Hace tres años el periodista Daniel Labbé Yáñez fue detenido violentamente por Carabineros de Chile mientras reporteaba manifestaciones en Santiago. Este martes, se leerá su sentencia tras ser condenado en base al relato de los dos funcionarios policiales que lo detuvieron. RESUMEN contactó al periodista para profundizar en su caso.

Por J. Arroyo Olea

Corría el 29 de enero de 2021, y se sostenían manifestaciones en Plaza Dignidad (ex Plaza Italia) levantando exigencias de familiares de las y los presos políticos del Estallido Social. Alrededor de las 19:00 horas, el reportero Daniel Labbé Yáñez se encontraba en el lugar cubriendo las protestas para el medio Muros y Resistencia, observando en el lugar la represión y disuasión de las y los manifestantes hacia el sector de Pío Nono.

Como todo reportero, Daniel siguió a la gente para continuar con la cobertura hasta que, en cierto punto, el enfrentamiento se detuvo. En ese momento, el reportero de Muros y Resistencia observó como un grupo de Carabinero arremetió contra personas que se encontraban en el lugar; pero no solo eso: dos carabineros se dirigieron donde él, lo detuvieron contra una reja, le rompieron su mascarilla, golpearon y subieron al bus policial.

Detención de Daniel Labbé | Fotografía: @cogotesinpluma

Labbé pasó a control de detención para la mañana siguiente, siendo acusado por desórdenes públicos. Sin embargo, el proceso judicial tuvo un nuevo hito este 18 de abril, tres años después del hecho. Y es que pese a los cuestionamientos en relación al procedimiento policial y la total ausencia de pruebas, el reportero fue condenado por Desórdenes Públicos (artículo 269) tras la recalificación del juez luego que atestiguaran los dos funcionarios policial, cuyo relato no cuadra.

Ante esta situación RESUMEN tomó contacto con el Labbé, quien cuestionó, además del conjunto del proceso judicial, la calidad y veracidad de las pruebas presentadas en su contra, siendo el relato de ambos policías el cual, entre sí, no cuadraría, y sin presentar mayores antecedentes. En este sentido, Labbé explica que fue detenido pese a que se presentó en todo momento como reportero, teniendo visiblemente su identificación de prensa.

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Anterior a la audiencia de este mes, el reportero asistió a una instancia judicial en octubre de 2023, donde los carabineros en cuestión no se presentaron, pese a ser los acusadores. Así, Labbé indica que «creer en el relato de uniformados que no representan prueba de nada, es solo un relato débil», pero que el juez optó por inclinarse por la versión policial.

Consultado por cómo este caso afecta a la libertad de prensa, el reportero mencionó que «no sé si la libertad de prensa se puede afectar más de lo que ya está afectada en Chile. Esto es una confirmación, en Chile no existe la libertad de prensa para los medios que no pertenecen a los grupos de poder«.

En esta línea, Labbé señala que, más aún post Estallido Social, «la prensa fue sistemáticamente agredida y sistemáticamente se le impidió su derecho a informar», reflejándose en la violencia policial hacia la cobertura de manifestaciones.

Por otro lado, Labbé reflexiona respecto a que, a su criterio, existe un desconocimiento absoluto -para la clase política- de su caso. En este sentido, postula que «tengo la convicción, que tras el 18 de octubre, hay un consenso de la élite política (…) que tiene que ver con lavar y limpiar la imagen de la principal institución que violó los derechos humanos durante el estallido, que es Carabineros de Chile». Ejemplo de aquello se ha visto en la aprobación y aplicación de la Ley Nain-Retamal la cual, acorde al periodista, «ya ha comenzado a otorgar impunidad a uniformados que violaron los derechos humanos durante el estallido».

Daniel apunta al rol que cumple la figura del actual General Director de Carabineros, Ricardo Yáñez, quien se mantiene en su puesto pese a su inasistencia a citaciones de la fiscal Ximena Chong, «algo que para cualquier gobierno que defiende los derechos humanos sería inaceptable, y debiera significar su salida en función de darle a la ciudadanía un mensaje de que nadie está por sobre la ley», indica Labbé.

En la misma línea -de impunidad-, el periodista apunta a la calificación de «demócrata» que se ha pretendido instaurar sobre Sebastián Piñera tras su muerte, siendo reflejo de señales políticas que pretenden negar la violación sistemática de Derechos Humanos en el marco del Estallido Social en un contexto «bajo el cual se dictan condenas que van en función de devolverle la legitimidad a instituciones que violaron los derechos«, cuestión que caracteriza como un «un patrón de conducta de la élite«.

Fotografía: Esteban Paredes

¿Qué ha pensado Labbé durante estos años de proceso judicial? El periodista indica que esta condena viene a «confirmar que en Chile existe, primero que todo, una institución que está politizada, que es Carabineros de Chile, es una institución de derecha y, si mi apuras, de ultraderecha», reflejándose en el trato que mantienen sus funcionarios con medios independientes: «El discurso es el mismo discurso de la ultraderecha, cómo se refieren a nosotros, que somos ‘comunistas’, que somos terroristas, que estamos puro hueveando en la calle, los insultos de las policías en las calles hacia la gente son permanentes, incluso por su aspecto físico», indica Daniel.

Labbé enfatiza en que existe una corriente política de derecha fuertemente arraigado en la policía chilena, «y eso, en ningún país, ni para ningún gobierno que se diga democrático, puede ser válido. Eso que es inaceptable en cualquier país, donde todo un país financia a esta policía y que son las que tienen el uso exclusivo de la fuerza, debiera traducirse en una acción rápida, fuerte, potente, de reestructuración de esa policía para que esa policía responda ante los ciudadanos y los observe a todos por igual».

Respecto a los caminos a tener en cuenta judicialmente, este martes 23 de abril se desarrollará la lectura de sentencia hacia el reportero, quien desde ya indica que se recurrirá a la Corte de Apelaciones para anular la sentencia donde «está contenida toda la debilidad o inexistencia argumentativa sólida para condenarme».