[resumen.cl] La visita efectuada el día de ayer por la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, al ex centro de detención y tortura El Morro de Talcahuano, volvió a poner en el tapete la cuestionada presencia del almirante en retiro de la Armada y exedecán de Pinochet, Jorge Arancibia, como integrante de la Comisión de Derechos Humanos. La actitud del marino generó un debate a nivel nacional por su participación en la instancia dado su negacionismo de la violación de los derechos humanos en Chile cometidos en dictadura y la impunidad de muchos de sus actores.
El Morro fue un lugar de prisión clandestina creado por la Armada en una instalación militar que estaba bajo su administración. El lugar se usó como cuartel de tortura durante más de una década por los aparatos represivos de la dictadura, partiendo por los de la Armada. En este contexto resulta significativo que Loncon escogiera el ahora Sitio de Memoria como el punto central de su visita a Concepción, donde además se dieron cita los diferentes medios de comunicación.
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El recinto fue declarado Monumento Histórico Nacional y Sitio de Memoria el año 2017, a partir de un expediente abierto en el Consejo de Monumentos Nacionales por los exprisioneros agrupados en la Mutual Bautista Van Schouwen de Concepción. Sin embargo, a diferencia de otros Sitios de Memoria de Santiago, como Villa Grimaldi o Londres 38, ha sido denegado su traspaso legal a la organización social gestora por tratarse de terrenos bajo administración de la Armada.
Elisa Loncon junto a grupo de convencionales de la zona, realizó un recorrido por el sitio, siendo guiada por exdetenidos en dichas instalaciones, donde los visitantes pudieron constatar los horrores cometidos en el lugar por agentes del estado de Chile y percatarse del estado de deterioro y abandono que sufre el espacio. Según lo expresó la propia Loncon al término del recorrido, la visita no sólo les permitió dimensionar la deuda del Estado chileno en materia de reparación y reconocimiento de lo ocurrido, sino además en la educación para las futuras generaciones, papel pedagógico que cumplen estos Sitios de Memoria en Chile, Sudamérica y en todo el mundo, como parte del discurso de no repetición de los crímenes de lesa humanidad.
En este lugar lleno de carga emocional, humana e histórica, los constituyentes escucharon y recibieron propuestas de diversas organizaciones de Derechos Humanos y Memoria Histórica de la zona, así como de otras organizaciones sociales locales. Este primer acercamiento de la Convención a nuestra zona se dio en un sitio que tiene un importante significado para nuestro país y deja de manifiesto la responsabilidad directa de la Armada y sus mandos en la existencia de lugares de vergüenza.