La ocupación Laurelia Arcoíris, compuesta por vecinos y vecinas tomecinas y activistas LGBTIQANB+, se estableció hace ya dos años, producto de la falta de acceso a la vivienda para núcleos familiares pertenecientes a dicha comunidad y de terrenos para la construcción de viviendas, que, en gran parte de Tomé, son de propiedad de Forestal Arauco.

Durante la mañana de este jueves, Carabineros y forestal Arauco, provistos de maquinaria pesada, iniciaron los trabajos de desalojo de los terrenos ocupados por la comunidad Laurelia Arcoiris de Tomé, en la región del Biobío, la que está compuesta por 19 núcleos familiares. 

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En conversación con Resumen, Aukan Nelson, parte de la vocería de la comunidad Laurelia Arcoíris relató que, «se estaban haciendo negociaciones con Forestal para aplazar el desalojo, que estaba fechado para el 14 de noviembre de este año. En ese proceso se logró alargar la investigación por 60 días, lo que nos daba hasta el 14 de enero. Sin embargo, esta semana, el lunes, se comunica con nosotros Vicente Guzmán, que es el director del programa de asentamientos precarios del Serviu, informándonos que habían tenido una reunión con Forestal y ahí nos informaron que venían el martes a tener una reunión con nosotros y ahí nos dijeron que el proceso de desalojo empezaba esta semana, indicando que iba a venir una retroexcavadora para pasar por todos los sitios que se puedan inhabilitar».

Agregó que, «como fue tan encima, hemos tenido que desarmar las casas porque tampoco tenemos los subsidios todavía. Había un acuerdo en donde iban a pasar por los patios, sin embargo, no se cumplió a cabalidad el mapa que nos entregaron. La comunidad está bastante afectada»

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La situación, afirman, ocurre en medio de la gestión de subsidios de arriendo con el Programa de Asentamientos Precarios del Serviu, los que debían estar previos al desalojo, pero aún no se concretan. Son casi cuarenta las personas afectadas, entre niñas, niños, adultos mayores e integrantes de la comunidad LGBTIQANB+. Desde la ocupación explicaron que, pese a haberles mostrado una demarcación a intervenir, ingresaron a otras zonas del asentamiento, donde había gallineros y distintos cultivos.

«Varias familias se han retirado, están de allegados en otras casas. En este momento quedan cuatro casas habitadas, sin embargo, el día de hoy, los vecinos se acercaron a resguardar sus casas, para intentar sacar lo que puedan y de salvar el material que se pueda, porque lo que quedó de cerco lo destruyeron todo, también nuestro gallinero. Logramos salvar nuestro invernadero», acotó Lua, parte de la comunidad afectada con el desalojo.

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El desalojo, propiciado por Forestal Arauco, ocurre en medio de las vísperas de las festividades navideñas, cuestión que genera sentimientos encontrados al interior de la comunidad Laurelia Arcoíris, desde donde enfatizaron en que, «nos impide a todas las personas que estamos viviendo este proceso, de poder pasar una Navidad y año nuevo en tranquilidad o resguardados o en familia, porque tenemos que ver qué haremos con nuestras construcciones. Es una circunstancia emocionalmente muy chocante».

Pese a que se habría retirado el grueso del personal policial y solo quedaría un funcionario resguardando el perímetro, el desalojo continuará, por lo que la comunidad comunicó que, «estamos intentando desarmar lo que podemos como podemos, estamos pidiéndole ayuda a nuestras familias y amigos, porque esto nos pilló muy encima. Queremos rescatar lo que podamos».