[resumen.cl] Un estudio de 2018 enumeró las razones de por qué Chile debe detener la importación del abejorro comercial Bombus terrestris y comenzar a controlar su propagación de forma inmediata. El estudio detalla cómo ocurrió el proceso de introducción e invasión de Bombus terrestris, incluyendo informes sanitarios falsos emitidos por empresas extranjeras y la nula capacidad del personal de aduanas del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) para detectar patógenos. Junto con describir algunos impactos de este abejorro como el desplazamiento del abejorro nativo y el llamado «robo de néctar», el estudio propone tanto detener la importación como restringir la polinización en invernaderos con este abejorro invasor. Además propone algunas medidas para polinizar mediante especies nativas y apunta al establecimiento de medidas más robustas para la coordinación entre países para afrontar el problema de las especies invasoras.
En 1997 fueron ingresadas a Chile con permiso del SAG, 404 colonias de Bombus terrestris. El estudio señala que parte de estas colonias fueron usadas en un proyecto financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) ejecutado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso con el objetivo de realizar ensayos de eficiencia en la polinización del tomate, tanto en cultivos bajo invernaderos como al aire libre. Desde 1998 continuaron ingresando colonias primero lentamente y luego de forma masiva. De esta forma se extendió su uso a arándanos, cerezos y otros cultivos.
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Según datos del SAG hasta el año 2016, en Chile habían ingresado un promedio anual de 16.650 colonias y 95.670 reinas (ya sea con oviposturas o fertilizadas), sumando, desde su introducción,un total aproximado de 335.000 colonias y 860.000 reinas.
Un estudio de 2006 detalla que cada una de estas colonias comerciales están compuesta por cerca de 50 obreras para ser dispuestas en los campos e invernaderos, y que pueden aumentar hasta a 200 individuos. Un hecho a destacar es que aunque no se comercializan machos, las obreras de Bombus terrestris pueden realizar partenogénesis originando princesas y estas a su vez individuos machos.
Las colonias son importadas vía aérea hacia el Aeropuerto Internacional de Santiago con una inspección externa de una muestra de abejorros realizada por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG)
El estudio señala que desde 2001 en Chile se han producido colonias de Bombus terrestris mediante la compra de reinas fertilizadas y criadas por la empresa Biocruz. Además, recalcan que no «no hay registros oficiales y públicos de las ventas nacionales, se desconoce la cantidad exacta de abejorros comerciales que están siendo liberados al ambiente anualmente»
Empresas chilenas e intermediarias han comprado Bombus terrestris a varias empresas entre las cuales están Koppert de Holanda, Biobest de Bélgica, Biobee de Israel.
Impactos directos de esta especie invasora
El abejorro Bombus terrestris es considerado una plaga a causa de su elevada tasa de reproducción, su alta capacidad de adaptarse a diferentes ambientes, y además, en el caso de los abejorros criados comercialmente y condiciones de hacinamiento, por su alta prevalencia de enfermedades.
En variados ambientes donde Bombus terrestris ha sido introducido se ha reportado el declive de la abundancia de abejorros nativos, abejas melíferas y abejas nativas de vida solitaria.
Un estudio de 2014 había reportado que en la isla de Chiloé, Bombus terrestris ha causado la declinación de hasta un 99,4% de la abundancia relativa del abejorro nativo Bombus dahlbomii, y de cerca de un 40% de la abeja melífera asilvestrada.
Cuando Bombus terrestris se alimenta daña especies de plantas silvestres y cultivadas. De esta forma disminuye la cantidad de néctar disponible para otras abejas, insectos y aves que también son importantes polinizadores.
Otro importante problema son las propias enfermedades que Bombus terrestris porta y que se transmiten a otros abejorros de su misma especie, a otras especies de abejorros, a abejas melíferas y otros himenópteros, como abejas solitarias. El estudio señala que que cuando los abejorros ingresan al país, las empresas presentan una carta que asegura que están libres de una serie de enfermedades, según protocolos internacionales
Sin embargo, un estudio de 2013 había reportado que estas enfermedades no estaban siendo detectadas por el SAG, por su condición de patógenos internos. Los investigadores hicieron un estudio en base al ADN de las enfermedades presentes en colonias comerciales. Para ello compraron abejorros comerciales a las empresas europeas: Biobest, Koppert y Syngenta. En sus resultados hallaron que el 70% de los abejorros y el alimento suministrado venían infectados precisamente con los parásitos que sus certificados sanitarios aseguraban que no tenían. Además, presentaron otras enfermedades no transmisibles. Los patógenos detectados en el estudio fueron: Nosema bombi, Nosema apis, Apicistis, el virus de la deformidad alar (DWV), Ascospahera y Crithidia bombi
Las 11 razones que propone el estudio para detener la importación de este abejorro son las siguientes:
1- Peligro de ingreso de nuevos genotipos de Bombus terrestris.
Esto hace aún más exitoso su establecimiento en los distintos ambientes climáticos de Chile.
2- Peligro de introducción de nuevas cepas de enfermedades y renovación genética de enfermedades presentes en Chile y Argentina.
Un estudio de 2014 reportó que la diversidad genética de Crithidia bombi, parásito del abejorro, ha ido en
aumento en los abejorros comerciales presentes en Chile. Esto quiere decir que se han introducido una mayor cantidad de variantes genéticas en el tiempo.
3- Problemas de sobrepolinización a causa de sobreabundancia del polinizador.
Esto debido a que la abundancia que presenta este abejorro es extremadamente alta y además, el ingreso de miles de colonias y reinas cada año contribuyen a incrementarla. El estudio señala que «Los problemas en cultivos producidos por el abejorro comercial son causados por su superabundancia, la cual no es controlada en la naturaleza»
Junto a esto, se ha reportado que los abejorros Bombus terrestris pueden dañar la producción de frambuesa al romper los estilos de la flor. Otros estudios habían reportado anteriormente que también podrían dañar la producción de frutillas, tomate cherry y porotos.
4- El uso de colmenas comerciales en cultivos no siempre resulta en un incremento de los rendimientos.
El estudio destaca que «No se debe suponer que mientras más polinizadores habrá una mayor producción, lo cual es una falacia» .
5- Robo de néctar en plantas nativas y posible impacto en su reproducción
Al alimentarse, Bombus terrestris efectúa un rompimiento de la base del cáliz de las flores con formas alargadas, estrechas y que producen néctar. Este abejorro realiza la misma acción en flores que aún no se han abierto, y también en flores de leguminosas aunque no sean alargadas.
Cuando el insecto invasor accede al néctar por la base de la flor, no realiza el servicio de polinización y además provoca reducción en la producción de néctar. A esto es a lo que se denomina «robo de néctar».
En el caso del arbusto nativo chilco Fuchsia magellanica sus flores eran polinizadas por picaflores pero luego del robo de néctar disminuyen las visitas de esta ave.
6- Mientras aumenta la cantidad de Bombus terrestris en Chile, disminuye la posibilidad de recuperar al abejorro nativo Bombus dahlbomii.
Esto debido a que existen procesos de transmisión de enfermedades entre ambos abejorros
7- Amenaza a la producción de miel.
Esto debido a que Bombus terrestris comparte varias enfermedades con la abeja melífera.
8- Amenaza de expansión a otros países sudamericanos y afectación a otras especies de Bombus.
Esto ya que América del Sur tiene un total de 42 especies de abejorros nativos del género Bombus.
9- Al continuar ingresando especies exóticas invasoras a nivel latinoamericano se tienen las «manos atadas» para establecer medidas de control
El estudio apunta al caso de Japón, que comenzó a impedir la importación de Bombus terrestris en 2001. Esto mediante compromisos de las empresas junto a un proceso ciudadano de control, que para el año 2006 ya había eliminado poco más de 21.000 individuos.
10- Se vulnera el respeto a las etnias originarias.
Como cualquier incidente que afecta la naturaleza, la introducción de especies invasoras tiene repercusiones en la cultura. Los investigadores recordaron que el abejorro nativo Bombus dahlbomii, hoy en declive, representa a espíritus que vuelven a visitar a sus seres queridos cada primavera
11- El ingreso y producción en Chile de Bombus terrestris a partir de reinas importadas podría ser considerado un delito internacional.
El estudio señala que debe analizarse si el ingreso de Bombus terrestris a Chile se está infringiendo la ley. «Actualmente, hay un proceso legal de investigación contra quien resulte responsable de la introducción de B. terrestris al país» señalaron en el estudio.
Una alternativas viable para Chile: usar polinizadores nativos
El estudio recalca que existen varias especies de abejas nativas zumbadoras que se podrían usar en estos cultivos. La recuperación de las abejas nativas podría ser ayudada por la existencia de corredores de vegetación para moverse y alimentarse entre ellas.
Además, el estudio señala que «no debe descartarse el usar métodos complementarios como vibración que usan mano de obra, y por ende ofrecen además ventajas sociales en la generación de empleos».
Chile debe detener de inmediato las importaciones del abejorro invasor Bombus terrestris.
El estudio concluye que la detención inmediata de las importaciones es una necesidad primordial ante esta problemática. Es imperativo comenzar a controlar a esta especie, a exigir compromisos empresariales ambientales. Una medida que podría ser aplicada es restringir el vuelo de las colonias de Bombus terrestris a interiores de invernadero con cubierta adicional y doble puerta, donde se impida su salida.
Los investigadores señalan que los productores con invernadero pueden realizar una serie de alternativas tales como: hormonas, polinización por vibración o invernaderos semi abiertos. Además, sugieren que el gobierno exija a las empresas que se hagan cargo de financiar programas de control de esta especie invasora que ellas mismas propagaron. Junto a esto, el Estado podría promover investigación en otros métodos de polinización en invernaderos, para eliminar definitivamente el uso de Bombus terrestris.
Los investigadores recalcan que es importante que el Estado, mediante el SAG forme un centro de investigación que analice de mejor forma los envíos desde el extranjero, y tenga la capacidad efectiva de corroborar los certificados sanitarios emitidos por empresas extranjeras. Esto por la gran cantidad de patógenos que han estado ingresando durante décadas con los abejorros. No únicamente para Bombus terrestris, sino para todas las especies que ingresan con cuarentena o si ella. Además señalan que «En el caso de que los certificados estén errados, se debe proceder a eliminar las muestras y hacer los descargos legales correspondientes a las autoridades sanitarias de los países exportadores que han faltado a la verdad» indicaron.
Vea el estudio aquí