[resumen.cl] En su declaración ante Fiscalía, el exjefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), general (r) Schafik Nazal, justificó la intervención de teléfonos de periodistas y militares que destaparon el millonario desfalco del Milicogate debido a que, en sus dichos, existía información que vulneraba la seguridad nacional.
Continúan destapándose aristas sobre el conocido desfalco del Milicogate, caso de fraude destapado durante 2015 a partir de la desviación de fondos públicos en base a la Ley Reservada del Cobre y cuyo monto supero los 6 mil millones de pesos y que enriqueció ilegalmente a altos mandos del Ejército de Chile.
Esta mañana RBB dio a conocer las declaraciones entregadas por el exjefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), general (r) Schafik Nazal, ante Fiscalía por la investigación que se encuentra en desarrollo sobre la intervención de celulares que realizó la institución castrense contra quienes destaparon el caso, entre ellos periodistas y funcionarios del Ejército.
En este contexto Nazal, quien también mintió a la Corte de Apelaciones de Santiago para intervenir de manera ilegal teléfonos de denunciantes, justificó el procedimiento por términos de seguridad nacional.
En este contexto, Nazal apunta a la serie de publicaciones lideradas por el periodista Mauricio Weibel de no solo el desfalco de los militares sino que documentos que «dan cuenta de la compra de casi 90 millones de dólares en donde se exponen la adquisición de munición de diferentes calibres, el mantenimiento de vehículos blindados, mecanizados, motorizados, entre otros, además de las capacidades del Comando Conjunto Norte, nuestra principal organización de nivel conjunto».
A interpretación de Nazal, dicha filtración de documentación justificó el inicio de una investigación para conocer quiénes eran los funcionarios que entregaban la información, donde apuntó a Rafael Harvey como quien «se había reunido en varias oportunidades con el mismo periodista que había revelado importantes documentos reservados que hacían mención a las capacidades estratégicas y que vulneraban la seguridad nacional».
Em la misma línea, el exdirector de inteligencia planteó que «las razones que llevó al suscrito a la intervención de un teléfono que se presumía del periodista Weibel (fue) determinar quiénes en el Ejército estaban entregando documentos de alta sensibilidad, que de todas maneras caían en las manos de la inteligencia adversaria, ya que se estaba publicando en fuentes abiertas de donde se nutre el 80% de la inteligencia».
De parte de la defensa de Nazal, el abogado Mario Vargas enfatizó en la inocencia del militar señalando la denuncia como «nfundada y que afecta gravemente la honra de mi representado». En esta línea, Vargas aseguró que el ministro de la Corte de Santiago, Juan Poblete, nunca habría sido engañado debido a que «tenía conocimiento de todas las actividades de investigación, además destacar que todas las diligencias se hicieron con total apego a la Ley de Inteligencia».