Los hechos ocurrieron en 2018, cuando tres funcionarios de Carabineros sometieron a un grupo de niños mapuche a un control de identidad ilegal y no conformes con eso, les obligaron a desvestirse, todo con el afán de conseguir información relativa a un dirigente de la comunidad Huañaco Millao de Ercilla.
Por Juan Contreras Jara
El viernes recién pasado, Tribunal Oral en lo Penal de Angol finalmente condenó a los carabineros Pablo Godoy Lagos, Sebastián Villalobos Cabrera y Marcelo Fritz Cifuentes, por los delitos de apremios ilegítimos y vejaciones injustas, en contra de un grupo de cuatro niños mapuche a quienes obligaron a desvestirse en 2018.
La abogada querellante, Pamela Nahuelcheo, catalogó la condena contra los funcionarios de Carabineros como satisfactoria, porque «tomó en consideración la gravedad de los hechos que le ocurrieron a estos niños y en definitiva tomó la tesis de nosotros, porque el Ministerio Público iba a acusarlos por un delito bastante menor».
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Los delitos de apremios ilegítimos y vejaciones injustas por los que se encontró culpables a Pablo Godoy Lagos, Sebastián Villalobos Cabrera y Marcelo Fritz Cifuentes, se remontan al 22 de marzo de 2018. En aquella ocasión, los funcionarios de Carabineros realizaron un control de identidad a tres niños y una niña pertenecientes a la comunidad mapuche Huañaco Millao, obligándoles a desnudarse.
La condena contra estos uniformados deberá funcionar de aquí en adelante como un antecedente para Fiscalía y los tribunales al momento de enfrentarse a delitos similares, debido a que ya existirá un pronunciamiento con sanciones concretas al respecto.
La lectura de la condena contra estos funcionarios de Carabineros de Chile se leerá el próximo miércoles 24 de enero y desde la parte querellante esperan que ésta implique la mayor pena posible.
Lo claro es que con la condena, los responsables no podrían seguir ejerciendo funciones policiales, lo que constituiría una pena accesoria a la posible privación de libertad. «No podrán trabajar en ningún otro lugar donde puedan someter a otros niños a este tipo de controles de identidad o procedimientos abusivos», destacó Nahuelcheo.
Lo anterior es destacado por la defensora debido a que durante los casi cuatro años que tardó en iniciar el juicio contra los carabineros, estos siguieron en las filas de la institución policial.
Sobre la tardanza en la iniciación del juicio contra estos funcionarios, Pamela Nahuelcheo enfatizó en que, «para efectos de reparación, la justicia tardía no es efectiva, porque finalmente cuando se tiene una condena, ésta tendría efectos reparadores para las víctimas en el sentido de que hay sensación de que se recibió algo de justicia, que es lo que sienten los niños ahora, pero debieron esperar bastante para eso».