[resumen.cl] El corte de agua se extiende desde las 9AM del sábado en la comuna de Chiguayante afecta a más de 80 mil personas, en un nuevo episodio de suspensión de servicios (como ocurrió el viernes con la misma ESSBIO en Los Ángeles), generando profunda frustración y descontento en la comunidad y entregando nuevos argumentos a quienes sostienen que es necesaria la renacionalización de las sanitarias al no estar cumpliendo el objetivo con que fueron privatizadas.
Enorme molestia e indignación señalan sentir los y las vecinas de Chiguayante, comuna del Gran Concepción, por las más de 30 horas del corte del servicio de agua potable y alcantarillado de la empresa privada ESSBIO y que a afecta a alrededor de 80 mil personas.
La sanitaria debió interrumpir el suministro luego del fallo de una tubería ubicada en Cochrane con San Martín. Si bien en primera instancia se informó que el servicio estaría repuesto durante prontamente, un segundo fallo la noche del sábado obligó a suspender nuevamente el bombeo.
Para asistir las necesidades de la población, se establecieron 87 puntos de entrega de agua en camiones aljibes, donde los y las vecinas deben realizar grandes colas para conseguir el líquido, en que además aprovechan para expresar su frustración por lo que la empresa sanitaria privada les está haciendo sufrir, recordando imágenes vividas tras el terremoto del 27 de febrero de 2010 en que ESSBIO mantuvo por cerca de cuatro meses sin agua a vastos sectores de Talcahuano y Arauco:
"Hemos tenido que ir a ver familiares en otras comunas para lavar la ropa o bañarnos. Estamos como en el terremoto", manifestó una vecina en declaraciones recogidas por Radio Bio Bio. Además, también señalan que no tienen ninguna "esperanza" de que esto conlleve algún tipo de indemnización o compensación. "Al final ellos nunca pierden".
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Por su parte, el alcalde de la comuna, Juan Antonio Rivas, acusó a la sanitaria privada de una pésima gestión: "A mí me parece que ESSBIO ha tenido un comportamiento muy lento en esta emergencia, comprometió una cantidad de estanques que no han sido suficiente para cada uno de los sectores. Tenemos 10 sectores en Chiguayante que hoy día no tienen agua", agregando que "tenemos una cantidad de adultos mayores que tienen que caminar distancias largas hasta los puntos de provisión (...) A mí me parece que aquí hay un ahorro, hay una economía temeraria, irresponsable, indolente, que a mí me parece que no ha sido el compromiso que estableció ESSBIO en el curso de la mañana". Además, señaló que interpondrán un recurso de protección contra la empresa.
Asimismo, desde la SEREMI de Salud anunciaron un sumario sanitario contra ESSBIO. Así fue confirmado en palabras de Héctor Muñoz, jefe de la cartera, a Radio Cooperativa, indicando que se realizará un «sumario sanitario que abarca dos aspectos», el primero irá dirigido a evaluar la «cantidad de agua que no fue suficiente el día de ayer, lo que nos puede llevar a un riesgo sanitario» asegurando que «fue demoroso todo el proceso y lo que nosotros decidimos como Seremi de Salud fue realizar un sumario sanitario a la empresa ESSBIO».
Es necesario puntualizar que empresas sanitarias como ESSAL en Osorno o ESSBIO en el Biobío, pagan la complicidad o concomitancia del Estado, nominado en sus gerencias a políticos como Guilermo Pickering en la primera o al ex Intendente y eventual candidato a Gobernador Regional en el Biobío, Rodrigo Díaz en la zona, en una verdadera puerta giratoria entre empresas privadas y el sector público.
Tanto ESSBIO como el resto de las sanitarias iniciaron un proceso de privatización que comenzó en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y culminó en el primer mandato de Sebastián Piñera. Como todas las empresas privadas su objetivo es obtener utilidades, en este caso a costa de una necesidad primordial, por lo que caen en las prácticas empresariales de reducir costos de operación, en muchos casos externalizando la mano de obra encargada del mantenimiento de plantas y tuberías, en lugar de mantener personal contratado con años de experiencia traspasable de antiguos operarios a los nuevos, como ocurría antiguamente.
Lo cierto es que este hecho hecho es un nuevo episodio de los cada vez más frecuentes cortes en distintos puntos de Chile de empresas a las que se les entregaron servicios de suministros básicos como agua o electricidad con el supuesto propósito de optimizar su funcionamiento, lo que se pone en duda debido estos casos y que a falta de cumplir el objetivo con que fueron privatizadas debe volver a instalar el debate de su renacionalización.