[resumen.cl] «Día X» era el nombre clave para designar la fecha en que grupos de extrema derecha alemana infiltrados en el Ejército, policías y otros organismos del Estado del país europeo tenían pensado realizar un golpe de Estado para derrocar al gobierno. La cantidad de armas encontradas, así como el nivel de injerencia en diversos aparatos públicos y la ideologización de extrema derecha de los uniformados preocupan a las autoridades, según consigna un reportaje de la Deutsche Welle.
Un reportaje publicado por el medio estatal alemán Deutsche Welle llamado «Ataque desde el interior» devela que los planes de grupos de extrema derecha para derrocar el Gobierno alemán estaban mucho más avanzados de lo que se sospechaba y se estaban aprovechando de la situación de la pandemia.
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La experta en seguridad nacional del partido político heredero del Partido Comunista de la desaparecida RDA «Die Linke» (La Izquierda), Martina Renner, señala que con la actual crisis sanitaria, el terrorismo de extrema derecha viera una oportunidad, afirmando en una entrevista que «Es un sueño para los golpistas de derecha. No puedo imaginarme que estén sentados en sus casas sin hacer nada" . En junio de 2019 fueron detenidos varios integrantes de las Fuerzas Especiales de la Policía del Estado de Mecklemburgo-Antepomerania, tanto activos como en retiro, acusados de haber facilitado grandes cantidades de munición y armamento a uno de estos grupos, pues en casa de su presunto líder, un miembro suspendido de un comando especial de la Policía de ese Estado, fueron encontrados no sólo decenas de miles de cartuchos de munición, sino incluso un subfusil de la Policía Federal. Según las investigaciones, la munición procedía de fuerzas especiales de la Policía y del Ejército repartidas por todo el país. Unas 1200 balas provenían del estado de Renania del Norte-Westfalia y también se identificó munición perteneciente a Baviera. Sin embargo, las autoridades pertinentes de ambos «landes» no son capaces de aclarar la desaparición de este armamento.
Revisa el reportaje a continuación:
A esto se debe sumar que el pasado 30 de junio la ministra de Defensa del gobierno federal de Alemania, Annegret Kramp-Karrenbauer, anunció la disolución de la segunda compañía de combate del Comando de Fuerzas Especiales (KSK) tras comprobarse vínculos de sus miembros con grupos de extrema derecha.
«El KSK no puede continuar bajo su forma actual», afirmó la ministra al periódico Süddeutsche Zeitung confirmando la disolución inmediata de la segunda compañía de las Fuerzas Especiales, donde han sido detectados los escándalos políticos más importantes. La unidad será disuelta sin ser reemplazada.
Durante el mes de mayo, un miembro de la KSK fue detenido por haber escondido en el jardín de su casa explosivos, armas y municiones robados al Ejército, además indumentaria, literatura y símbolos de ideología nazi. Este oficial tenía más de 6.000 cartuchos de munición, dos kilos de explosivos y varios tipos de armas.
Ante esta información, el Budestag (parlamento federal alemán) anunció, además de la disolución de este cuerpo uniformado, una serie de reformas con que pretende poner fin a las actividades de la extrema derecha en el ejército, señalando además que no descarta la posibilidad de una disolución total del cuerpo de élite.
«El paquete de reformas tiene consecuencias inmediatas para el comando. Por ejemplo, el ministerio informó al Bundestag que todos sus ejercicios internacionales se suspenderán completamente por el momento. También en el caso de las misiones exteriores de la Bundeswehr, como en Afganistán o Malí, las unidades del KSK serán reemplazadas por otras fuerzas.» sostiene El País.