CINE| The reluctant revolutionary: la reflexión sobre la pérdida como dispositivo de movimiento.

Decía Lenin, hay décadas donde no pasa nada y semanas donde pasan décadas, en suma lo que nos expresaba el revolucionario Bolchevique es que en grandes trasformaciones se acelera el tiempo social que habitamos. The reluctant revolutionary dirigido por Sean McAllister para la BBC en el 2012 es la suma visual de esta frase. El documental narra la historia política de Yemen, que en esos entonces estaba inmersa en una revolución contra una dictadura de no menos de 30 años.

Colectivo Crisis / resumen.cl

La historia arranca en una geografía montañosa, el director con una cámara super8 graba la vida de Kais, guía turístico e integrante de un grupo étnico del lugar. Prontamente todo trabajo se tiene que desechar, la revolución avanza sobre el inestable país. Los clanes étnicos, la ciudadanía en general se encuentran entre medio de una larga dictadura, las guerrillas de grupos de Al-Qaeda y una Primavera Árabe que avanza a toda prisa.

Todo trabajo documental arranca con una premisa, para evaluar el cambio que pasa en la realidad. En este caso el director se pregunta ¿Cómo cambia una revolución un país, y la vida se su gente? La cual se responde por media metamorfosis política que sufre Kais a medida que se producen los acontecimientos. Lo que vemos en el cuadre, es el preludio, su posterior desarrollo y conflicto final de la población contra la dictadura de Ali Abullah Saleh.

Al inicio vemos el acercamiento de sublevación social, primero como un presentimiento, posteriormente como un rumor, y finalmente como un hecho. El personaje pasa de una indiferencia total hacia el movimiento a su pronta inmersión, a pesar de sus problemas económicos y personales. Algo interesante que muestra The reluctant revolutionary es la tensión inminente en el aire que provoca un cambio social en las personas, también en nosotros los espectadores.

A medida que avanza la historia nos encontramos con paulatina toma de las calles, y espacio públicos por parte de los sublevados. Campamento, enfrentamiento con la fuerzas de militares, el perseguimiento por parte de policía política del régimen al equipo documental, periodistas exteriores, y todo medio que pueda emitir información de lo que está sucediendo en el país. Con el aumento de los adherentes al movimiento, también incrementa la represión política. La revolución es eminente.

Ese día llega, el conflicto toca su punto cúlmine, la cámara de Sean McAllister está en medio de todo eso. El desenlace es faltal, 51 manifestante mueren, incluyendo un niño, en lo que a posterioridad se llamara el viernes digno. Aquí es necesario destacar la prevalencia del cine documental "del estar ahí" en el momento preciso para dejar archivado un momento político para la posterioridad, tanto la lucha de movilización como los muertos en el hospital y posteriormente el duelo de la ciudadanía.

Para mí, lo más relevante es esto último: el duelo. Didi-Huberman reflexiona sobre la importancia de la pérdida y el levantamiento. Para el filósofo el luto pone el mundo en movimiento, es impulsado por una movilidad nueva. Si bien en un primer momento, una pérdida nos abate: basta un gesto, pensamiento o deseo para levantarse nuevamente. Es justamente eso lo que deja como reflexión el documental al final de su historia, la dolorosa resolución de los hechos, fueron los elementos necesarios para un cambio mayor.

Este documental lo pueden ver en Mubi

*Didi-Huberman, Georges. 2018. Sublevaciones. Ciudad de México: MUAC · Museo Universitario Arte Contemporáneo, UNAM.

The reluctant revolutionary

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