En 1990, un sicario acribilló en pleno vuelo al excandidato presidencial y exlíder del grupo guerrillero, Movimiento 19 de abril (M-19), Carlos Pizarro Leongómez. El Gobierno reconoció su responsabilidad en los hechos, la participación de agentes del Estado colombiano y la falta de garantías jurídicas tras el crimen.

Joaquín Pérez

Colombia ha admitido este lunes por primera vez su responsabilidad en la ejecución extrajudicial del excandidato presidencial y exlíder del grupo guerrillero Movimiento 19 de abril (M-19), Carlos Pizarro Leongómez. Lo hizo, nada menos que el director de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado (ANDJE), César Palomino, en una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde estuvo presente la actual senadora María José Pizarro, hija del asesinado dirigente.

«Se encuentra probado que en la ejecución extrajudicial de Pizarro Leongómez están involucrados no solo grupos paramilitares, sino también agentes del Estado; particularmente, miembros del extinto Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, que entre otras cosas eran responsables de protegerlo», declaró el funcionario.

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Palomino señaló que a Pizarro «le fueron vulnerados sus derechos a la libertad de pensamiento, expresión y de asociación, debido a que los móviles de su homicidio fueron netamente políticos al tratarse de un líder de la oposición, firmante del acuerdo de paz». También reconoció la falta de garantías jurídicas porque el proceso para dar con los responsables sufrió dilaciones, «afectando el derecho a la verdad de los familiares».

Carlos Pizarro Leongómez, (Cartagena de Indias, 6 de junio de 1951 – Bogotá, 26 de abril de 1990) fue un antiguo comandante del grupo guerrillero Movimiento 19 de abril (1970-1990), del que llegó a ser su máximo comandante, tras el asesinato de su predecesor en el puesto, Álvaro Fayad «el Turco», el 13 de marzo de 1986.

Tras los acuerdos de paz, el M-19 se desmovilizó y se incorporó a la vida política colombiana institucional, sin embargo, al igual como ocurriría años más tarde con las FARC, tras la entrega de las armas, se desató la cacería de sus líderes, incluido su candidato presidencial.

Carlos Pizarro Leongómez fue asesinado el 26 de abril de 1990 en un avión que cubría la ruta Bogotá-Barranquilla, cuando el sicario Gerardo Gutiérrez Uribe, alias 'Jerry', le acribilló en pleno vuelo.

Actualmente, Colombia es gobernada por Gustavo Petro, quien fuera parte del M-19 y sobreviviente de toda aquella historia.