La Corte Suprema rechazó los recursos de casación en el fondo interpuestos en contra de la sentencia que condenó a tres agentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado del trabajador Rubén David Arroyo Padilla, cometido a partir del 25 de noviembre de 1974, en el marco de la denominada "Operación Colombo".
Por Darío Núñez
En fallo unánime (causa rol 22.175-2018), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, la ministra María Teresa Letelier y la abogada (i) Pía Tavolari- tras descartar la prescripción de la acción penal y la media prescripción por tratarse de un crimen de lesa humanidad, confirmó la sentencia que condenó en calidad de autores del delito a los exoficiales de Ejército y exjerarcas de la extinta DINA Pedro Octavio Espinoza Bravo, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann y Miguel Krassnoff Martchenko a la pena de 7 años de presidio efectivo.
En la sentencia de primera instancia, dictada en abril de 2015 por el ministro especial para causas de Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Hernán Crisosto Greisse, había condenado a estos mismos criminales a la pena de 13 años de presidio; así mismo, ese fallo condenaba como autores del delito a otros 3 exjerarcas a la misma pena de 13 años, condenaba a otros 22 criminales a la pena de 10 años también en calidad de autores, y a otros 19 agentes a la pena de 4 años en calidad de cómplices. Sin embargo, en agosto de 2018 la Undécima Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago anuló el fallo del ministro Crisosto y condenó sólo a 3 exjerarcas por el delito, absolviendo a todos los demás implicados. Dicho fallo es el que ahora confirma la Segunda Sala de la Suprema.
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Rubén Arroyo era militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), tenía 24 años de edad. Hasta el golpe militar se desempeñaba como obrero gráfico del diario Última Hora y luego en la clandestinidad se ocupaba de tareas de propaganda y reproducción en un taller artesanal.
La Operación Colombo fue una acción de guerra psicológica llevada a cabo por la dictadura a mediados de 1975 destinada a causar terror en los opositores y resistentes al régimen dictatorial y a encubrir la desaparición de 119 detenidos que permanecían secuestrados en los cuarteles secretos de prisión y tortura de la DINA.
El 25 de junio de 1975 hizo publicar en un diario de la ciudad de Curitiba, en Brasil, la falacia de que 59 miembros del MIR habían muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad argentinas en la localidad de Salta; luego, el 15 de julio de 1975 en el semanario Lea de Buenos Aires hizo publicar un reportaje en que creaban la farsa de que 60 miristas chilenos habían sido eliminados por sus propios compañeros en supuestos ajustes de cuentas ocurridos en diversos países de América y en Francia. La suma de ambas mentiras da 119 personas. Los dos pasquines usados como parlantes de la falacia represiva solo fueron creados y editados por una sola vez para montar la mentira y no existieron ya más; los medios de prensa chilenos, cómplices de la dictadura y sus crímenes, se hicieron un festín grotesco con la "noticia" que les regalaba la inteligencia represiva de sus amigos uniformados.
En la investigación judicial el ministro Crisosto dejó establecidos los hechos de este episodio
En horas de la mañana del día 25 de noviembre de 1974, en circunstancias que Rubén David Arroyo Padilla se dirigía desde su domicilio, ubicado en calle Santo Domingo N° 3726, comuna de Santiago, hacia su lugar de trabajo, ubicado en calle Lira N° 580, de la misma comuna, fue detenido en la vía pública por agentes pertenecientes a la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), quienes lo trasladaron al recinto de detención clandestino denominado «Villa Grimaldi», ubicado en Lo Arrieta N° 8200, de la comuna de La Reina, que era custodiado por guardias armados y al cual sólo tenían acceso los agentes de la DINA.
Durante su secuestro en el cuartel de Villa Grimaldi permaneció sin contacto con el exterior, vendado y amarrado, siendo continuamente sometido a interrogatorios bajo tortura por los agentes que operaban en dicho cuartel con el propósito de obtener información relativa a integrantes del MIR, para proceder a la detención de otros miembros de esa organización.
La última vez que Arroyo Padilla fue visto con vida en Villa Grimaldi, ocurrió un día no determinado del mes de diciembre de 1974, sin que hasta la fecha exista antecedente sobre su paradero. Luego la DINA pone en marcha el montaje de la llamada "Operación Colombo". El nombre de Rubén David Arroyo Padilla apareció en un listado de 119 personas, publicado en la prensa nacional, en la que se daba cuenta que Arroyo Padilla había muerto en Argentina, junto a otras 59 personas pertenecientes al MIR. Las publicaciones en el extranjero y en el país que dieron por muerto a la víctima tuvieron origen en maniobras de desinformación efectuadas por agentes de la DINA en el exterior.