[resumen.cl] Entre los argumentos se encuentran no solo problemas presentes en el proceso de licitación, sino también un escenario de conflictividad donde comunidades han apuntado a la importancia de preservar los ecosistemas de los salares del norte de Chile.
En octubre de este año el Ministerio de Minería abrió la convocatoria nacional e internacional para que empresas se presenten para la suscripción de contratos especiales de operación que les permitiría explorar y explotar el litio, contemplando una cuota de producción de 400.000 toneladas sin contar con una ubicación geográfica específica y estableciendo siete años para la exploración de este y 20 para su explotación.
En este contexto es que cinco empresas -de las 70 que se presentaron- pasaron a la etapa de evaluación de ofertas. Estas son: Albermarle Limitada, Cosayach Caliche S.A., Servicios y Operaciones Mineras del Norte S.A., BYD Chile SpA y la Sociedad Química y Minera de Chile, siendo esta última la que ofreció explotar la mayor cantidad de litio llegando a 240.000 toneladas.
Sin embargo, de parte del Gobierno electo, liderado por Gabriel Boric, han señalado que el proceso debería ser suspendido para un análisis más profundo. Concretamente, Giorgio Jackson señaló que «nos parecería prudente que todo el proceso de adjudicación en materia de litio pueda postergarse para un debido análisis», en base que «han salido distintas opiniones, no solamente de gente desde el gobierno entrante sino que también desde la sociedad civil».
Recientes estudios han dado a conocer, por ejemplo, la degradación ambiental de salares de Chile ante la intervención de la explotación del litio, alerta que se suma a la no existencia de una Política Nacional del Litio -pese a ser anunciada en 2019 por Sebastián Piñera- y a los conflictos que se han instalado en ecosistemas que pretenden ser intervenidos, como lo es el caso del Salar de Maricunga.