La Corte de Apelaciones de Temuco confirmó la sentencia que condenó al ex general de Ejército, teniente a la época de los hechos, Ludovico Eduardo Aldunate Herman a la pena de 14 años de presidio efectivo, en calidad de autor del delito consumado de homicidio calificado del empleado de la Corporación de Reforma Agraria (CORA), Samuel Alfonso Catalán Lincoleo. Delito de carácter de lesa humanidad perpetrado en septiembre de 1974, en la comuna de Lautaro, provincia de Cautín.
Por Darío Núñez
En fallo unánime (causa rol 2105-2024), la Segunda Sala del tribunal de alzada descartó infracción en la sentencia impugnada, dictada en octubre de 2024 por el ministro en visita extraordinaria Álvaro Mesa Latorre.
En la causa, el tribunal de alzada confirmó las penas de tres años de presidio impuestas al ex detective de la Policía de Investigaciones Jorge Eusebio Barriga Soto y al ex oficial de Ejército Sergio Fernando Alcayaga Barraza, pero sustituidas por la libertad vigilada intensiva por igual lapso, como coautores del delito de detención ilegal de Samuel Alfonso Catalán Lincoleo, Domingo Cayuán Cheuquén y José Miguel Pacheco Coliluán.
Te puede interesar| Paine: Adiós a un sobreviviente de crímenes empresariales durante la dictadura
Samuel Alfonso Catalán Lincoleo, soltero, de 29 años, técnico agrícola, se desempeñaba desde 1970 como empleado de la Corporación de Reforma Agraria (CORA) en la comuna de Pitrufquén, estando a cargo de las expropiaciones de predios rurales. En 1973, luego del golpe militar solicitó su traslado a la oficina de Temuco, por lo que comenzó a viajar a esa ciudad desde la comuna de Lautaro, donde residía.
El trabajador, simpatizante de Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fue detenido en su domicilio ubicado en el Fundo Millachiguay el día 27 de agosto de 1974, alrededor de las dos de la madrugada, por una patrulla militar del regimiento reforzado N°20 'La Concepción' de Lautaro. El grupo aprehensor lo integraban el subteniente Sergio Fernando Alcayaga Barraza, más el sargento Héctor Salazar, algunos clase, soldados conscriptos y el detective Jorge Eusebio Barriga Soto de la Policía de Investigaciones de Lautaro.
La patrulla, que se movilizaba en vehículos militares, llegando al Fundo Millachiguay y al domicilio de la familia Catalán, ingresaron violentamente al inmueble, allanaron la vivienda causando destrozos, y agredieron con golpes de culata y disparos de amedrentamiento a Samuel Catalán Lincoleo para luego reducirlo. Junto con Samuel, en esa misma oportunidad, fueron detenidos Víctor Cristóbal Catalán Trangol, primo de Samuel Catalán, quien se encontraba alojando en el domicilio; Domingo Cayuán Cheuquén, trabajador del lugar, y José Miguel Pacheco Coliluán, vecino de la familia Catalán, quien había sido detenido previo al allanamiento. Todos los detenidos fueron conducidos hasta el Regimiento La Concepción de Lautaro, donde fueron ingresados como prisioneros en dependencias de esa unidad.
Te puede interesar| Corte Suprema dicta condenas contra excarabineros y exdetectives por crímenes en dictadura
Las tres personas detenidas junto con Samuel Catalán, que estaba vinculado al MIR, fueron interrogadas en el Regimiento por personal militar y dejadas en libertad en días posteriores; no así Samuel, del que nunca más se tuvo noticias de su situación y paradero.
Sin embargo, testimonios posteriores permitieron establecer que una patrulla que estaba a cargo del entonces teniente Ludovico Eduardo Aldunate Herman, y que estaba conformada por unos diez efectivos militares, entre oficiales, clases y conscriptos salió desde el regimiento, en camión, con dirección hacia la piscicultura de Lautaro. En un bosque que había en ese lugar, hicieron arrollidarse al detenido, le cubrieron el rostro con una prenda negra que el mismo vestía, y luego, el ex oficial Aldunate Herman, apoyó su fusil SIG en un arbusto para hacer puntería en la cabeza del detenido, disparándole y ocasionándole la muerte de manera inmediata.
Posteriormente el oficial ejecutor, ahora condenado por este crimen, siguió sus cometidos represivos en la DINA, como integrante de la Brigada Mulchén, y en la CNI, como parte de la Unidad Anti Terrorista (continuadora de la anterior), que operaba en el Cuartel Simón Bolívar, en Santiago.