[resumen.cl] Una guerra comunicacional se ha desatado en Ecuador y América Latina en contra del candidato presidencial Andrés Arauz, favorito de las encuestas para las elecciones que vivirá este país el próximo domingo, conllevando una campaña de noticias falsas sobre su persona que inundan las redes sociales.

Ecuador representa hoy un punto de inflexión en el continente. La victoria de Arauz, y con ello la vuelta del Correismo a Ecuador, puede significar un nuevo cambio de ciclo en la región iniciado tras la elección de López Obrador en México, la vuelta del peronismo en Argentina y, por sobre todo, la derrota del golpismo en Bolivia.

Correa salió cuestionado de la presidencia, su excesivo personalismo con aires autoritarios, su ambivalencia en temas ambientales que lo llevó a confrontarse con el movimiento indígena y su conservadurismo en la agenda moral le habían minado parte importante de la popularidad en la izquierda y las organizaciones populares. Sin embargo su delfín Lenin Moreno, quien venció con el apoyo de Correa, la anterior elección presidencial, traicionó a la primera el proyecto Correista y se transformó en una neoliberal que acercó al gobierno de Quito a la política exterior de los Estados unidos de Norteamérica.

El 2019, justo antes del Estallido chileno, los primeros en salir a frenar las políticas neoliberales fue el movimiento indígena ecuatoriano, en el levantamiento indígena contra el paquetazo que implicaba, entre otras, un alza en el precio de los combustibles.

Las intensas movilizaciones obligaron a Lenin Moreno retroceder ante la protesta desatada por el movimiento popular contra su proyecto político.

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Asimismo, la pandemia de la Covid-19 desnudó nuevamente al Ecuador neoliberal de Lenin Moreno: los cadáveres regados por las calles de Guayaquil fue una imagen que dio vueltas al mundo y que dio cuenta de la realidad del país. Hoy, por lo visto, las y los ecuatorianos ven el regreso del Correismo como una salvación ante el desastre sanitario y económico. El gobierno ecuatoriano lo sabe, como también el gobierno Norteamericano y su "ministerio de colonias": la OEA.

Estos días han circulado rumores que las elecciones se postergarían debido a que el gobierno está bloqueando la participación del voto exterior, que se prevé mayoritario para Arauz, quien pretende alcanzar la presidencia en primera vuelta con más del 40% de los votos y un 10% de ventaja sobre el segundo. Sin embargo, las maniobras de intervención de parte del gobierno para impedir que se concretice ese resultado son muy notorias.

De no lograr el triunfo en primera vuelta, Arauz, representante del correismo, quien debió sortear una serie de escollos para salvar su candidatura luego que el Tribunal Electoral prohibiera la existencia de partidos y candidatas/os Correistas, debería disputar la presidencia en segunda vuelta; lo más probable, con el candidato de la derecha de Guayaquil: el banquero Guillermo Lasso.

De los 16 candidatos a la presidencia, solo tres marcan más del 10% de la preferencias: Arauz, Lasso y el candidato del Movimiento Indígena Pachakutik Yaku Pérez.

Esta eventual segunda vuelta en Ecuador se registraría el 11 de Abril, mismo día de las elecciones presidenciales en Perú. Antes, el 7 de marzo, Bolivia tendrá elecciones de prefecturas (gobernaciones) y Municipales, donde se prevé que Luis Arce consolide la mayoría del MAS.

En estos días, buena parte del destino político de la región andina y de Latinoamérica en general estarán en disputa.

Fotografía principal: EFE