[resumen.cl] En el marco de la COP26, organizaciones internacionales han alertado la serie de vulneraciones que las centrales hidroeléctricas han arrastrado contra las comunidades y ecosistemas, situación de la cual Chile también forma parte. Esto ante un despliegue de proyectos que pretenden continuar interviniendo los ríos.
Durante la COP26, y mientras se desarrolla la Cumbre de los Pueblos -espacio levantado por organizaciones socioambientales para visibilizar la agudización de la crisis climática-, diversas organizaciones han denunciado una vulneración encabezada por proyectos hidroeléctricos a escala internacional.
En este sentido, información sistematizada por Ríos to Rivers da cuenta de que se han realizado presiones hacia la «UNFCCC (Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático) para que no considere la energía hidroeléctrica como alternativa, exponiendo los graves casos de violaciones de derechos humanos e impactos climáticos causados por las presas».
Relatores de la ONU, indica el escrito, ya han alertado acerca del desplazamiento de más de 80 mil personas por las represas, sindicándolas como falsa energía verde.
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El caso de Chile no es lejano. Centrales hidroeléctricas como Ralco, Pangue y Angostura -las tres interviniendo el río Biobío- son ejemplo de una política defendida por el Estado y materializada por el empresariado privado que no solo ha desplazado a comunidades mapuche, sino también ha arrastrado efectos ecosistémicos en el ya sobreintervenido río en el cual se pretende instalar una cuarta central hidroeléctrica en la localidad de Rucalhue.
Fernanda Purrán, directora de la organización chilena Ríos to Rivers y representante de comunidades mapuche-pehuenche, indicó que "yo testifique el sufrimiento, el dolor y frustración de las familias que luchan sin descanso por el río Biobío y por las tierras inundadas por las presas. Las presas devastaron nuestras tierras, bosques, ríos y cultura. El lugar donde nuestras familias se reunían, vivían y fueron sepultados no existe más».
En este sentido, Philip Fearnside, del Instituto Nacional de Pesquisa Amazónica, señaló que "la energía hidroeléctrica está particularmente sujeta al cambio climático", enfatizando en que «las presas son cada vez más vulnerables a los cambios climáticos – sequías e inundaciones – y también producen un gran cantidad de metano".
Por su parte, Siziwe Mota, directora del programa de África de la organización International Rivers, alertó que «mientras el mundo enfrenta el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la sequía y la pandemia, nosotros necesitamos superar el abordaje anticuado de hidroeléctricas y traer soluciones reales."
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