[resumen.cl] La CELAC es la única instancia que agrupa a todos los países latinoamericanos y caribeños sin la presencia hegemónica de EEUU (ni Canadá). La cumbre realizada este sábado en Ciudad de México finalizó con el llamado del anfitrión, el presidente mexicano López Obrador pidiendo nuevamente el fin del criminal bloqueo a Cuba, con la sorpresiva presencia del presidente Maduro que luego de años participa en un foro multilateral, y con divisiones respecto al futuro que debe tener la OEA.
La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) vivió este sábado 18 de septiembre su VI cumbre, celebrada en el Palacio Nacional de la Ciudad de México y contó con la presencia de presidentes, jefes de gobierno y delegaciones de 28 países de América Latina y el Caribe, así como invitados tales como la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la Unión Europea, el presidente del Consejo Europeo, el presidente de China y el secretario general de la ONU.
La CELAC nació el año 2010 y constituida formalmente en 2013, con el objetivo de transformarse en una instancia de cooperación e integración del total de los 33 países que conforman la región, sumando una población global de unos 550 millones de habitantes y cuya extensión territorial supera los 20 millones de kilómetros cuadrados, por primera vez sin ningún tipo de tutelaje por parte de EEUU.
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Si bien vivió momentos complejos con el retroceso neoliberal vivido en muchos países de la región, nuevamente parece posicionarse como la instancia de reunión entre los Estados latinoamericanos tras el fracaso de organismos como el Grupo de Lima y Prosur. De los 33 países que la conformaron, sólo el Brasil de Bolsonaro se ha retirado de ésta.
Durante la cumbre celebrada este fin de semana, su anfitrión y presidente pro tempore, el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, comentó que «La CELAC puede convertirse en el principal instrumento para consolidar las relaciones entre nuestros países de América Latina y el Caribe y alcanzar el ideal de una integración económica, con Estados Unidos y Canadá en un marco de respeto a nuestras soberanías», apuntando también hacia la importancia de tres cuestiones básicas: la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación.
Afirmó también, en su discurso inaugural, que es momento de terminar "con el letargo" y plantear una "nueva y vigorosa" relación, además de sustituir la política de "bloqueos y malos tratos por la opción de respetarnos", dando nuevamente su apoyo al pueblo cubano pidiendo nuevamente el fin del bloqueo, lo que se viene reiterando.
Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Diaz-Canel, denunció la "oportunista campaña de intereses de EEUU" contra la isla y que se haya recrudecido el embargo estadounidense mientras se sufre "las condiciones por la pandemia", "El intervencionismo de Estados Unidos es una violación flagrante de los derechos internacionales", puntualizó.
Sin embargo, uno de los hechos más llamativos fue el sorpresivo arribo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que luego de años vuelve a participar de un foro multilateral tras la crisis política por su intento de derrocamiento en 2019. Su presencia, no obstante, generó la protesta de los presidentes de Uruguay y Paraguay, quienes hicieron ver su molestia, pues sus gobiernos siguen señalando que el mandatario venezolano es el exdiputado, Juan Guaidó.
Finalmente, otro aspecto destacable del encuentro fue un paso importante para desligarse del atávico organismo de la OEA, creado por Estados Unidos para controlar la política internacional de América Latina.
Además de los pactos firmados, la CELAC también fijó posturas firmes contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y contra algunas de las políticas de Estados Unidos.
El primero en criticar este organismo con sede Washington fue el presidente de Bolivia, Luis Arce. "En vez de actuar bajo los mandatos de la Carta Democrática, actúa en contra de los principios de la democracia (...) Su creciente injerencia en los asuntos de los estados no contribuye a la solución pacífica de las controversias", en relación a la intervención directa de la OEA en la gestión del golpe de Estado sufrido en el país en 2019.
Asimismo, el canciller de México, Marcelo Ebrard, señaló que es momento de decir "adiós a la OEA en su sentido intervencionista, injerencista y hegemonista y que venga otra organización que construyamos políticamente en acuerdo con Estados Unidos".
Sin embargo, el fin de la OEA deberá seguir esperando pues, como en cada cumbre, la idea no cuenta con el apoyo de la totalidad de los Estados integrantes del organismo.
Cabe destacar que en representación de Chile, sólo asistió el subsecretario de Relaciones Exteriores, Rodrigo Yáñez.