Cuando la prensa y su promoción de psicosis colectiva culpó a un grupo de brigadistas como supuestos pirómanos

La elite económica y sus medios de comunicación han iniciado una campaña para intentar instalar la idea en cuanto a que la responsabilidad en el origen de los incendios y sus desastrosas consecuencias estaría únicamente en la intencionalidad de individuos, desplazando la responsabilidad del Estado y de la industria forestal en generar condiciones completamente propicias para la ocurrencia y propagación del fuego en todas las regiones donde opera. Esta misma estrategia se ocupó en los megaincendios de 2017, donde la psicosis colectiva acusó a un grupo de personas voluntarias realizando un contrafuego en los puentes camino a Florida como supuestos autores de incendios, viralizando sus rostros por todas partes, incluso siendo señalados por autoridades locales.

Por Alejandro Baeza

Catastrófica es la situación de los incendios forestales en el centro-sur de Chile. Las extensas plantaciones de monocultivo de empresas forestales han llenado de material combustible como pinos y eucaliptus de miles de hectáreas, arrasando ecosistemas naturales, afectando la biodiversidad y poniendo en riesgo directo a las comunidades aledañas a las plantaciones.

Esta situación en que un porcentaje importante del país se ha sembrado exclusivamente con especies de comprobada alta inflamabilidad, en un escenario de cambio climático que ha provocado años de sequía acumulada y temperaturas récord en la zona, es el cóctel perfecto para un desastre que como chispa puede tener acciones intencionadas de pirómanos, accidentes, acciones inseguras, desperfectos eléctricos y un larguísimo etcétera.

Revisa: ARCHIVO | Psicosis y criminalización en medio de la catástrofe: El caso de la brigada de Poñén

No obstante, el discurso de buscar villanos que con una irracional mala intención y que cargados de un par de bidones de bencina lograron destruir cientos de miles de hectáreas en tres regiones no sólo es funcional al show televisivo que busca a través del impacto captar audiencia, sino también es funcional al discurso de los grandes grupos forestales.

En Chile existen más de tres millones de hectáreas de pino y eucalipto. La mayoría se encuentran en las regiones afectadas por los megaincendios de esta temporada: Maule, ñuble, Biobío y Araucanía y coinciden con los lugares que se están quemando.

Estas especies contienen resinas y otros hidrocarburos volátiles altamente inflamables, como demuestran diversas investigaciones científicas. Por lo que incluso siendo real la idea de supuestos pirómanos, les resultaría prácticamente imposible generar incendios de esta magnitud en bosques de árboles nativos.

 

La histeria de la prensa santiaguina en su búsqueda de pirómanos

En enero de 2017 el país vivió los megaincendios forestales más grandes de su historia. La cobertura sensacionalista y desinformada de la realidad de los territorios de parte de los medios santiaguinos instaló rápidamente, sin ningún tipo de prueba o investigación previa, la idea que habían sido provocado intencionalmente por bandas de personas.

Esta histeria colectiva provocada por la prensa que insistía -sin base- en culpar a pirómanos como autores de incendios afectó a la «Brigada Poñén» en la comuna de Florida.

Te puede interesar | «Llamas del Despojo»: Documental aborda la relación entre las forestales y los incendios

El grupo compuesto por vecinos de esta localidad rural se ha organizado para hacer frente a estas situaciones debido a lo constante de estos episodios. Muchos se han desempeñado en faenas forestales y de combate de incendios, poseen conocimientos teóricos y prácticos, están equipados de motos todo terreno, cuadrimotos, camionetas, motosierras y herramientas de diverso tipo.

Trabajando la realización de un contrafuego en la ruta Concepción-Bulnes a la altura del Puente 5 fueron fotografiados por un transeúnte que subió la imagen a redes sociales acusándolos de autores de incendio, imagen que fue altamente viralizada, a tal punto, que una patrulla militar se apostó en el acceso a Poñén. Uno de los principales difamadores y quien compartió mayormente la imagen, fue el activista empresarial Juan Pablo Sweet.

Días más tarde, el entonces intendente y actual gobernador regional, Rodrigo Díaz, incluso habló con la prensa de los provocadores de incendios del sector los puentes y quien fuera el jefe de la Defensa Nacional para el Estado de Catástrofe en la región, contralmirante Marcelo Gómez, prohibió transportar bencina, petróleo y parafina en bidones u otros recipientes similares.

Tanto entonces como hoy, diversos agentes desde los medios de comunicación empresariales han realizado verdaderas campañas de desinformación, apuntando a individuos como los responsables de la catástrofe, desplazando la responsabilidad del Estado y de la industria forestal en generar condiciones completamente propicias para la ocurrencia y propagación del fuego en todas las regiones donde opera.

Estas leyendo

Cuando la prensa y su promoción de psicosis colectiva culpó a un grupo de brigadistas como supuestos pirómanos