[resumen.cl] El cuestionado criadero de cerdos de Coexca debe asegurar que las familias vecinas a su proyecto mantengan su derecho «a vivir en un ambiente libre de contaminación» según indicó la Corte Suprema a principios de este mes. Un plazo de 30 días que debería cumplirse pronto, mientras la empresa insiste en que tiene todos los permisos y la comunidad rural quiere que se vaya del territorio.

A principios de este mes de junio, la Corte Suprema confirmó que Coexca vulnera el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación en el sector rural entre San Javier y Cauquenes. La sentencia de primera instancia de la Corte de Apelaciones de Talca fue confirmada ahora por la Corte Suprema. La Corte de Apelaciones maulina había acogido el recurso de protección interpuesto por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) contra la empresa Coexca, la Superintendencia de Medio Ambiente y el Ministerio de Salud. Esto por la vulneración al derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación.

Desde la comunidad que ha sufrido reiterados episodios de malos olores y plagas de moscas explican que la industria tiene un accionar irregular, ilegal y que su actuar ha trastornado drásticamente la zona. La empresa por su parte asegura que todos sus procedimientos están ajustados a la normativa y que continuarán su funcionamiento.

La sentencia ahora confirma lo que la Corte de Apelaciones ya había indicado en febrero: se vulneró este derecho y debe ser restablecido antes de 30 días. Sin embargo, las consecuencias en la salud de la comunidad no habrían quedado demostradas con suficiente evidencia. Esto podría deberse principalmente a la poca capacidad de fiscalización en terreno de organismos públicos, escasos o nulos estudios sobre la salud rural en la zona, y por la propia y limitada capacidad de los servicios de salud en la zona.

Este verano, la comunidad debió soportar una intensa plaga de moscas y episodios de olores nauseabundos. Allí la Seremi de Salud realizó un informe donde apuntaron a una causa «multifactorial» entre basura doméstica, guano de las viñas y la actividad de cría de cerdos de Coexca.

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Resumen constató en febrero que en el borde de la propiedad de Coexca donde monocultivos de pino son regados con purines de cerdo, efectivamente habían olores nauseabundos de intensidad moderada. Vecinos del sector comentaron que el día que fuimos a terreno los olores no eran particularmente fuertes como en otros días. Aunque el sector de riego con purines se veía seco a simple vista, de todos modos había una gran presencia de moscas en el lugar. Varios días después, vecinos regresaron al mismo sector, comprobando que la cantidad de moscas era mayor.

Sin embargo, un informe de la Superintendencia de Medio Ambiente constató que la mayor presencia de moscas era justamente en los criaderos de cerdo Pabellón 1 y 2 de Coexca.

Tabla de resultados obtenidos al momento de retirar las trampas de moscas

El informe constata «la proliferación de vectores encontrados principalmente en la Unidad Fiscalizable de Coexca y la baja o nula presencia de vectores en los demás posibles focos, constituye un antecedente más que suficiente para configurar un daño inminente a la salud de la población«

Trampa pegajosa de captura de insectos al exterior de pabellón de Coexca el 19 de febrero de 2020

Una serie de medidas provisionales fueron interpuestas por la SMA: presentar un programa de ejecución de todas las acciones necesarias para mitigar la proliferación de vectores (moscas); realizar fumigaciones diarias; realizar monitoreo semanal de la proliferación de vectores (moscas); realizar un seguimiento de la quejas o denuncias por presencia de vectores (moscas).

Trampa pegajosa de captura de insectos al exterior de pabellón de Coexca el 19 de febrero de 2020

El vecino del sector Álvaro Letelier explicó que «como ciudadanos hicimos todo, fuimos a la justicia y las autoridades, y la ultima instancia, la Corte Suprema les dijo que el 30 días no debía contaminar» agregando que «Si es una empresa que actúa de manera ilegal entonces es capaz de perjudica a vecinos, obviamente no confiamos, porque eso la comunidad quiere que se vaya».

La empresa insiste en que «cuenta todos los permisos y con Resolución de Calificación Ambiental»

En febrero un par de medios de comunicación, informaron erróneamente que el fallo había sido favorable a la empresa. Canal 30 de San Javier por ejemplo señaló en su nota audiovisual que el «fallo de la corte de apelaciones de Talca favorece a Coexca. La corte de apelaciones de Talca rechazó un recurso de protección presentado por el instituto nacional de derechos humanos en contra de la agrícola Coexca»

Este mes de junio, un comunicado difundido por El Heraldo de Linares indicaron que «la Corte Suprema confirmó que la operación del plantel porcino "San Agustín del Arbolillo", no afecta la salud, la integridad física y/o psíquica de la población, tal como lo planteó la Corte de Apelaciones de Talca» agregando que «Agrícola Coexca S.A. expresó su total satisfacción por la decisión del máximo tribunal del país, y reafirmó su irrenunciable vocación de contribuir al desarrollo de la Región del Maule y de Chile, su compromiso con la comunidad, el cuidado y respeto al medio ambiente, y el cumplimiento a todas las normas legales que rigen en el país»

El núcleo del problema es que precisamente estas normativas son insuficientes para asegurar que los derechos de la población no sean vulnerados ni se generen impactos ambientales significativos con la actividad empresarial. Junto a esto, es importante notar que ni las instituciones de salud, de medio ambiente, ni los mismos tribunales, conocen con precisión la verdadera afectación a la población que se va generando conforme se desarrolla el proyecto. Esto debido a que el megacriadero de la empresa en San Javier constituye un experimento en tiempo real de emanaciones, consumo de agua, recursos, y batalla discursiva donde la empresa asegura que sus medios técnicos (varios de ellos instalados sin permisos legales, como se ha constatado) mitigarían los impactos. Algo que hasta ahora no ha ocurrido y por lo tanto la comunidad duda legítimamente si efectivamente ocurrirá en el futuro.

Además, hay escasa información y carencia total de estudios sobre estos potenciales efectos en la población local. Muchas de las personas afectadas pueden no haber sido atendidas en servicios de salud locales, ni tampoco en la zona urbana de San Javier, Cauquenes o Talca. Por lo tanto, hay un débil sustento estadístico para evaluar los impactos en la salud y la degradación de la calidad de vida de la población.

Moscas, malos olores y pandemia COVID-19

Álvaro explica que con la llegada del invierno la cantidad de moscas disminuyó, otorgando algo de alivio a la comunidad, la que debió soportar los meses de verano y otoño con la llegada de la pandemia, con sus hogares llenos de moscas.

Durante el otoño, ellos registraron varias decenas de episodios tanto de moscas como de olores.

«Lo que me afecta es que me obviamente me cuesta mucho más tener todo limpio» explica Álvaro y apunta a la incertidumbre de la comunidad sobre si las moscas pueden ser o no vectores de COVID-19.

Con respecto a esto, la Organización Mundial de la Salud, ha señalado que «Hasta la fecha no existe ningún dato ni información que indique que las moscas domésticas puedan transmitir el virus causante de la COVID-19»

Musca domestica en la casa de una vecina del sector

Sin embargo, si se tiene plena certeza que las moscas pueden transmitir infecciones oculares e intestinales (cólera, tifoidea, disentería, salmonelosis, entre otras)

Junto a esto, cabe recordar que los grandes criaderos industriales de cerdo se encuentran cuestionados debido a que su diseño de cría masiva puede facilitar las condiciones para la propagación de virus que causan enfermedades respiratorias. Esto debido al hacinamiento y el debilitado sistema inmunitario de los animales confinados. Las condiciones propias para rápidas mutaciones de virus son un riesgo latente y reconocido a nivel mundial.

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Desde la comunidad rural sanjavierina aseguran que Coexca «nunca ha sido cuidadosa con sus procedimientos».

Un vecino del sector explicó que las condiciones de crianza de cerdos de por si implican el contacto con excrementos y orina, ya que él mismo trabajó al interior de la chanchera de Coexca en la zona. Consultado por cómo eran las condiciones sanitarias al interior de la empresa, el vecino describe que «Eran asquerosas, yo estuve trabajando 2 días porque no pude aguantar más la asquerosidad y yo literalmente de pies a cabeza estaba tapado de caca de chancho y pichi de de chancho y así tal cual tenía que ir a almorzar y estaba desde las 8:30 hasta las 18:00 hrs y tenía que almorzar igual, lleno de moscas, asqueroso»

Coexca S. A., la empresa cárnica que ha emplazado el criadero de cerdos en el límite de San Javier y Cauquenes, es propiedad de los hermanos Jaime, Ángel y Claudio Soler Cortina. Además el proyecto cuenta con capitales públicos daneses. Vecinos y vecinas de las comunas de San Javier y Cauquenes han hecho hincapié constante en que el desmesurado volumen de producción del proyecto que fue inaugurado en octubre de 2017 podría generar impactos a gran escala en la zona. Con una proyección de ventas anuales de 231.744 individuos, este proyecto representa una carga instantánea mensual de 144.288 cabezas, divididas en 29.600 en reproducción y 114.688 en engorda.