El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de las jurisdicciones de Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Coyhaique, Álvaro Mesa Latorre, condenó al ex suboficial del Ejército, por su responsabilidad en los delitos de lesa humanidad de apremios ilegítimos de prisioneros políticos cometidos entre septiembre y diciembre de 1973, en el Regimiento Miraflores de Traiguén.
Por Darío Núñez
En el fallo (causa rol 24.428), el ministro en visita condenó al entonces cabo Gabriel Humberto Díaz Morales a la pena de 10 años de presidio efectivo y accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, en calidad de autor de los delitos.
En la resolución, el ministro Álvaro Mesa dio por establecido que luego del golpe militar de septiembre de 1973 se organizó en el Regimiento "Miraflores" de Traiguén una fiscalía militar, a cargo del entonces capitán Jorge Bravo Vergara (fallecido), que tenía como propósito detener e interrogar a los civiles que eran reconocidos como militantes de partidos políticos de izquierda o partidarios del gobierno de Salvador Allende, especialmente de aquellos que ejercían cargos en la depuesta administración pública, labor en que los militares contaban con el apoyo de personal de Carabineros e Investigaciones.
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La mayor parte de los detenidos por motivos políticos permanecían en la cárcel de Traiguén. Los detenidos eran trasladados, en reiteradas ocasiones y en cualquier hora del día o de la noche, desde la cárcel pública de Traiguén hasta el Regimiento "Miraflores" y viceversa, estando ubicadas una frente a la otra.
En el Regimiento, los detenidos eran llevados hasta dependencias ubicadas en el Casino de Oficiales; en una sala contigua funcionaba el grupo de interrogadores liderado por el capitán Bravo Vergara, el teniente Pereira (fallecido), y el cabo Gabriel Díaz Morales, quien tenía la especialidad de paracaidista (boina negra) y que, luego del golpe militar, fue especialmente designado para trabajar en esa unidad y función.
Estos detenidos eran mantenidos boca abajo y en algunas ocasiones con la vista vendada. Según propios dichos del capitán Bravo Vergara, al ser interrogados se les golpeaba con golpes de puño y en ocasiones se utilizaba electricidad de bajo voltaje, entre otros antecedentes.
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Fueron numerosos los detenidos traídos desde la cárcel de Traiguén y conducidos hasta el mencionado Casino; a ellos se suman algunos que fueron trasladados desde otros recintos penitenciarios, como es el caso de las cárceles de Angol y Victoria.
Entre ellos se cuenta a los querellantes Antonio Inostroza Segura, profesor, secretario regional del Partido Comunista, quien fue detenido en septiembre de 1973 en Temuco y trasladado hasta la comuna de Victoria. Posteriormente fue llevado hasta la cárcel de Victoria, En octubre de 1973 fue trasladado hasta el Regimiento de Traiguén y conducido al mencionado recinto de tortura. Permaneció alrededor de 13 días en aquel lugar, siendo interrogado por el capitán Bravo bajo aplicación de tortura consistente en golpes y aplicación de corriente eléctrica. Luego de ese periodo, fue nuevamente trasladado hasta la cárcel de Victoria y posteriormente sometido a Consejo de Guerra.
Omar Enrique Cuevas Gajardo, para el año 1973 se desempeñaba como funcionario de Sermena en la comuna de Traiguén. El día 13 de septiembre de 1973 se presentó voluntariamente a la Fiscalía Militar en el Regimiento "Miraflores" de Traiguén ya que se le había comunicado que debía concurrir a ese lugar. Una vez interrogado por el capitán Bravo, fue enviado a la cárcel de Traiguén, en calidad de incomunicado.
Luis Alberto Collao Montalva, obrero agrícola, fue detenido el 27 de octubre de 1973 por una patrulla militar que llegó hasta su domicilio, siendo golpeado por los funcionarios militares y trasladado al Regimiento "Miraflores". En ese lugar estuvo alrededor de una semana, siendo interrogado diariamente para luego ser trasladado a la Cárcel Pública de Traiguén, donde permaneció detenido hasta el año 1974. Al igual que otros, mientras estuvo recluido en la cárcel, era llevado periódicamente al Regimiento para ser interrogado por el capitán Jorge Bravo.
Rinaldo Torres Zapata, Asistente Social, militante del Partido Socialista, fue detenido en octubre de 1973 por personal de la Policía de Investigaciones de Angol, trasladado hasta la unidad policial y el mismo día ingresado en calidad de detenido al Regimiento "Húsares" de Angol. Posteriormente, el 15 de noviembre de 1973 fue trasladado al Regimiento de Traiguén, para luego ser llevado a la cárcel local, donde permaneció hasta fines de noviembre, fecha en que fue trasladado a la Cárcel Pública de Angol. Estando en el Regimiento de Traiguén fue sometido a interrogatorios con aplicación de apremios físicos, consistentes golpes, aplicación de corriente eléctrica, sumersiones en agua y excremento, entre otros. Todas estas acciones eran dirigidas por el capitán Bravo.
Carlos Silva Riffo, ex dirigente regional del Partido Socialista, fue detenido en septiembre de 1973 por personal de la Policía de Investigaciones de Angol y trasladado hasta la cárcel pública de esa comuna. En el mismo mes, fue conducido hasta el Regimiento "Miraflores" de Traiguén. Allí fue sometido a interrogatorios y torturas por parte del capitán Bravo y el cabo Díaz.
Jaime Pablo Sperberg Cristia, químico farmacéutico, para septiembre de 1973 trabajaba en el hospital de Traiguén y era jefe del Laboratorio Clínico y Bacteriológico de ese centro asistencial. Fue detenido el 15 de septiembre de 1973 por personal de Carabineros de Traiguén e ingresado en la cárcel pública de esa ciudad. Desde ese lugar fue sacado por una patrulla militar que lo condujo hasta el Regimiento "Miraflores", lo llevaron a una oficina donde fue interrogado por el capitán Bravo.