Pese a mediatizarse como un «acuerdo histórico», el cierre de la COP28 ha dejado un gusto amargo en tanto los hidrocarburos -principales contaminantes- continuarán siendo explotados por empresas y gobiernos, permaneciendo conjuntamente con una triplicación de proyectos de energías renovables cuyas conflictividades han intentado ser suprimidas. Todo esto, en el marco del lobby impulsado.
Por J. Arroyo Olea
Del 30 de noviembre al 12 de diciembre se desarrolló la Conferencia sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, más conocida como «COP», en su versión 28. El espacio reúne a representantes de gobiernos, empresas y algunas organizaciones sociales o comunidades para abordar el escenario de crisis climática y el quehacer político.
Así las cosas, la COP28 ha sido duramente cuestionada a partir de una serie de acusaciones que dan cuenta del lobby encabezado por empresas petroleras y gasíferas para hacer prevalecer su negocio ante exigencias que apuntan al cese de la explotación de hidrocarburos.
Ejemplo de aquello ha sido la imagen del presidente de la COP, el empresario Al Jaber, quien ha sido sindicado como negacionista del cambio climático, quien ha planteado que «no existe ninguna ciencia, ni ningún escenario, que diga que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que va a permitir alcanzar el 1,5».
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De igual forma, el empresario petrolero fue duramente cuestionado al inicio de la COP luego que BBC y Centre for Climate Reporting informaran que Emiratos Árabes Unidos pretendían utilizar negociaciones sobre el clima para dar un cierre a acuerdos petrolíferos con diversos países, todo en el contexto de la COP28.
Asimismo, se han levantado acusaciones respecto al lobby que han realizado empresas petroleras y gasíferas para mantenerse en el mercado en un contexto de crisis climática que exige su retiro.
¿La síntesis de la Conferencia? Una acuerdo entre países que han intentado de instalar como «histórico», pero que se limita y mantiene los recurrentes vacíos de estas instancias internacionales, intentando colocar como noticioso «el principio del fin de los combustibles fósiles» centrándose en acelerar la instalación de proyectos energéticos renovables o una transición hacia la electromovilidad.
Lesley Muñoz, parte de la Comunidad Colla Comuna de Copiapó quien participó de la COP28 como parte de la delegación de Cultural Survival, explicó a RESUMEN que la conferencia «da cuenta de la nula participación que tienen los pueblos en las negociaciones», reflejándose no solo en las decisiones políticas, sino también en cómo han sido desplazados en un segundo plano dentro de la misma COP.
Asimismo, Muñoz enfatizó en que existió un descarado actuar de las empresas, presentes también en pabellones de acción climática con petróleo y gas, negocios profundamente empoderados en una conferencia que -indican- ha sido la que contó con la mayor cantidad de negociadores de hidrocarburos. Ejemplo de aquello, ha sido la permanencia de «un interés por parte de los Emiratos de seguir en esta industria del petróleo y gas, seguir solventando su economía en esto».
En esta línea, señala que «estamos hablando de eliminar los gases de efecto invernadero, y el mensaje que estamos viendo es distinto a lo que realmente se espera», generándose una paradoja respecto a lo que se espera de instancias como la COP.