Una de las primeras sentencias por acoso escolar transfóbico fue ratificada por la Corte Suprema el pasado miércoles. Los actos discriminatorios que sufrieron un estudiante trans junto a su hermana por integrantes de la comunidad educativa fueron afirmados por el organismo judicial al rechazar un recurso de nulidad presentado por la Municipalidad de San Esteban.

Por José Figueroa Soto

El 5 de agosto la Corte Suprema dio a conocer la sentencia dictada a la Municipalidad de San Esteban, en su calidad de sostenedor, por un caso de acoso escolar transfóbico.

Los hechos se remontan al segundo semestre del año 2013, en el Colegio República de Brasil, lugar en el cual dos personas sufrieron acoso escolar a causa de su identidad de género: un estudiante trans y su hermana menor, ejercido por estudiantes y docentes del establecimiento.

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Ante esta situación, se iniciaron acciones legales en contra del municipio en el Segundo Juzgado de Letras de Los Andes, cuyo fallo fue a favor del menor y  ratificado por la Corte de Apelaciones.

Pero no es fue hasta el pasado miércoles que el máximo tribunal del país ratificó nuevamente esta sentencia, manifestando:

"Durante ese periodo [del 23 de julio al 9 de diciembre del 2013], ambos menores de edad sufrieron diferentes actos discriminatorios, derivados de la condición de niño transgénero de uno de ellos, algunos de los cuáles -además de los perpetrados por alumnos del referido establecimiento educativo- fueron provocados por profesionales de la educación de esa escuela".

Es por ello que la Tercera Sala de la Corte Suprema rechazó el recurso de nulidad presentado por la municipalidad, debiendo pagar una suma de $20 millones al menor y su familia por los daños provocados.

El fallo es celebrado por organizaciones LGBTIQ+, al tratarse de una de las primeras sentencias por acoso escolar transfóbico.