[resumen.cl] La acción se basó en la entrega de documentos con las observaciones a las modificación al Plano Regulador Comunal de Concepción por parte de las organizaciones vecinales y territoriales agrupadas en la Plataforma de por un Plan Regulador Comunitario, en el contexto del último plazo para entregar las indicaciones del proceso.

En una primera instancia, las organizaciones territoriales agrupadas en la Plataforma de por un Plan Regulador Comunitario señalaron en un documento que entregaron sus observaciones: «exigiendo la paralización del actual proceso de aprobación de modificaciones al Plan Regulador Comunal de Concepción, para integrar en dicho proceso las demandas y propuestas ya presentadas por la comunidad al municipio, y convocar un Concejo Extraordinario en que se trate y organice su abordaje con participación directa y vinculante de la organizaciones señaladas y las comunidades afectadas».

La modificación del Plano Regulador Comunal es un proceso que se lleva en paralelo en varias comunas de la provincia, como lo son Chiguayante y San Pedro de la Paz; proceso en el cual las organizaciones territoriales han intentado levantar las demandas de las y los pobladores para que sean acogidas.

Los municipios habrían organizado un proceso que pretendía ser abierto y vinculado a las comunidades. Sin embargo, los pobladores y organizaciones sociales señalaron que esto no se ha reflejado en la práctica, sino que las prioridades en el uso del suelo han evidenciado la fuerte relación que existe entre la política y los negocios inmobiliarios en la región.

«Demandamos que el plano regulador sea emanado desde nosotros, con nosotros y para nosotros, las organizaciones sociales y vecinales, quienes habitamos estos lugares» denunció Gustavo Sotomayor, dirigente de la Federación Nacional de Pobladores (FENAPO-Concepción).

Esto ha sido preocupación de vecinos de todos los sectores de la comuna. Por ejemplo, Ana Peñaloza, vecina de Pedro del Río Zañartu, sector que en el corto plazo comenzará con las obras de soterramiento de la línea del tren, situación que ha causado preocupación en los vecinos, y la instalación de nuevas faenas de construcción donde se proyectan edificios habitacionales, relata que «en una reunión con representantes de la Municipalidad de Concepción y con Fesub, solo quedamos con dudas acerca de la seguridad para nuestra población con estos trabajos […] Desde el municipio nos prometieron de que no podían haber construcciones de más de cinco pisos de altura y la realidad es que ahí habrán edificios caros de hasta doce pisos».

Otro de los ahí presentes, Mauricio Concha, representante a los comerciantes independientes de la calle Janequeo, quienes se instalan a un costado del Hospital Regional, sostuvo que con esta acción esperan «que la calle Janequeo, desde O`Higgins hasta la Diagonal,  se convierta en un paseo peatonal para regularizar el comercio ambulante, de forma de poder ser autorizados y pagar nuestros impuestos». Y agrega que «en marzo del año pasado, en una audiencia pública, tanto el alcalde como los concejales se comprometieron a abrir una mesa de trabajo con nosotros y eso nunca ocurrió, por eso aquí estimamos que lo que hacen falta son voluntades políticas para resolver los problemas de la gente. De hecho ahora nos mandan a Carabineros, inspectores municipales y a Seguridad Ciudadana, quienes nos echan y nos quitan nuestras cosas, las que pagamos y por la cuales igual imponemos al comprarlas».

Al llegar a la oficina del alcalde Álvaro Ortiz (DC), un gran contingente de carabineros cortaron el paso de los vecinos pero sin impedir la entrega de una copia de los documentos, lo que resultó sin detenidos.

Luego, en una segunda instancia, la organización socioambiental, Comité de Defensa del Humedal Paicaví, se hizo presente para entregar sus observaciones.

Matías Pinto, miembro del comité, señaló que el proceso llevado por las autoridades «no responde a las necesidades de nosotros como pobladores, sino que cimienta el camino para los intereses inmobiliarios». En el caso del humedal, se refirió a que las modificaciones al plan contemplan incluso caminos que cruzan el humedal Paicaví, sepultando lo que queda del ecosistema ya severamente intervenido por el relleno para negocios inmobiliarios.