El pasado 5 de marzo se proclamó en el Ministerio del Medio Ambiente una nueva modificación en la norma lumínica destinada a proteger los cielos de Chile. Esta está destinada a palear el aumento de contaminación lumínica por la luz artificial en las ciudades. En el día de la astronomía, vale recordar la importancia de los cielos, no solo desde el conocimiento científico, sino del cuidado de la biodiversidad de las especies y de la salud humana.
Por Valentina Luza Carrión / resumen.cl
En Chile se concentra cerca del 40% de capacidad astronómica del mundo y se espera que en los próximos años llegue a un 70%, según datos del Ministerio del Medio Ambiente. Dadas las excelentes condiciones climáticas y geográficas que existen, se ha calificado a Chile como un líder mundial en cielos limpios. Sobre todo en el norte del país.
Sin embargo, el avance del turismo y el urbanismo de las ciudades, ha aumentado la contaminación lumínica en el país. Se estima que ha nivel mundial esta aumenta en promedio un 2%. En los últimos años, su alza ha sido materia de preocupación desde las comunidades y las organizaciones gubernamentales.
En su mayoría, la contaminación es producida por la excesiva luminosidad artificial, que proviene de alumbrado público, calles, parques, plazas, industrias, estadios o publicidad en pantallas LED. Es por su nivel y color, que produce estos impactos ambientales.
Por lo anterior, a inicios de mes fue aprobada la modificación- de la ya existente norma lumínica- por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad. Esta añade disminuciones regidas por la ley en la luz de las ciudades de todo el país. Anteriormente esta solo era aplicada en las regiones de Antofagasta, Coquimbo y Atacama.
Los científicos a cargo de corroborar lo anterior, principalmente fueron motivados por los riesgos que se atribuyen al conocimiento astronómico. Sin embargo, se ha llegado a demostrar que se trata de un grave problema de carácter ambiental, no solo por la imposibilidad que pueda traer a la observación astronómica, sino también las consecuencias que hay en la biodiversidad y salud de las personas. Su alza ha sido silenciosa y es ahí donde recae también la peligrosidad, indican los expertos.
En ese sentido las principales modificaciones a la norma vigente son: la incorporación de la biodiversidad y la salud humana, como un objeto de protección adicional a la calidad astronómica del cielo nocturno; la extensión del alcance territorial a todo el país; reducir la emisión de luz azul desde un 15% a un 7% en todo el territorio y a un 1% en zonas relacionadas a observación astronómica.
Para los letreros publicitarios luminosos -pantallas LED entre otros-, por ejemplo-, se establece según las modificaciones, un límite de luminancia (50 cd/m2), y que estos no podrán ser orientados en ángulos mayores a 0º con respecto al plano horizontal.
"Ni tampoco podrán ser orientados en dirección a casas y edificios que constituyan morada. Estas condiciones deberán quedar fijadas en el permiso que para tales efectos entregue el municipio que corresponda, previo a su instalación", señala el documento en consulta pública.
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Cabe destacar que para aquellos lugares/áreas que estén vinculadas con la presencia de especies categorizadas como "en peligro","vulnerable" o "en peligro crítico", el área de protección especial se extendería hasta en 5 kilómetros desde el límite exterior del lugar.
La lista de lugares calificados como tal, deberá ser revisada anualmente por el Ministerio de Medio Ambiente. Respecto a las áreas de protección de biodiversidad, se consideran estrictamente los Parques Marinos, Parques Nacionales, Santuarios de la Naturaleza, Reservas Forestales, Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples usos, entre otros del mismo carácter.
"Con esta norma buscamos recuperar la noche y proteger el cielo de todos y para todos los chilenos, con todos los beneficios que eso significa. No queremos iluminar menos, queremos iluminar mejor. Disminuir la contaminación lumínica no significa apagar las luces, sino que aprender a hacerlo de buena forma, ahorrando energía e iluminando donde es necesario sin desperdiciar ni contaminar" afirmó el ministro del Medio Ambiente, Jaime Naranjo.
La decisión de revisar la norma anterior responde a que más del 30% de los chilenos vive en lugares donde la luz artificial no permite ver las estrellas, y la relevancia de la astronomía en Chile. Su observación es casi nula en lugares urbanos.
Además, como ya se mencionó, la contaminación lumínica afecta fuertemente a la biodiversidad, como a aves marinas, especies categorizadas "en peligro", las cuales caen producto de las luces y que muchas ocasiones mueren.
Se ha comprobado el efecto negativo de la luz eléctrica en algunas especies animales; aves migratorias, marinas, insectos y hasta anfibios. Tal es el caso de la muerte masiva de golondrinas de mar en Iquique, por la desorientación dada la implementación de luces nuevas en la ciudad.
Uno de los impactos registrados en seres vivos, tanto animales como seres humanos, se encuentran la inhibición en la secreción de la melatonina, hormona encargada de regular el descanso, procesos metabólicos y el reloj biológico de los seres vivos.
Además estudios han señalado que el exceso de luz artificial durante las noches es causante de la interrupción de la cadena de polinización debido a la desorientación y trastornos que producen las luces. También es artífice de desajustes en la cadena trófica e, incluso, mortalidad en masa entre los insectos.
Nathalie Ricard es científica de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (Unoosa) y detalló en el estudio que "los seres humanos entran también dentro de ese cúmulo de especies afectadas por la contaminación lumínica debido a nuestros lazos con la oscuridad durante la noche". La cual se ha perdido con el aumento de la vida en urbana.
Todas las especies, entonces, son sensibles a modificaciones de los patrones de conducta y de los patrones de alimentación de las especies. En los animales llega a alterar el equilibrio natural que existe en un ecosistema y cambia los patrones de migración.
Durante los próximos días el Decreto Supremo de la norma se espera que sea firmado por el Presidente de la República Gabriel Boric, para luego ingresar a la revisión de la Contraloría para luego ser publicada y entrar en vigencia.