A la represión durante las marchas estudiantiles realizadas en lo que va del segundo semestre, el alumnado del Internado Nacional Barros Arana (INBA) ha sido objeto también de agresiones por parte de la División de Ingenieros del Ejército, quienes este martes lanzaron piedras hacia el liceo y que desde la dictadura, mantiene ocupado un espacio que antiguamente le correspondía al establecimiento. Hoy, su ingreso a clases estuvo marcado por la masiva presencia de efectivos de FFEE, quienes vigilan el tránsito de los estudiantes.

Por Juan Contreras Jara

Ignorando absolutamente las exigencias de los secundarios, que van desde una alimentación digna, hasta contar con liceos que no se lluevan, la visión del Mineduc y los grandes medios, parece centrarse únicamente en los hechos de violencia derivados de las protestas estudiantiles, pero no en sus necesidades.

Muestra de aquello es que, durante el ingreso a clases de esta mañana, el alumnado del INBA nuevamente fue foco de represión por parte de Carabineros, quienes se mantienen apostados a las afueras del establecimiento, listos para actuar ante cualquier manifestación. Este hecho represivo se suma a los ataques perpetrados por militares contra los estudiantes, quienes este martes, lanzaron piedras, desde la División de Ingenieros del Ejército, hacia dentro del liceo, situación confirmada por su rectora, María Alejandra Benavides.

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De las pedradas lanzadas por los militares, resultaron heridos dos estudiantes. A esto hay que agregarle que, el alumnado del INBA pasó a estar bajo permanente vigilancia por parte de Carabineros, quienes, como en dictadura, se mantienen apostados con gran contingente a las afueras del establecimiento, mientras los secundarios ingresan a clases.

A esto hay que agregarle que, desde el Gobierno, la ministra de Defensa, Maya Fernández, anunció querellas contra los alumnos que fueron parte de los hechos de violencia este martes y que, según información entregada por el Ejército, habría herido a cuatro militares.

Tal parece que alimentarse con fruta descompuesta, con almuerzos que constan de tallarines blancos o desayunos de un cuarto de pan con media taza de té, no le importa al ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, quien no tardó en exigir la expulsión de los estudiantes que protestan al interior del INBA.

«Ojalá puedan ser expulsados, no tenemos claridad de qué es lo que quieren», declaró Ábila a el mostrador, demostrando absoluto desconocimiento de la realidad de los liceos públicos y el petitorio levantado por las y los estudiantes, además de desconocer las masivas marchas secundarias por la región Metropolitana, las que solo han sido respondidas con represión.

Quienes se refirieron hoy a la situación del INBA y las causales de las últimas protestas, fueron las y los apoderados del emblemático establecimiento, quienes, a través de una carta emitida este miércoles, expresan que, «Las claras políticas de protección a la infancia de NNA, diariamente son pasadas a llevar al tener en las cercanías del Establecimiento piquetes de FF.EE en forma permanente y sistemática desde el año 2018 a la fecha, permanentes en la vulneración de derechos, permanentes en la represión y no resguardo de la ciudadanía, en este caso de nuestros hijos y pupilos».

El documento agrega que, «Nuestros estudiantes son vulnerados en su privacidad cuando cámaras apostadas por este Regimiento están hacia el interior de nuestro establecimiento, cuando drones tanto de Carabineros como del Ejercito sobrevuelan las dependencias del Internado, como no darse cuenta que tenemos niños que viven al Interior, que seguridad nos brinda eso. Cuando en los alrededores nuestros hijos son abordados por delincuentes, cuando han sido agredidos por robarles lo poco y nada que tienen, ahí no existe ejercicio de protección, solo tenemos el constante ejercicio de la represión».

Revisa el comunicado completo AQUÍ.