de camino para la profundización del modelo neoliberal y el respaldo a cuestionados mecanismos de inteligencia compuestos por agentes del régimen de Pinochet.
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Sin embargo, Boric optó por la «sobriedad y dignidad republicana» de Aylwin, rindiendo homenaje a su persona. Ante esto, nace la duda ¿El presidente Boric seguirá admirando la gestión de Aylwin?. Pregunto a partir de la reciente sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que declaró al Estado de Chile como responsable de violaciones a los derechos humanos contra 135 mapuche que fueron criminalizados por protestas realizadas en 1992 durante la gestión del ex mandatario.
En efecto, las 135 personas fueron acusadas de asociación ilícita y usurpación de tierras por parte de la administración de Aylwin mediante una sentencia dictaminada en marzo de 1993 contra el Consejo de Todas las Tierras.
Pues bien, si los antecedentes que ya se conocían al momento de instalar el monumento en La Moneda no fueron suficientes para que el presidente Boric le diera siquiera una vuelta a su admiración, supongo que con este fallo internacional lo pensará de mejor forma ¿O no?.
Por Marcos Silva Mardones