«Nuestro problema más grave es que la industria forestal no quiere ceder terreno para viviendas. Estuvimos dialogando con las autoridades y las forestales durante 12 años, pero no llegamos a nada. Sin soluciones a la vista, la población comenzó a tomarse los terrenos, «comentan desde Curanilahue.
Por Andrés Figueroa Cornejo
El sistema frontal que afecta desastrosamente el sur del país y avanza hacia el centro, se ha concentrado en la región del Biobío, y en particular en la ciudad de Curanilahue, provincia de Arauco.
El temporal ha provocado dramáticos estragos, particularmente, en la zona donde se encuentra la comunidad humana que lucha por una vivienda y vida digna y que forma la Toma de Curanilahue.
De acuerdo a una de las pobladoras del asentamiento ubicado cerca del río Curanilahue, este miércoles 12 de junio durante la tarde, informó que, «el río se desbordó por completo. Las viviendas que levantamos provisoriamente ya están cubiertas por más de un metro de agua. Se inutilizó la leña que teníamos para calefacción y para cocinar. Los animalitos de mis vecinos debieron ser llevados hacia la altura para que no perecieran ahogados», y agregó, que «somos 32 familias que debimos tomarnos este sitio por necesidad y por carecer de opciones para postular a una vivienda social. Hemos intentado acceder a muchos programas habitacionales, pero como le ha ocurrido al 90 % de los curanilahuinos, no lo hemos conseguido. Sólo queremos que esto pase pronto».
La pobladora del campamento precisó que «no tenemos luz eléctrica ni agua desde las 9.00 de la mañana. La mayoría de los vecinos se quedará cuidando lo poco que tiene por miedo a perderlo todo».
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- ¿Y qué ayuda han recibido de la Municipalidad de Curanilahue?
«Yo les informé temprano de lo que nos está ocurriendo, enviándole fotos y videos, pero no ha llegado nadie por el colapso que atraviesa la región. Por los desbordes, los caminos se han cerrado de manera que hemos quedado aislados. Para aquellas familias que están completamente inundadas, se habilitó como albergue la escuela para adultos Fermín Fierro.»
Por su parte, Lidia Nahuelpán, perteneciente a la directiva de Tomas y Campamentos en Rebeldía, y habitante de Curanilahue, comunicó que «estamos con el corazón en la mano al ver cómo sufren las familias, nuestros vecinos. Hace más de 20 años que no se veían estas inundaciones tan grandes», y agregó que, «nuestra localidad creció como comuna minera y sobre la base de campamentos en los tiempos del carbón, a inicios del siglo pasado y en las postrimerías del siglo antepasado. Contemporáneamente llegaron las empresas forestales, que ofrecieron trabajo a nuestra gente, pero que comenzaron a dedicarse a plantar exclusivamente pinos y eucaliptos alrededor del pueblo. Ello ha impedido que crezca la comuna y hace 40 años que no se modifica el plano regulador, por lo mismo. Al no haber espacio ni terrenos, muchas familias han tenido que construir al borde del río».
La dirigenta detalló que cerca del 90 % del suelo es propiedad de las empresas forestales. De este modo «ellas son la gran piedra del zapato de nuestra población. Se disparó el precio de los arriendos mientras que la gente sobrevive con el sueldo mínimo.»
Lidia Nahuelpán dijo que «nuestro problema más grave es que la industria forestal no quiere ceder terreno para viviendas. Estuvimos dialogando con las autoridades y las forestales durante 12 años, pero no llegamos a nada. Sin soluciones a la vista, la población comenzó a tomarse los terrenos. Hablamos de un pueblo donde cuesta mucho salir adelante, donde todo se logra con esfuerzos tremendos. La comuna de Curanilahue y la provincia de Arauco son lugares invisibilizados. Nos sentimos atropellados y vulnerados en nuestra condición humana y como ciudadanos. Por si fuera poco, ahora el Estado nos lanza una ley anti-tomas (Ley de Usurpaciones). Pero saldremos de esta catástrofe».
*Las imágenes fueron facilitadas por los pobladores de la toma