Durante el mes de agosto se han acusado, a lo menos, tres casos de violencia contra la población LGBTIQ+ a nivel nacional, uno con resultado de muerte. Diferentes organizaciones de la disidencia sexual enfatizan en la importancia de avanzar en mejorías de la Ley Zamudio y formas de prevención de este tipo de violencia reiterada.
Por José Figueroa Soto
Agosto ha sido particularmente violento para la comunidad LGBTIQ+, dándose a conocer tres ataques en las últimas semanas, uno de ellos con resultado de muerte.
El primer ataque, denunciado a través de redes sociales, se remonta al pasado 9 de agosto en la comuna de Lo Espejo, Región Metropolitana, resultando con la muerte de la joven lesbiana Cynthia Leslie Velásquez, «Chico Leslie» como era conocida entre sus cercanos.
Los hechos habrían ocurrido en una fiesta a la que asistió junto sus amigas. En el lugar, la joven habría presenciado un intento de violación por parte de Iván Poblete, quien es sindicado como el presunto autor de los hechos.
Al percatarse de la situación, Leslie increpa Iván, quien reacciona de manera violenta propinándole puñaladas por la espalda, dando como resultado la perforación de uno de sus pulmones.
Posteriormente, Iván junto a otros sujetos que se encontraban en el lugar, la arrastran hacia la calle, sitio en el cual es auxiliada por un grupo de ciudadanos haitianos, llevándola al hospital; según relata la denuncia.
Lamentablemente Leslie muere a causa de este ataque. Pese a las denuncias, la familia de la joven, acusa que no se ha hecho justicia por lo ocurrido.
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Otro caso se dio a conocer el día 19 de agosto, el que involucra a una persona bisexual de 29 años, quien fue torturado a manos de un grupo neonazi en la comuna de Estación Central en la Región Metropolitana dentro de una casa okupa que competía con quienes serían sus agresores.
La situación habría ocurrido el mes de junio tras conocer la orientación sexual del joven agredido, las que fueron trasmitidas en vivo por la red social Facebook.
La Policía de Investigaciones (PDI) detuvo el pasado 18 de agosto a Rodrigo González, Angelo Sánchez, Betsabet Soto y a un menor de edad, quienes serían sindicados como presuntos autores de los hechos, decretándoles prisión preventiva y arresto domiciliario para el menor de edad, mientras dure la investigación.
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El tercer ataque tuvo lugar en la región de Valparaíso el domingo 23 de agosto.
Los hechos tienen relación con Joaquín Somella quien, según las denuncias realizadas por su pareja Eduardo Hermosilla, habría recibido insultos referidos a su orientación sexual de parte de uno de sus vecinos, Jorge Hernández.
Hermosilla denuncia que los hechos habrían ocurrido luego de que su vecino colgara un parlante con música fuerte fuera de su casa, ante lo que Joaquín, junto a un amigo que se encontraba en ese momento, le solicitan que baje el volumen. Tras esto Hernández reacciona golpeando reiteradas veces a Joaquín y rompiéndole un vaso en la cabeza.
Posteriormente llaman a Carabineros y a una ambulancia. Sin embargo, debido a su demora deciden trasladar a Joaquín por sus propios medios al Hospital Carlos van Buren.
Según la declaración que da Eduardo a Agencia Presentes:
"Lo suturaron sin anestesia y en menos de cinco minutos ya estaba afuera, de pie. Pero se sentía muy mal y estaba muy débil. Pedimos hablar con algún policía para que nos tomara la denuncia, pero nos dijeron que los que estaban de turno en el hospital ya se habían ido", agregando que: "No nos querían tomar la denuncia porque el informe médico decía que Joaquín tenía una lesión leve y para ellos, eso no tenía tanto peso", debiendo pasar horas para que se les tomara la denuncia.
No obstante, la PDI no detiene al presunto agresor, manifestando que Hernández "se había calmado".
Diversas organizaciones de la disidencia sexual han denunciado los hechos ocurridos en los últimos meses, enfatizando en la importancia de mejorar la Ley Zamudio y la necesidad de acciones concretas para prevenir hechos de esta naturaleza en pos de la población LGBTIQ+.