Elisa Loncon respondió a las críticas que ha recibido luego de que un artículo en El Ciudadano la cuestionara por los vínculos de su hermano Lautaro Loncon dentro del PPD y su campaña para transformarse en convencional. La constituyente mapuche conversó con RESUMEN sobre diversos temas como el rol de la lengua mapuche en la convención, la importancia de la «Vocería de los Pueblos», y la relación política con su hermano.
Por Vicente Lagos Isla
Gran controversia produjo un artículo firmado por el Ciudadano, en donde se vincula a Elisa Loncon con la concertación, aquellos que administraron el modelo neoliberal y reprimieron al pueblo mapuche tras la salida de Pinochet de la Moneda. En concreto se denuncia la intromisión del cuestionado Partido por la Democracia (PPD) en la candidatura de la constituyente, a través de la participación de su hermano Lautaro Loncon (militante PPD) en la campaña de Elisa.
A propósito de estas acusaciones RESUMEN se contactó con Elisa para dilucidar sus vínculos con la ex Concertación y escuchar de su propia voz lo que tiene que responder. Según Elisa Loncon la nota publicada en El Ciudadano responde a «críticas patriarcales, colonialistas y racistas».
«Las críticas que me hacen son patriarcales porque las mujeres estamos cansadas a que nos definan como la pareja de, la hija de, o la hermana de… y en este caso se hace precisamente eso, se me define a propósito de mi hermano. Cuesta mucho entender que una mujer tenga voz propia y autónoma, y que no sea definida por otra persona», afirmó Loncon.
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Por otra parte, Elisa explicó que «tiene racismo la afirmación, porque es igual a creer que un grupo de gente mapuche no puede tener el talento o la inteligencia para llevar una buena campaña o para preparar un buen trabajo para la convención», y que solo lo podrían lograr teniendo a un partido como el PPD detrás.
Además, agregó «jamás ese periódico ha hablado conmigo, me merezco ese respeto mínimo. Además, quien escribió ese artículo es un cobarde, porque ni siquiera se atrevió a firmarlo. Además, no había ningún testimonio o cuña de ninguna persona».
Por otro lado, el artículo afirma que Lautaro Loncon fue el jefe de su campaña, pero Elisa enfatiza en que el jefe en realidad es Martín Llancaman. Al respecto, cabe destacar que no habían pruebas en la nota, más allá de fotos de redes sociales en donde Elisa y Lautaro Loncon aparecían juntos.
En ese ámbito, la constituyente responde que: «Yo como mujer tengo una voz propia y decido autónomamente«. Además, la constituyente afirmó que recibe apoyo de toda su familia, incluyendo a su hermano, pero eso no significa en ningún sentido de que reciba el apoyo del PPD.
Dejamos a continuación las respuestas de Elisa Loncon a estos y otros temas, como el rol de la lengua mapuche y la espiritualidad en la Convención, y la importancia de la Vocería de los pueblos y la asamblea de constituyentes autoconvocada.
– ¿Qué rol jugarán la espiritualidad y las lenguas de los pueblos originarios en la Convención?
La espiritualidad y la lengua son la base de la filosofía mapuche, le dan sustento y corazón a las naciones, creo que es también una de las razones por las que estamos hablando de Estado Plurinacional y diálogo intercultural. Chile debe reconocer a las naciones originarias que hoy las nombra equivocadamente como 'etnias'. Las naciones originarias no pueden entenderse sin su espiritualidad y sus lenguas, nuestras identidades se construyen además desde nuestros territorios y la relación que tenemos con todo el ixofij mogen.
Un derecho humano básico es el derecho a la identidad, a la autoidentificación, fíjate lo que costó que se aceptaran los escaños reservados, nos dejaron nuevamente "reducidos", ahora no quieren permitir que ejerzamos nuestra espiritualidad y nuestra lengua materna.
Es un acto de prepotencia e ignorancia que no podemos permitir. Esto que está en la discusión pública hoy es lo que hemos vivido toda nuestra vida y nuestros antepasados, negación cultural, imposición de otras culturas europeas, patriarcado y colonialismo.
– ¿Qué importancia vez al espacio de la vocería de los pueblos y la asamblea de constituyentes autoconvocados que han reunido a 88 constituyentes en su última reunión?
Ambos espacios tienen una fundamental importancia. La Vocería de los Pueblos es un gran espacio de articulación donde se comparten sensibilidades hacia temas realmente importantes como la descentralización del trabajo constituyente o la preocupación por los injustos procesos judiciales con los que se ha mantenido la prisión política desde la revuelta popular.
En la vocería de los pueblos hay realmente una fuerza colectiva que desafía la política establecida, y por eso es que ha sido mirada con tanto alarmismo por sectores de derecha o de centro izquierda.
La asamblea autoconvocada. por su parte, ha sido de especial utilidad para coordinar en conjunto y preparar la instalación de la Convención y sus primeros días, sobre todo en el contexto de que la secretaría ejecutiva designada por el gobierno da bajas garantías.
– ¿Qué puede decir frente a algunos cuestionamientos por la labor de su hermano del PPD en su campaña? ¿Puede asegurar total autonomía de los partidos políticos que han gobernado los últimos 30 años?
El trabajo que llevo de cara a la Convención y desde el inicio de la campaña para ser constituyente es autónomo y autogestionado, no tiene relación con los partidos. Fui candidata por el trabajo colectivo independiente, de una diversidad de personas que nos organizamos como Vocería Plurinacional y que contamos con el apoyo y trabajo de asociaciones mapuche en las regiones Metropolitana y de Valparaíso.
Me parece injustificado y malintencionado tratar de afirmar con titulares tendenciosos que sería influenciada por un partido determinado a través de mi hermano, no es así. Yo como mujer tengo una voz propia y decido autónomamente. Por lo demás, las personas que me han asesorado y apoyado permanentemente en el trabajo son personas mapuche autónomas; Martín Llancaman, un rvxafe y estudiante de doctorado en filosofía fue el jefe de campaña que tuvimos.
Marta Yañez Queupumil ha sido la abogada que acompaña jurídicamente y que hoy está pendiente de cuestiones de reglamento. El historiador Claudio Alvarado Lincopi -que también fue mi paritario- ve la parte de cómo se va moviendo el panorama político. También me ha acompañado Carolina Poblete, profesora y colega de USACh, que nos representó en el tema de apoderados de mesa en la región de la Araucanía.
La lamgen Valeska Gálvez Huinca de la asociación Witrapürran, también fue clave en que tuviéramos tanta recepción en la quinta región. Mi familia me apoya como familia, y no solamente tengo un hermano; tengo varias hermanas, las que trabajan cada una en sus comunidades, una de ellas es activa en la revitalización de la lengua.
He dicho que me parece patriarcal y racista la asociación que se trata de hacer. Es patriarcal, porque en cualquier caso que hubiese sido un hombre la persona elegida, no se le estaría cuestionando por lo que hagan o no las hermanas. Por otra parte, tiene racismo la afirmación, porque es igual a creer que un grupo de gente mapuche no puede tener el talento o la inteligencia para llevar una buena campaña o para preparar un buen trabajo para la Convención.
Por eso también le agradezco a la gente que apoyó; a la cantante Daniela Millaleo que hizo varias veces gestiones para ver artistas o la actriz Norma Hueche y el actor Roberto Cayuqueo que animaron los eventos públicos por streaming. El esfuerzo fue colectivo y con compromiso de pueblo; los lamgen de la asociación Mahuidache, por ejemplo, que estuvieron hasta la madrugada de la elección defendiendo los votos.
– ¿Qué vínculos mantiene con actores de Unidad Constituyente, dentro o fuera de la Convención?
No tengo vínculos con ese grupo. Mis afinidades y mayores conversaciones están con los movimientos sociales, con las y los constituyentes de movimientos medioambientales, con las mujeres, con las personas independientes.
Si te sirve de ejemplo, hace tres días estuve en el programa Tolerancia Cero que es un espacio difícil. Afirmé públicamente de la necesidad de la libertad de los presos de la revuelta y de la autonomía y libre determinación en el caso mapuche; el primero es un tema que se ha puesto desde el mundo independiente, desde el movimiento feminista y social. El segundo es un tema propio que han levantado las naciones originarias en todo el continente. La verdad no me imagino a nadie de Unidad Constituyente, por ejemplo, comprometidos con esos temas o contenidos.
Por otro lado, antes, durante y después de la campaña seguimos un criterio colectivo muy claro, hacer alianzas con personas autónomas, que no representaran la vieja política. En ese entonces, mi agenda pública estuvo llena de conversatorios con candidatas y candidatos de movimientos sociales independientes, recibí y di apoyos hacia ese lado.
Ese criterio se mantiene. Por eso me parece muy extraña y desafortunada la asociación de que me estarían pauteando o influenciando desde partidos políticos tradicionales, no ha sido así y los hechos lo demuestran.
– ¿ Cuáles han sido sus vínculos con la Concertación estos 30 años?
Yo he sido independiente en todos esos años, si tengo una trayectoria es la trayectoria del movimiento mapuche. Estuve en el teatro de Ad Mapu y cuando fue la transición participé activamente en el Aukiñ Wallmapu Ngülam o Concejo de Todas las Tierras; cuando en el gobierno de Aylwin procesaron a 144 dirigentes porque impulsamos la creación de la bandera que hoy todos conocen, a mí me tocó salir a los medios a denunciar la injusticia.
Luego de eso fui profesora en escuelas de Temuco y cuando cursé Maestría en México, trabajaba para poder vivir y estudiar, lo que siempre he hecho. Siempre he vivido de ser profesora y cuando entré a USACH fue por concurso público, porque tengo los estudios que se requerían para el puesto.
Desde que regresé México el 2007 me he dedicado a la defensa de los derechos lingüísticos y para eso organicé una red autónoma para la educación intercultural donde trabajamos gente de todas las naciones originarias en Chile.
Siempre he tenido independencia de los partidos políticos y la seguiré teniendo, nunca en estos 30 años ocupé cargos públicos o políticos y eso no es por falta de capacidades, mi intereses está en la vereda de la defensa de los derechos de las naciones originarias y, en particular, de la lengua.