En junio de 2017, mediante decreto del Ministerio de Educación, se declaró al ex Fuerte El Morro de Talcahuano como Monumento Histórico y Sitio de Memoria. Tal resolución venía a ratificar la declaratoria efectuada en tal sentido por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en noviembre de 2016. Las gestiones previas y solicitud ante el CMN fueron formuladas por la Corporación Mutual Bautista Van Schouwen Vasey, de Concepción, entidad que agrupa a numerosos ex prisioneros y prisioneras políticas de la época de la dictadura militar, muchos de los cuales permanecieron detenidos en ese recinto.
Por Joaquín Pérez
Desde la dictación de ese decreto el lugar adquiere la dimensión de "patrimonial". La condición legal y formal de Monumento Histórico Nacional que se le asignó al ex Fuerte El Morro fue un hito de enorme importancia en la labor desarrollada desde el año 2010 por la Mutual Van Schouwen en pro del rescate, recuperación y visibilización de ese espacio como un ex centro clandestino de prisión y tortura.
Lo que comenzó como prestaciones de ayuda solidaria por parte de la Mutual a las personas damnificadas por el terremoto y tsunami de febrero de 2010, que se habían refugiado en el cerro el Morro, permitió a los mutualistas encontrarse con el sitio de prisión clandestina en donde habían sido recluidos y sometidos a tormentos por los agentes represivos de la dictadura militar. Ese episodio solidario fue el puntapié inicial para el propósito de denunciar la existencia de este centro clandestino y exigir su recuperación como espacio de memoria que reivindique a las víctimas de las violaciones a los derechos humanos.
Desde entonces la Corporación Mutual se abocó a desarrollar una ingente actividad tendiente a informar a la comunidad penquista y chorera acerca de la significación criminal que tenía este espacio en apariencia tranquilo, semi oculto tras la existencia y funcionamiento del recinto deportivo Estadio El Morro ubicado en el mismo predio fiscal, a un costado del sitio de oprobio. Junto con ese empeño informativo por develar la historia oculta del lugar y de los individuos y organismos que lo controlaron y dirigieron durante los años del terror dictatorial, la Mutual se ocupó de indagar entre los sobrevivientes para reconstruir el uso que le dieron al lugar en ese período las fuerzas militares y represivas del régimen dictatorial.
A la par de ello, se dio a la tarea de recoger testimonios y relatos para la confección de un documental y de un texto escrito que dieran cuenta de la verdad no conocida de un recinto ubicado en el barrio. Las gestiones con instituciones y organismos estatales para lograr que el recinto fuese reconocido como Sitio de Memoria y se le otorgara la cesión del mismo para gestionar recuperación y funcionamiento, se chocaron con la indiferencia y el negacionismo disfrazado de muchos personeros que podían resolver acerca de los destinos formales de un espacio fiscal, sujeto a la normativa de un ministerio o de autoridades locales que, poseídos por el espíritu de "justicia en la medida de lo posible", prefirieron hacerse los desentendidos.
El desdén de las autoridades y organismos no inhibió la decisión de la Mutual de develar y recuperar el espacio. Fue así como, además de las acciones de propaganda, presentaron la solicitud de declaratoria como monumento histórico ante el Consejo de Monumentos Nacionales con la finalidad de garantizar la preservación y protección del recinto. Como ya hemos dicho, a un costado del ex Fuerte El Morro funciona el Estadio del mismo nombre, entregado en comodato temporal a la Municipalidad de Talcahuano por el Ministerio de Bienes Nacionales, con la finalidad exclusiva de uso del Estadio deportivo.
Este cerro, por entonces, era ocupado por los damnificados del terremoto que esperaban ser reubicados en lugares de vivienda definitivos; pero esta ocupación generaba también daños, destrozos y deterioro de las instalaciones del ex Fuerte que era necesario salvaguardar. Además, a mediados de la década pasada, el cerro era objeto de la ambición de diversos intereses privados que no se caracterizan por respetar el ambiente, ni el entorno, menos aún la historia y memoria social de los espacios de su interés.
La declaratoria como monumento nacional puso un límite a muchas cosas pero no resuelve las cuestiones necesarias para su protección, reconstrucción y habilitación como sitio de memoria. Esa sigue siendo una cuestión en la que las autoridades hacen vista gorda. Lograr la administración del espacio es una tarea en la que la Mutual ha realizado ingentes y encomiables esfuerzos. Entre tanto, el espacio sufre no solo los rigores del abandono físico (no cuenta con servicios de agua potable y alcantarillado, no cuenta con energía eléctrica, no cuenta con servicios básicos ni accesos urbanizados) sino también los ataques de bandas negacionistas que se dedican a destruir y provocar daños para seguir agrediendo a la memoria de las víctimas de violaciones a los derechos humanos.
Pese a las limitaciones de servicios básicos, desde fines de 2016 en adelante, ya con la declaratoria como Monumento Histórico y Sitio de Memoria en la mano, la Mutual ha efectuado en el lugar diversas actividades de limpieza en las que han recogido toneladas de basuras y escombros. Las labores de limpieza son reiteradas cada vez que realizan visitas guiadas y actividades culturales en el Sitio de Memoria. Las visitas guiadas han cubierto solicitudes de recorrido efectuados por estudiantes de todos los niveles de escolaridad y de los más diversos establecimientos educativos de la provincia, al tiempo que también han sido solicitadas por variadas organizaciones sociales y comunitarias. Del mismo modo, también cubre cada año las visitas originadas por la celebración del Día de los Patrimonios.
Los actos culturales efectuados en el lugar están ligados a las tradicionales actividades relacionadas con las luchas y derechos sociales; es así que se realizan habitualmente actividades en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, del Día Internacional de los Derechos Humanos, entre otras. Para todas estas acciones, las y los integrantes de la Mutual Van Schouwen despliegan enormes esfuerzos para paliar las carencias que representa un lugar en condición de abandono producto de la negligencia y obstruccionismo oficial.
El documental "El Morro: centro clandestino de tortura" vio la luz a fines de 2017 (se encuentra disponible en la página web de la Corporación y en la plataforma youtube) y fue presentado en diversos espacios culturales y educativos a nivel local y nacional.
En otro orden de acciones, la Corporación Mutual Van Schouwen presentó en noviembre de 2015 y en julio de 2017 ante la Corte de Apelaciones de Concepción sendas solicitudes de designación de un ministro en visita para que investigue los delitos de tortura que se cometieron en la región penquista en diversos centros de detención durante la dictadura, en particular los hechos ocurridos el recinto El Morro y abra causas en consecuencia con ello. La Corte denegó la solicitud. Sin embargo, siguiendo directrices de la Corte Suprema (que, a su vez, aplicaba exigencias impuestas a Chile por la Corte Interamericana de Derechos Humanos), tiempo después debió designar una ministra que investiga las causas de tortura en la zona.
En ese plano, también diversos integrantes de la Mutual Van Schouwen han interpuesto querellas y se han hecho parte de estas causas judiciales que se están procesando en la zona, tanto en relación al recinto El Morro como a los hechos cometidos en otros centros de detención en la región. En algunas de estas causas ya se encuentran individuos procesados, otras con individuos condenados y otras aún en etapa de investigación inicial.
La suma de todos estos esfuerzos es que la existencia del Sitio de Memoria y Monumento Histórico El Morro de Talcahuano es una realidad conocida ya aprehendida por centros de estudios, organizaciones sociales y comunitarias a nivel nacional. Sólo las autoridades siguen prestando oídos sordos a las demandas de la Mutual Van Schouwen por acceder a otorgar la cesión en comodato del recinto.