Los estudios Churubusco existen desde 1945, fecha en que la producción y difusión del cine mexicano se extendió masivamente por todo el mundo de habla hispana, contrarrestando la maquinaria publicitaria de Hollywood y dando sentido a historias y culturas propias del continente latinoamericano. A 77 años de su creación la industria sigue teniendo un lugar destacado y proyecta una nueva etapa.
Ariel Ríos Pincheira
Si bien no es el único estudio mexicano, junto a otros como Estudios América, San Ángel o Tepeyac conformó la edad de oro del cine azteca, impulsados fuertemente por los gobiernos de la época, empeñados por darle sentido a la identidad mexicana. Churubusco se constituyó como la principal, herramienta de esta política al ser controlado completamente por el gobierno de ese país.
Inicialmente el proyecto privado se creó para darle opciones a la industria estadounidense, que alicaída por la segunda guerra mundial, buscaba producir películas fuera de sus fronteras dada la falta de recursos, enfocados todos hacia el sostenimiento de la guerra tanto en Europa como en el Pacífico. El Estado mexicano vio allí una oportunidad acabado el conflicto y compró los estudios para producir filmes propiamente nacionales.
Es así como vemos nacer a estrellas como Pedro Armendáriz, María Félix o Mario Moreno, "cantinflas", entre muchos y muchas otras de la época de oro. Más adelante produjo películas tan significativas como "Danzón", "Como agua para Chocolate" o "El crimen del Padre Amaro" manteniendo la cinematografía mexicana en un alto nivel y que le permite proyectar el trabajo de creadores que dan sentido a las historias propias.
Al mismo tiempo los estudios Churubusco y sus laboratorios mantienen un importante trabajo para producciones internacionales, incluidas las estadounidenses, así como la grabación de álbumes musicales y servicios de producción y postproducción apreciados en todo el continente.
La proyección de esta rica historia la ha declarado el mismo director general de los estudios Erwin Neumaier, quien dijo a La Jornada: "Detrás de esta nueva imagen, está la transformación de los estudios, que, contemporáneos a su tiempo, integran la diversidad multimedia de las nueva plataformas, donde conviven producciones cinematográficas y series de televisión, así como la pujante industria de los videojuegos con sus Fantasy Leagues, sin olvidar a las producciones y streaming de los comunicadores y story tellers en las redes sociales, cada formato tendrá un lugar especial en las instalaciones".
Churubusco se proyecta a una nueva etapa en la forma de producir y de ver audiovisuales, pero con acento latinoamericano, fiel a su historia y en consonancia con las necesidades culturales de su país y del mundo de habla hispana.