[resumen.cl] Esta semana la afirmación del presidente norteamericano Joe Biden a favor de liberar las patentes de las vacunas contra la Covid-19 vino a reafirmar un discurso que diversos líderes mundiales venían sosteniendo en los 5 continentes, liderados por Sudáfrica y la India.
Ante los dichos del presidente estadounidense, igual de rápida fue la respuesta en posición de la canciller alemana, la democratacristiana Ángela Merkel. En este sentido, hay que recordar que la vacuna de la farmacéutica norteamericana Pfizer, la más lucrativa hasta el momento, fue desarrollada en laboratorios alemanes por BioNTec.
La OMS se tomó de las declaraciones de Biden y las catalogó como un hecho "histórico", desarrollándose diversas declaraciones que han llevado a pronunciamientos favorables de Rusia y varios gobiernos dentro de la Unión Europea.
El anuncio ha sorprendido a todas y todos, viniendo del país donde el capitalismo es un credo y donde tienen las sedes la mayoría de las grandes compañías farmacéuticas, incluidas aquellas que han desarrollado vacunas contra el coronavirus: Moderna, Pfizer, Janssen o Novavax.
Revisa| Sputnik Light: Rusia aprueba vacuna de una sola dosis contra el coronavirus
De igual forma, se presenta otro elemento que da credibilidad al pronunciamiento de Biden, ya que pretende la liberación temporal a través de un mecanismo previsto en la propia Organización Mundial de Comercio (OMC) conocido como los ADPIC.
Los ADPIC (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio) o TRIPS, por su acrónimo en inglés, están muy emparentados con las leyes antimonopolio estadounidenses, por lo que su aplicación no es tan descabellada.
Sin embargo, la experiencia de la aplicación de este mecanismo no es buena en la OMC. A modo de ejemplo, el último país en solicitarla fue Ruanda y fracasó.
Lee| En su propia trampa: Colegio del cual Raúl Figueroa es apoderado envió 12 cursos a cuarentena
Tanto en los Estados Unidos como en la Unión Europea -poderes importantes dentro de la OMC- se ha acelerado el nivel de vacunación y ha descendido drásticamente el número de casos. En Estados Unidos, por su parte, esperan alcanzar inmunidad de rebaño en 2 meses y en la Unión Europea de 3 a 4; de ahí que un eventual proceso de suspensión de las patentes, que no sería inmediato, le permitiría a las farmacéuticas tener ganancias garantizadas.
Más bien las grandes potencias detectan que de no acelerar el proceso de vacunación en las naciones más pobres, les podría traer aparejado un riesgo como los que hoy se incuban en Sudamérica o la India: de no liberarse las patentes, los procesos de vacunación podrían extenderse por años.
Al día de hoy, según la propia OMS, únicamente un 0,3% de las 1.1000 millones de dosis de vacunas que se han fabricado han llegado a los países pobres.
Fotografía principal: topdoctors.cl