[resumen.cl] A través de fotografiás aéreas de los fundos que conforman el único Santuario de la Naturaleza de la Región del Biobío se puede ver la intervención y daño al bosque nativo, según denuncian organizaciones socioambientales. Con maquinaria se están ejecutando trabajos de construcción de caminos en los ecosistemas que existen en la Península de Hualpén. Las perturbaciones e impactos negativos que están viviendo diversos sectores son producto de los intereses privados por vender y lucrar con un espacio altamente simbólico a nivel recracional para la comunidad del Gran Concepción, así como para la conservación y estudio diversas de especies vegetales y animales del Biobío.
Varias perturbaciones en el Santuario de la Naturaleza Península de Hualpén han sido denunciados durante la última semana por organizaciones socioambientales que han visitado la zona constatando los daños en el sector, como por ejemplo Codeff y la Coordinadora Territorial Wallpen. La denuncia guarda relación con la construcción de caminos, tala de bosque nativo y otras perturbaciones.
Lo que estaría detrás de estos impactos negativos sería la privatización sistemática del Santuario de la Naturaleza, el cual está siendo loteado y vendido por internet a precios millonarios. Los empresarios Navarrete Rolando o la familia Yaconi, son solo algunos de los grupos que se encuentran loteando el patrimonio natural para proyectos inmobiliarios privatizadores en la zona. Otras familias acaudaladas que también cuentan con terrenos son los Price, Echeverri, Macaya, Perone, entre otros.
Uno de los fundos que están loteándose y vendiéndose es Las Escaleras, en donde existe una bella playa que durante décadas tuvo acceso publico, pero que ahora fue clausurada por los empresarios de la familia Yaconi que reclaman el fundo como propio.Durante febrero de 2019 se registró un violento desalojo en el fundo de familias que llevaban décadas viviendo en el lugar, y que tenían el respaldo de un grupo de activistas que estaban también acampando en la zona. Durante la acción fueron heridos de perdigones y detenidos por Carabineros de forma sumamente violenta.
Otro de los terrenos que vende la familia de empresarios Yaconi es el titulado como «Camino Ramuncho Sin Numero, Unidad 14» descrito como un «hermoso terreno ubicado al interior de condominio tipo B, con acceso controlado, inserto en bosque nativo con vista en primera línea hacia el mar». Este terreno de 1500 metros cuadrados es vendido a 127 millones de pesos, lo cual significaría prácticamente que proporcionalmente se está vendiendo la hectárea a cerca de 1 millón de dólares. Precios millonarios que solo los más privilegiados de la sociedad pueden acceder. Este proceso de venta de lotes está generando la privatización de la península y su elitización, permitiendo que solo los sectores más acomodados tengan acceso a espacios naturales que podrían perfectamente potenciarse como espacios públicos de protección y educación ambiental.
Otros terrenos son vendidos a 57 millones de pesos los 949 metros cuadrados, también por los Yaconi. Estos empresarios tienen además un centro de eventos que está posicionado en una zona cercana a acantilados que albergan una alta diversidad de aves, denuncian activistas socioambientales.
En el fundo Las Escaleras aparte de todo el negocio que se realiza, existe una cancha de motos, en donde hacen competencias no solo en la cancha, sino que ocupan senderos en medio de bosque nativo, lo cual constituye un gran atentado para la fauna y flora del lugar.
Otro terreno que se está siendo vendido a 162 millones de pesos la hectárea es caracterizado como con un «Entorno natural de gran belleza escénica y rica flora nativa. Factibilidad energía eléctrica y agua vertiente y a 20 minutos de Petrox costanera Talcahuano Concepción».
Mediante este proceso de privatización se encuentra en peligro uno de los espacios naturales más emblemáticos e importantes del Gran Concepción y el Biobío. Todo el potencial de conservación ecológica, educación ambiental, así como emprendimientos de carácter local de turismo sustentable y comunitario que podrían generar las comunidades que habitan en las caletas y otros sectores de la península estaría amenazado. El avance de estos negocios inmobiliarios podrían disminuir el carácter inclusivo, público y abierto de este hermoso y emblemático espacio natural de la región del Biobío.