El miércoles pasado, el Lof Rañilwenü vivió una jornada de resistencia tras el desalojo efectuado por Carabineros en Alto Biobío, donde resultaron personas heridas y el camino bloqueado por los funcionarios para todas las y los residentes durante horas. Pese a la arremetida policial, las y los comuneros continúan en el lugar ejerciendo control territorial.

Por Juan Contreras Jara

Tras el violento desalojo efectuado por Carabineros al Lof Rañilwenü el pasado miércoles en Alto Biobío, la comunidad afectada visibilizó y denunció la desmedida utilización de armamento antidisturbios utilizadas durante el procedimiento.

Cabe recordar que el desalojo se produjo a las 07:00 de la mañana del pasado miércoles 15 de septiembre, con participación de decenas de efectivos de Carabineros dotados de carros lanza gases, vehículos blindados (Mowag) y armamento antidisturbios.

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Sobre la violencia desplegada por Carabineros, Guillermo Purran, werken de la comunidad Rañilwenü comentó que, «llegaron sacando a la gente a punta de cañón, es fue lo que gatilló todo. Ellos partieron con la violencia».

Parte de las municiones disuasivas disparadas por Carabineros durante el allanamiento al Lof Rañilwenü en Alto Biobío.

Desde el Lof Rañilwenü relataron que «hubio ocho personas heridas con perdigones. Algunos tuvieron suerte de no haber perdido los ojos, porque en el fondo disparaban a la cara». Luego de la arremetida policial, la comunidad retornó al terreno en proceso de recuperación y reunieron una gran cantidad de municiones antidisturbios utilizadas por Carabineros durante el desalojo.

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En el lugar, las y los comuneros encontraron, «casquillos de 9mm, tiros de escopeta de 12 mm, más todas las bombas lacrimógenas, que encontramos muchas».

Parte de las municiones disuasivas disparadas por Carabineros durante el allanamiento al Lof Rañilwenü en Alto Biobío.

Pese al desalojo y violento actuar policial, el Lof Rañilwenü persiste en su proceso de recuperación territorial y actualmente se encuentran reinstalándose en los terrenos. En esta línea, Purran enfatizó en que, «la posición nuestra es defender el territorio, no estamos hablando sólo del fundo Rañilwenü, sino que nosotros estamos en conexión con las otras comunidades para defender el territorio contra todo tipo de amenaza. esta fue una de las conversaciones que tuvimos después del desalojo».

Aseguraron que «ya no estamos solos y a punta de piedra y palos nos vamos a defender, vamos a trabajar desde el territorio, así va a ser de aquí adelante, por lo que nos vamos a seguir defendiendo como comunidades».