50 Años del golpe: El joven venezolano caído junto a los obreros del Cordón Industrial Vicuña Mackena

Los trabajadores detenidos en la fábrica Lucchetti de Vicuña Mackenna, fueron sacados a los estacionamientos desnudados, torturados, los acostaron en el suelo. Un funcionario de Carabineros le gritó: "¡Tú, cubano, corre!".  Él habría respondido que era venezolano y no cubano, y que no correría. Sin embargo, le obligan a salir de la fila y se le colocó contra una pared, donde le descargaron 17 tiros de ametralladora.  Su cuerpo fue arrojado frente a la fábrica de fideos, desde donde fue trasladado al Instituto Médico Legal.

Por Joaquín Pérez

Enrique Maza Carvajal o "Pellizco", era un joven estudiante venezolano de 22 años, refugiado en Chile debido a la persecución que vivía en su país. Llegó el 15 de julio de 1971 tras su salida de Venezuela, la que no fue voluntaria, pues era perseguido por los organismos de seguridad.

Eran años de profunda agitación política y social en Venezuela y toda Latinoamérica. La influencia de la revolución cubana, el mayo francés y la guerra de Vietnam, calaban hondo en una generación de jóvenes estudiantes.

En este ambiente, Enrique ingresó en 1968 a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Caracas e inmediatamente se incorporó a las bases del entonces Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) del país caribeño.

Puedes ver: Juan Blanco Castillo, el estudiante dominicano asesinado en Valparaíso a días del Golpe

Provenía de Aragua de Maturín, una ciudad del oriente venezolano, localidad en que nació el 14 de diciembre de 1950. En ésta, su ciudad natal, se destacó como excelente estudiante ya desde la primaria en la Escuela Cacique Taguay y luego en el Liceo Miguel José Sanz de Maturín, desde donde se graduó de bachiller el año 1967.

Desde finales del 68 la propuesta de Renovación Universitaria y la autonomía estudiantil pusieron en crisis al sistema universitario en Venezuela. El entonces presidente Rafael Caldera (DC) cerró la UCV, máxima casa de estudios del país.  Previo a este cierre e intervención, el gobierno de Caldera ya había emitido decretos de expulsión y persecución de estudiantes por parte de organismos de seguridad del Estado. Uno de estos de fines de 1970 determinaba la expulsión  de un número considerable de jóvenes, entre ellos Enrique Maza.

Puedes ver: 50 años: Los uruguayos asesinados y desaparecidos en Chile

A Enrique los organismos de seguridad le pisaban los talones y sentía que su seguridad personal corría riesgo decide salir de Venezuela, piensa en salir a Cuba o a Chile y finalmente toma la decisión por venirse a nuestro país.

El 19 de julio ya instalado en Santiago de Chile escribe a su madre: "Espero que hayas recibido mi carta anterior y varias postales muy bonitas que te puse desde Bogotá, Quito y Lima... yo quisiera que me perdonaran lo que hice... por encima de todas las cosas, ¿pero qué podía yo hacer? ... lo que hice fue en un arrebato de ira y de desesperación porque me daban 15 días y si en 15 días no desaparecía y ellos lo sabían... bueno es para llorar yo sé que el tiempo borra muchas cosas y así se olvidarán de mí...".  Enrique se siente liberado en Chile, tras la persecución vivida en Venezuela "... En el Aeropuerto no me registraron el equipaje cuando dije que era estudiante, aquí son muy respetados y considerados gozan de muchos privilegios y se nota que son algo bastante especial del país... Comencé a partir de ese momento a vivir como en otro mundo".

Tras arrendar junto a otros estudiantes venezolanos refugiados una pieza en calle Santo Domingo, en el barrio de Matucana en Santiago, Enrique se traslada a la remodelación San Borja, sitio donde lo encontrará el golpe militar del 11 de septiembre de 1973.

Tras diversas gestiones, Enrique logra ser aceptado en el 7º semestre de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Chile, a la cual ingresó en el segundo semestre de 1971, rápidamente se involucra en las jornadas de trabajos voluntarios en la zona campesina de Lampa y al trabajo político con compañeros de facultad donde se acerca a bases del MAPU y del MIR.  Es con estos que comienza un trabajo en el Cordón Industrial Vicuña Mackenna.

En 1973 el gobierno de Caldera en Venezuela promueve una amnistía para los perseguidos políticos y una distención con los partidos de izquierda, varios de los estudiantes venezolanos comienzan a retornar a su país, Enrique tomó la decisión de quedarse ese año en Chile y retornar a Venezuela en 1974.

Puedes ver: A 50 Años del asesinato de Nilton da Silva, una muerte que evidenció la diposición criminal de la derecha golpista

La mañana del 11 alertado por el aviso de movimientos de la marina en Valparaíso. Fue a la Universidad, allí se encontró con un compañero venezolano, Enrique Ortiz, quien lo conminó a irse a la embajada puesto que "ya no había nada que hacer".  Enrique le respondió a su compatriota: "No, yo voy a Vicuña Mackenna (Cordones Industriales), tengo compromisos con los trabajadores y ellos creen que esto se puede revertir". Su polola en la universidad señala "Me pidió que escuchara radio por si llegaban a hablar y dar alguna información en FM porque ellos no tenían. Luego de colgar busqué esa industria, la encontré, pero me asustó mucho más al ver su ubicación; estaba en el cordón Vicuña Mackenna".

Tras sofocar la resistencia en el palacio de La Moneda y el centro de Santiago, los militares se desplegaron hasta los cordones industriales y poblaciones de la periferia de Santiago. Los trabajadores dispuestos a resistir en el Cordón Vicuña Mackenna se replegaron en la empresa Lucchetti. Aplastada la posibilidad de resistencia los obreros capturados fueron sacados a los estacionamientos desnudados, torturados, los acostaron en el suelo. Un funcionario de Carabineros le gritó: "¡Tú, cubano, corre!".  Él habría respondido que era venezolano y no cubano, y que no correría. Sin embargo, le obligan a salir de la fila y se le colocó contra una pared, donde le descargaron 17 tiros de ametralladora.  Su cuerpo fue arrojado frente a la fábrica de fideos, desde donde fue trasladado al Instituto Médico Legal.

Su polola lo encontró en ese lugar y dio aviso en la Embajada de Venezuela, quienes contactaron a la familia Maza.   El cuerpo de Enrique fue transportado a Caracas en un vuelo junto a varios refugiados el 29 de septiembre de 1973. A su llegada, el féretro fue trasladado hacia Cumaná. En el avión viajaron además de algunos familiares, una veintena de agentes de la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) de Venezuela.

La Disip informó a la familia que el cuerpo no podía ser velado y debía ser enterrado de inmediato. En Cumaná esperaban centenares de personas, su hermano José, médico, revisó su cadáver y constato los múltiples impactos de bala.

El 30 de septiembre fue sepultado en el Cementerio General de Cumaná. La prensa local reseñó la muerte de Enrique, se le rindieron homenajes en las universidades y liceos.  Su familia, y en especial sus hermanos, así como sus más cercanos amigos, mantienen vivo su recuerdo.

Homenaje:

https://correodelalba.org/2021/09/15/el-taller-homenaje-a-enrique-maza-carvajal-y-presentacion-de-las-revistas-no-100-y-101/

Estas leyendo

50 Años del golpe: El joven venezolano caído junto a los obreros del Cordón Industrial Vicuña Mackena