El sabor de las Cerezas, un film para reflexionar íntimamente el suicidio como alternativa.

-Kiarostami, A. (1997). Ta'm e guilass (El sabor de las cerezas) [Drama – Road Movie – Drama Psicológico]. Abbas Kiarostami Productions, Ciby 2000, Kanoon.

Colectivo Crisis / resumen.cl

Que se puede decir de una película consolidada, realmente no mucho, resumidamente que es parte del arsenal de un director a estas alturas legendario, que de 1974 hasta el 2017, un año después de su muerte contaba con 47 películas terminadas según Filmaffinity: Abbas Kiarostami. Considerado como uno de los representantes de la nueva ola iraní. Perfila un cine sumido en las problemáticas elementales del género humano. A juicio de experto, un cineasta que se abocó por el poder de las imágenes, la retórica poética, combinando ficción con realidad. De mirada tranquila, ritmo pausado y silencio desbordante.

¿Qué problemática elemental del género humano puede ser más importante que el suicidio? Sin duda alguna, todos hemos vivido, pensado o tenemos a un conocido que intentó o se quitó la vida, todo hemos conocido a un suicida. Al ser un problema elemental, no pocos se han preocupado por su compresión, desde los gobiernos, las ciencias sociales hasta la literatura, el arte, la filosofía. El suicidio puede ser un dato estadístico, un hecho social como lo tipificaba Durkheim, un problema de la propiedad o falta de ella, como decía Marx, o simplemente es un acto que se prepara en el corazón, expresaba Albert Camus. El sabor de las Cerezas alberga este problema.

En términos superficiales se puede establecer que la obra trata sobre los acontecimientos que transcurren el último día de un suicida. Cansado de la vida, emprende un viaje para buscar su mejor sepulturero. En dicha aventura se encuentra con tres personajes de distintas nacionalidades, los cuales pueden ser sus cómplices del acto final. De las razones del suicidio, al igual que en la vida real nunca quedan claras del todo ¿Cuáles fueron? ¿Qué lo motivo a llegar al estado final? Es algo que queda a la interpretación del público, al igual que la vida de los personajes. Así transcurre el film de hora y media, por las fronteras marginales de Terán. Deambulando en caminos no lineales.

Argumentativamente, la historia se puede tratar de dos maneras. Por una parte, la discusión del aburrimiento frente a la vida, por otra como son los últimos momentos de un hombre que intenta acabar con su existencia. Esto para reflejar la disyuntiva dualidad entre la vida o la muerte. Problematización que el director, la presenta en la vida del señor Mr. Badii, en su falta de espiritualidad, la incapacidad de sentir emociones, más que aquellas que lo arrastran a su propia deseo de morir. Es interesante cómo el director presenta los distintos personajes, sin pasados claros, sin un lugar geográfico exacto, sin nada que pueda interesar para ser analizado. Sospecho que debe ser las sensaciones del personaje principal; el poco interés por conocer las historia personales de los distintos sujetos que lo acompañan. A lo largo de film se debate el ya no sentido de la vida frente a esto, el suicidio es la alternativa.

Profundamente, se desprenden para su análisis dos elementos claves. Aclaro que es un largometraje extremadamente pausado. El primero, se encuentra en los diálogos entre los tres personajes que circulan alrededor del principal. El segundo, está en la cinematografía en su relación con el territorio que sostiene las relaciones a los personajes.

Anteriormente dije que las razones del suicidio no eran claras. Lo cual no es del todo, al descomponer el desarrollo de los diversos diálogos entre los personajes, se pueden encontrar respuesta profunda.

Primero Mr. Badii presenta los argumentos a nivel teológico, la falta de respuesta por parte de dios a sus angustias, "llegado el momento que un hombre ya no puede seguir existiendo no puede esperar a dios, debe actuar por sí mismo". A este nivel, el director presenta la tesis que el suicidio no es acto dislocado, por el contrario es una expresión de congruencia.

El segundo es el argumento del absurdo por entender los sentimientos internos, por parte de los otros; libros, teorías, la racionalidad moderna. Esto queda claramente en un pedazo de dialogo, donde el seminarista le pide que le explique las razones por que lo quiere hacer, él responde que no le serviría saberlo, no entenderá por el sencillo hecho de no poder sentir lo que él siente en su corazón.

Finalmente el silencio frente a vivencia del ultimo personaje, que bosqueja su experiencia con el suicido.  El cual no solo le cuenta el papel que tuvo para su vida el sabor de las cerezas, también la reflexión que los problemas son parte de la vida misma. A pesar del acabado emocional del argumento que esgrima el personaje, el Mr. Badii, su réplica se expresa como silencio, lo único que le interesa es si él cumplirá lo acordado. El silencio es el contra argumento; No le interesa en lo más mínimo la vida solo quiere morir.

La cinematografía también entrega una respuesta desoladora. La filmación de una tierra árida, escabrosa que se desmorona, con vegetación opaca, cortada por un sinfín de caminos. Es un lugar marginal, donde la vida parece detenerse para desplegarse con lo mínimo. Es interesante como el autor nos presenta desde la filmación el personaje principal, siempre alejado por barreras de los espectadores; ventanas, polvareda, etc. Nunca cercano. Estas distancias simbólicamente hacen alusiones a estar enterrado en vida, argumentación que se remarcan en distintas parte de narración. El personaje se pierde en la polvareda que provocando desconcierto o su sombra es enterrada por toneladas de tierra en el trabajo incesante de las maquinas, en una suerte de cantera. Un espectro viviente que vive vegetalmente pero no existe humanamente.

Para terminar no diré que la película es buena o mala, solo incómoda, de caminos abiertos y cambiantes pero con un fin claro en lo argumental; el deseo de suicidarse. El final no es sereno, se completa con la vivencia de cada espectador, en mi caso parece no haber salida alterna hasta el momento que suceda el acto suicida, te salvas o te mueres, las dos opciones, tienden a la aniquilación de lo que alimenta el deceso de matarse; el aburrimiento frente a la vida. Para mí Mr. Badii muere orgánicamente, humanamente estaba muerto del minuto uno.

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