El Índice de Remuneraciones real, que mide el poder adquisitivo registró una caída de un 2,6% en un año lo que se traduce en que los sueldos de la clase trabajadora no están alcanzando para costear las alzas de los productos necesarios para vivir.
Por Felipe Soto Cortés
Así lo informó el Instituto Nacional de Estadísticas en su publicación sobre el Índice de Remuneraciones y Costo de Mano de Obra.
Esta última medición del INR arrojó un aumento de 11,1% en agosto de 2022, en tanto que el Costo de la Mano de Obra (ICMO) registró un alza de 10,7%.
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No obstante, las buenas noticias que podrían significar estas alzas, que implicarían una mejora en las condiciones de vida de las familias trabajadoras chilenas se ven empantanadas frente al alza del IPC, lo que significa que sigue habiendo una pérdida del poder para adquirir productos pese al aumento de salarios.
Según el INE, el Índice de Remuneraciones real -que mide la evolución de las remuneraciones ajustadas por la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC)- disminuyó 2,6% en doce meses, acumulando una variación de -1,8% en lo que va del año. Esta pérdida de valor de los salarios no sufrió alzas en agosto, pues se mantuvo en el mismo nivel que julio de 2022.
Durante el mes el IPC tuvo un aumento mensual de 0,9%, acumulando un alza de 10,8% en lo que va de 2022 y una variación de 13,7% a en los últimos 12 meses.
Entre las divisiones con alzas en sus precios destacaron alimentos y bebidas no alcohólicas (2,3%) y equipamiento y mantención del hogar (1,9%).
Respecto a los alimentos, las alzas más importante fueron en las carnes (2,7%) y el ítem lácteos, quesos y huevos (3,7%).