La obra, que aborda la niñez y juventud del poeta y cantautor cubano Silvio Rodríguez, estaba agendada para este 10 de enero en la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), pero su estreno fue cancelado desde la Dirección de Extensión, según integrantes del Centro de Artes Escénicas Oráculo, como un acto se censura al contenido de la pieza.

Por Juan Contreras Jara / Información de Antomella Becerra Norambuena

«Silvio, un niño cubano» es la obra escénica que pretendía exponerse en la UCSC por parte del Centro de Artes Escénicas Oráculo, sin embargo, desde la casa de estudios penquista les comunicaron, seis días antes, que la obra se cancelaba.

Según explican desde el centro artístico, la respuesta de la universidad se habría basado en una supuesta evaluación por parte de un comité de expertos, que debía revisar el contenido de la misma. En esta línea, el realizador y también docente de la UCSC, Manuel Loyola, comentó que, «trabajo hace 19 años en la UCSC como profesor part-time, y puedo asegurar que no existe tal comisión de expertos que sancione los guiones de las obras que allí se presentan. Por lo demás, jamás se nos mencionó que estábamos en un proceso de evaluación, de haberlo sabido, no habríamos participado de tal revisión".

Te puede interesar: UCSC despide a más de cincuenta funcionarios/as a un mes de su huelga: Desde sindicato acusan represalias

Desde la UCSC, Jorge Rozas, director de Extensión, informó que, «la versión oficial de la universidad es que la compañía no cumplió con todo el procedimiento necesario para que fuera aprobado, solo se llegó a la mitad. Hubo un malentendido con el funcionario designado que no completó el procedimiento. De todas maneras, le enviamos un correo donde le comentamos que en un futuro próximo podemos volver a evaluar su obra sin ningún problema».

«Silvio, un niño cubano»

La producción escénica aborda la niñez y juventud del destacado cantautor cubano Silvio Rodríguez y su participación en procesos ligados a la Revolución Cubana, como el de alfabetización de la población, a través de marionetas, teatro gestual, máscaras y música en vivo. Se estrenó el 15 de diciembre pasado, en la sala Andrés Pérez del Centro Oráculo, ubicada en el barrio Puchacay de Concepción, con un éxito rotundo, por lo que sus realizadores buscaron mostrarla en otros escenarios.

Fue así que llegaron a entablar conversaciones, según indican, con el director de Extensión de la UCSC, Jorge Rozas, y con el jefe Unidad De Gestión de Recursos y Redes Culturales, Víctor Aravena, con quienes se habría agendado para enero de 2023 la exposición de la obra en la casa de estudios.

Los problemas y una exposición fallida

«El director manifestó dudas sobre el tema, pero le comenté que es una obra centrada en la infancia del poeta. Una historia de niños. Rozas se mostró preocupado por el contenido, más aún porque no podrá ver la obra ese día. Víctor Aravena se mostró muy entusiasmado con la idea de llevar Oráculo y su obra. Él proyectó una sala con mucho público, pues la obra tuvo tres funciones de estreno a "tablero vuelto". La reunión finalizó con el acuerdo de llevar la obra, solo restaba definir la fecha y enviar la solicitud de inscripción de autoría de la obra en la Dibam», explicó Manuel Loyola.

Durante la última semana de diciembre, según lo expuesto por Loyola, se habrían ido afinando los detalles para la exposición. Incluso, durante la mañana de este miércoles, integrantes de Oráculo visitaron las instalaciones de la UCSC y revisaron su ficha técnica de sonido e iluminación, pero durante la misma tarde de ayer finalmente las funciones fueron canceladas.

Rozas desmintió lo expuesto por los realizadores de «Silvio, un niño cubano» y su acusación de censura, acotando que, «yo le respondí que había que revisarlo. Luego derive el tema a Redes y Recursos y lo llame para que se hiciera cargo del tema, ya que yo estaba ocupado con otras cosas. Le expliqué rápidamente al director que nosotros hacemos cierta evaluación y que tenemos una unidad que se preocupa de realizar toda la documentación, de que estén al día los derechos intelectuales y todos los aspectos legales, nosotros protegemos mucho eso. Y al mismo tiempo, teníamos que revisar las posibles fechas disponibles y la primera que surgió fue el 10 de enero».

Desde el Centro de Artes Escénicas Oráculo acusan censura por parte de Rozas, aludiendo que habría sido su decisión la que los sacó del programa. Ante esto, el funcionario de la UCSC respondió que, » no hay ninguna situación rara aquí con respecto a lo que él expone. Simplemente, se ofuscó y escribió un montón de cosas en sus redes sociales».

Por lo pronto, los integrantes del centro artístico ya evalúan exponer la exitosa obra en otro espacio, afirmando que no se someterán a ninguna evaluación sobre su contenido.

Tras la publicación de la nota, se contactó con Resumen Víctor Aravena, funcionario que formó parte de los masivos despidos al interior de la UCSC y que refuta tajantemente lo expuesto por el director de Extensión de la casa de estudios, Jorge Rozas, asegurando que la responsabilidad de bajar la obra provino exclusivamente desde la universidad y que él no tiene nada que ver con esta determinación, puesto que se encontraba despedido.

En sus descargos, Aravena explicó que, «se me está culpando en parte de la responsabilidad en el hecho de censura, en una falta de gestión o en un trabajo mal hecho, lo que es absolutamente falso. Yo en este momento me encuentro desvinculado de la institución, dos días después de la reunión que menciona Manuel Loyola con Jorge, yo soy desvinculado y ante este hecho, el director endosa parte de la responsabilidad a mi trabajo. Esta es una afrenta total a mi dignidad como trabajador y a los valores que fundan a la universidad. Me parece un hecho grave».

Lo anterior fue ratificado por el Centro de Artes Escénicas Oráculo, desde donde aclararon que sus dardos apuntas únicamente contra la casa de estudios y Jorge Rozas, director de Extensión de la UCSC.

«El sr. Víctor Aravena es un profesional de excelencia, altamente calificado y respetuoso de los procedimientos de la institución. Trabajamos juntos en proyectos al interior de la universidad, jamás habría tomado decisiones apresuradas ni personales. La decisión de sacarnos de la programación es una decisión personal del sr. Rozas», aclaró Loyola.