El estado de salud de los presos políticos mapuche de Angol es crítica y se mantiene al límite, afirmó Luis Umaña, médico parte de la red de apoyo de los ocho comuneros que retomaron este lunes la huelga de hambre seca y que cumplieron hoy 115 días sin ingerir alimentos.
Por Juan Contreras Jara
Luego de visitarlos ayer en el centro penitenciario angolino, el profesional de la salud advirtió que esta semana es crucial para los ocho huelguistas, considerando lo delicado de enfrentar una huelga seca luego de tantos días de inanición.
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Umaña detalló que "su situación de salud es precaria. Esto les va a dejar secuelas físicas por ejemplo de descalcificación, además de múltiples fallas mentales. Están todos en cama, con la lengua seca, evidencian problemas para hilvanar ideas, mantienen una conversación lenta y con mucha dificultad para ordenar una frase tras la otra, pérdida de memoria a corto plazo. Todos sus síntomas se han agravado en torno a los dolores, además de su estado de desnutrición. Ayer no los pude pesar porque no se pueden levantar de la cama".
Hay que mencionar que durante la tarde de ayer fue trasladado de urgencia hasta el hospital de Angol el comunero Victor Llanquileo, quien según Umaña, "está con problemas de insomnio, muchos dolores y con incapacidad de moverse dentro de la cama. Él está con una sensación de angustia por no poder soportar más la situación, está al límite".
Sobre lo grave de suspender la ingesta de líquidos luego de permanecer más de tres meses sin comer, el médico agregó que "el deterioro es muy muy rápido, sobre todo en personas que arrastraban una huelga de hambre. Se produce una declinación muy rápida de la salud física y del deterioro orgánico, cardíaco y sobre todo renal, que puede producir un desenlace fatal en dos o tres días, por eso hoy y mañana son días claves".
Hay que recordar que el pasado lunes, al momento de comunicar la decisión de retomar la huelga de hambre seca, el vocero de los comuneros Rodrigo Curipán informó sobre una serie de irregularidades por parte del ministro de Justicia y DDHH, Hernán Larraín (UDI), quien deliberadamente faltó a los plazos y compromisos acorados con las autoridades mapuche de Malleco con las que se reunió a comienzos de este mes.
Efectivamente el pasado domingo 9 de agosto se reunieron en dependencias de la Gobernación Provincial de Malleco distintos representantes de las comunidades mapuche en resistencia de la zona con el ministro Hernán Larraín, el subsecretario de Justicia Sebastián Valenzuela y el gobernador Juan Carlos Beltrán Silva, donde fue expuesto el petitorio de los ocho huelguistas. El Gobierno, a través de sus representantes, solicitó un plazo de 12 días para dar una respuesta, además de pedirles a las comunidades absoluta discreción y que los comuneros bajaran la huelga seca que habían iniciado el 6 de agosto.
Todas estas peticiones fueron acogidas por los huelguistas y sus comunidades, pero hasta la fecha la respuesta de la cartera de Justicia y DDHH aún no llega, pese a la crítica situación de salud que atraviesan.
En este sentido Rodrigo Curipán comentó que "esta medida se tomó porque el Gobierno ha desconocido o se ha desentendido de la conversación de bajo perfil que sostuvimos directamente con el ministro de Justicia y DDHH. En dicha conversación logramos poner sobre la mesa la demanda de los prisioneros políticos de la cárcel de Angol, que consistía en generar una mesa de conversación de alto nivel político y ver cómo se abordaría la salida de la huelga, en cuanto a la situación de los que están en prisión preventiva (5) y los que están condenados (3)".
El vocero detalló que los 12 días de plazo solicitados por las autoridades se cumplieron el pasado viernes y fustigó que "el ministro no quiere venir a la zona para terminar este acuerdo y lamentablemente ésta sigue siendo una muestra de que el Gobierno no quiere hablar de forma bilateral con los mapuche. Nosotros consideramos que si se partió la conversación con el ministro y se estableció un acuerdo con él, se debe terminar con el mismo ministro de Justicia y DDHH el acuerdo al que podamos llegar".
Actualmente son veintisiete comuneros en huelga de hambre, luego de que ayer la el Joven Tomás Antihuen iniciara una huelga de hambre. Cabe destacar que 14 de estos presos políticos mapuche se encuentran en huelga seca (8 de Angol y 6 de Lebu) y se espera que durante esta jornada dos comuneros lebulenses más suspendan la ingesta de líquidos.
La demanda es una y tiene que ver con la aplicación del Convenio 169 de la OIT sobre pueblos originarios y DDHH a la realidad judicial de todos los presos políticos mapuche a lo largo del país.
Con respecto al estado del diálogo entre el Gobierno de Sebastián Piñera y los huelguistas de Angol, Curipán fue claro al afirmar que "estamos dispuestos a continuar en esta línea de diálogo, pero también queremos ser francos, se nos pidió plazo y discrecionalidad y hemos cumplido. Lamentablemente quien no ha cumplido en venir a firmar o cerrar este acuerdo ha sido el Gobierno. Esperamos que el ministro pueda recapacitar y llegar hasta la zona para poder resolver la situación de los prisioneros políticos que están en huelga de hambre seca".