En Colombia, tres de cada cuatro personas en edad de jubilar no tenían pensión, por esto, la reforma del sistema de pensiones propuesta por el gobierno de Gustavo Petro alcanzó un consenso social y político alto, y fue celebrada por el mandatario colombiano, quien expresó que, "esta es la primera gran reforma aprobada del gobierno, por el gobierno del cambio", para luego agregar: "Empezamos a salir del neoliberalismo y entramos en la construcción del Estado Social de Derecho y de la Paz".

Por Joaquín Pérez

La reforma aprobada garantiza pensiones a más de 2 millones de ancianos y ancianas que no tenían ninguna, pero además, asegura a las trabajadoras y  trabajadores de bajos salarios una pensión real.

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Petro inició su gobierno con tres grandes leyes de carácter social para fortalecer un sistema público de salud, que la derecha logró boicotear en el Congreso. Un segundo sobre la educación pública que aún se discute, y un tercero; para modificar el sistema de pensiones. Por esto la aprobación fue celebrada desde el Ejecutivo como: «la principal conquista social del pueblo trabajador».

¿En qué consiste la iniciativa?

Se trata de la creación de un sistema único de pensiones, bajo administración pública, que puede ser complementado desde el sector privado para aquellas personas de más altos ingresos.

Actualmente, en Colombia existía una disputa entre la estatal Colpensiones y varios fondos privados, por administrar las pensiones de un sector de trabajadores que en general estaban por sobre los 4 salarios mínimos, el resto en la práctica no tenía derecho a pensiones.

Hoy se establece un sistema universal, público y solidario, dividido en cuatro grandes grupos, donde nadie queda fuera.

La división del sistema de pensiones colombiano

El primer grupo se denomina Pilar solidario, el que busca asegurar una transferencia monetaria a adultos mayores vulnerables, que no lograron cotizar y están en condiciones de pobreza, que alcanza los 223.000 pesos colombianos (55 dólares) valor en que está establecida el ingreso individual para superar la línea de la pobreza. Este es un grupo que hoy estaba absolutamente fuera del sistema y no recibían ningún tipo de pensión de no ser por la reforma del gobierno de Petro.

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El segundo grupo es el llamado Pilar semicontributivo, que está dirigido a las trabajadoras y trabajadores que están en el trabajo informal y que no reúnen los requisitos para acceder a una pensión, pero han aportado en algunos momentos de su vida laboral al sistema de pensiones. Este pilar le entregará, mediante una renta vitalicia, el dinero que han ahorrado más un subsidio estatal del 20% en el caso de los hombres y del 30% en el caso de las mujeres.

Un tercer grupo lo constituye el Pilar contributivo, donde estarán los trabajadores y trabajadoras con empleos más estables y contratos formales de trabajo. Quienes aporten al sistema de pensiones con hasta 2,3 salarios mínimos, más o menos 2,9 millones de pesos colombianos (705 dólares), irán al sistema estatal de Colpensiones. Aquellos que ganen más de dicha cifra, podrán dirigir sus excedentes a un fondo privado que ellos elijan. Al pensionarse, tendrán jubilación del régimen público, con subsidio estatal, solo por ese primer tramo, y el restante bajo las reglas del juego de los fondos privados.

Por último, estará el grupo del Pilar Voluntario, en el que las personas con capacidad de pago podrán realizar un aporte adicional, para en el futuro garantizar una mejor pensión para su vejez.

El proyecto de ley además mantiene la edad de jubilación en 57 años para las mujeres y 62 para los hombres, pero amplía el sistema para que, según sus impulsores, todos puedan beneficiarse de recursos incluso sin haber aportado lo suficiente en salarios.