Joao Saldanha: El subversivo que creó la mejor selección brasileña de la historia

El fracaso del seleccionado de futbol brasileño en la copa del mundo celebrada en Inglaterra en 1966, donde fue eliminado en la primera fase de grupos, tras ser derrotado por Portugal (3-0) y Hungría (3-1) en el grupo 3 de aquel mundial, dio lugar a la creación de una inédita selección a cargo de Joao Saldanha. Para muchos, la mejor de todos los tiempos.

Por Joaquín Pérez

El traspié obligaba a grandes cambios en el funcionamiento deportivo del equipo.

En ese contexto, el entonces presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol Joao Havelange, quien dirigiría posteriormente a la FIFA durante décadas, nombró sorprendentemente al extécnico de Botafogo, Joao Saldanha, como entrenador de la selección nacional.

Brasil vivía una dictadura militar desde 1964 y el derechista Havelange nombraba a un hombre reconocido por sus ideas de izquierda, lo que no dejaba de sorprender.

La vida de Joa Saldanha era digna de un film.

De hecho, entre otras cosas, él mismo había actuado en alguna películas. Ya desde antes de nacer, el contexto histórico de la vida de Saldanha es una epopeya, ya que sus padres vivieron exiliados en Uruguay a finales del siglo XIX, tras la derrota de la revolución federalista en Río Grande del Sur, conocida también como Revolución de la Maragatos (1893-1894). La rebelión autonomista en el sur de Brasil, costó la vida a cerca de 10.000 personas, causó numerosos desplazados y fue sofocada militarmente por el estado central.

Sin embargo, los conflictos políticos en Rio Grande y los estados "gauchos" del Sur de Brasil continuaron tras el aplastamiento de la rebelión.

Joao Saldanha nace en la localidad de Alegrete, Estado de Río Grande del Sur, el 3 de julio 1917. Con apenas seis años, junto a sus hermanos, escondía armas para llevárselas a los guerrilleros gauchos.

Ya joven, inició sus estudios de Derecho, pero en paralelo mantuvo una profunda pasión por las letras y la literatura, como estudiante es parte de los redactores de los boletines clandestinos de la organización juvenil Alianza Internacional Libertaria, allí inicia una relación con el periodismo, a la par que con el fútbol. Su talento con el balón, lo llevó a ser futbolista profesional, llegando a jugar por el popular club de Rio de Janeiro, Botafogo.

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Una lesión, lo obligó a dejar el futbol profesional y abocarse al periodismo. Inició una militancia clandestina en el Partido Comunista de Brasil y parte a China como delegado del Partido Comunista brasileño en la Larga Marcha de Mao, posteriormente, partió a Europa donde fue corresponsal de Guerra, acompañando a las tropas del General Montgomery tras el desembarco de Normandía.

A su llegada a Brasil en 1946, fue detenido, tras ello se marchó a la región de Paraná en el Sur del país para sumarse a una guerrilla campesina, donde fue alfabetizador con la chapa de "Profesor Siqueira". Opositor al gobierno de Getulio Vargas, en 1949, fue herido de bala durante una manifestación contra la OTAN.

Tras años de intensa actividad política clandestina y de trabajo como periodista, donde desarrolló una importante faceta como periodista deportivo, en 1957 el club Botafogo le ofreció dirigir el primer plantel del club, con el cual gano el torneo estadual, con Garrincha, Didí y Nilson en cancha.

Tras el Golpe militar, la persecución política a los militantes de izquierda se tornó crítica en Brasil.

Fue en ese contexto que Joao Havelange ofreció a Saldanha dirigir la canarinha. Había sido elegido pues, como periodista deportivo, expuso ideas revolucionarias para la época en materia de futbol: "El terreno de juego no es una subdivisión, nadie es dueño de una parcela, ni de una posición fija", hasta ese entonces el fútbol era de posiciones fijas, muy rígido, algo que no se terminaría de romper hasta la creación del futbol total por parte de los holandeses a principio de la década del 70 del siglo pasado.

El efecto positivo de las nuevas ideas de Saldanha en el juego de la selección, se pudo apreciar de inmediato. Durante las eliminatorias para el Mundial de México 70, Brasil estaba en el grupo eliminatorio con Colombia, Paraguay y Venezuela. En ese grupo Brasil anotó 23 goles y recibió solo 2, ganando todos sus partidos de forma categórica.

Era "la Brasil de los cinco 10": Gerson, Jairzinho, Rivelino, Pelé y Testao.

El líder en la cancha de ese equipo era Testao, máximo goleador del equipo, mediocampista del Club Cruzeiro, natural de la ciudad de Belo Horizonte y con el que Saldanha empatizó desde un comienzo debido a las ideas de izquierdas.

La popularidad de Saldanha era altísima en Brasil, sin embargo, sus declaraciones públicas e ideas políticas le pasaron la cuenta.

Sus opiniones sobre actuaciones de la policía británica (Scotland Yard) o sobre las fuerzas alemanas durante las guerras mundiales, provocaron incidentes diplomáticos meses antes de la copa del mundo. Ni hablar de sus opiniones en política interna de Brasil, donde hablaba abiertamente de censura, torturas o de presos políticos. Llegó a llamar al general Garrastazu Medici, quien gobernó Brasil entre 1969-1974 "el mayor asesino de la historia de Brasil".

Las disputas con el dictador comenzaron en todo caso por el fútbol, cuando el general le solicitó a Saldanha que convocase a Darío, delantero del Atlético Mineiro, a la selección nacional. Saldanha le respondió "señor presidente, hagamos un pacto, yo no me meteré en la elección de sus ministros y usted no lo hará en la elección de los jugadores".

La dictadura intervino la selección nacional, nombró nada menos que a un general de Brigada Jerónimo Bastos como jefe de la delegación, el capitán de Artillería Claudio Coutinho como asistente, además de dos preparadores físicos de la escuela de Educación Física del ejército.

Años más tarde, Coutinho fue nombrado seleccionador en 1978, obligó a los jugadores a cortarse el pelo, promulgó un estilo de juego conservador.

Según el periodista Carlos Ferreira Vilarinho en su libro ¿Quién derribó a Joao Saldanha?, "desde la clasificación, los militares tenían decidida su destitución".

Tras una campaña para enlodar su imagen personal para la cual se utilizaron grandes medios de comunicación, se transmitió la imagen de un Saldanha inestable emocionalmente y con serios problemas con el alcohol.

Finalmente, en marzo de 1970, apenas 3 meses antes del mundial, el seleccionador nacional Joao Saldanha era destituido. Había creado un equipo y un estilo de juego, alegre y ofensivo, que convirtió a este seleccionado en el mejor de toda la historia del futbol brasileño.

Coutinho había comunicado al dictador Garrastazu Medici que "la selección brasileña está en manos de un hombre en total desacuerdo con la revolución militar, un subversivo bolchevique".

La destitución se ejecutó durante un partido de entrenamiento. En aquel momento el defensa Hércules de Brito comandó un motín interno en favor del técnico, el cual no prosperó por la traición de jugadores como Pelé. Su puesto fue ocupado por Mario Zagallo, un técnico alejado de todo comportamiento contestatario. Saldanha fue claro al analizar lo sucedido: "Es fácil entender por qué me han echado, mucho menos lo es comprender por qué me contrataron".

Tras su salida de la selección Saldanha volvió al periodismo deportivo, Última Hora, Jornal do Brazil, O Globo y Placar. Había seguido en directo todos los mundiales desde 1930 a 1990, durante toda su carrera fue un crítico de la escuela atlética en el futbol, impuesta durante la dictadura por el técnico Coutinho, siempre en defensa del "Jogo Bonito" que impulsó entre otros el técnico Tele Santana.

Joao Saldanha falleció en Roma a consecuencia de un edema pulmonar, mientras cubría el mundial de 1990, su ultima crónica, escrita solo una semana antes de morir, sobre la semifinal de aquel mundial entre Inglaterra y Alemania.

La dictadura militar brasileña quiso domesticar a los futbolistas, impioniendo incluso criterios estéticos como cortarse el pelo y la prohibición de dejarse la barba. De los primeros en sufrir aquellas medidas estuvieron Alfonsinho García Reis, estudiante de Medicina y mediocampista del Botafogo apartado del equipo por el tecnico Zagallo por no cortarse su pelo largo y la barba.

O situaciones como las de Nando Antunes Coimbra, hermano mayor de Zico, jugador del América de Río, que fue detenido y encarcelado por ser militante del Movimiento Revolucionario 8 de octubre (MR8) y quien había manifestado a la revista Líbero: "Hasta 1964, Brasil era un país pródigo en las artes, los deportes, la música, la arquitectura o el urbanismo, pero entonces llegó la oscuridad" (en referencia al golpe militar). Otro de los valientes que se levantó contra la dictadura fue José Reinaldo da Lima, máximo goleador del torneo brasileño de 1977 y 1978, acostumbraba a celebrar sus tantos con el puño izquierdo en alto. Algo que repitió tras marcar a Suecia en la copa del mundo celebrada en Argentina.

Ellos serán los precursores de lo que más tarde (1982) seria llamado la Democracia Corinthiana, el mayor desafió a la dictadura militar en Brasil al interior de los estadios de fútbol.

 

Foto: Kodromagazine

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