Hoy, es un día triste y oscuro para nosotros. Hoy, vemos con preocupación lo que está sucediendo. ¿Por qué? Porque el presidente Gabriel Boric nombró como jefe de zona al contralmirante Jorge Parga, el mismo que no tuvo reparos en emitir un comunicado público en el que manifestó su apoyo a Leonardo Medina, asesino de nuestro hijo Manuel Rebolledo; esto, pocos días antes del Juicio Oral en el que finalmente Medina fue condenado a una pena de solo 540 días de firma mensual. Debemos recordar que Parga a pesar de existir impedimentos legales para hacer declaraciones relativas a procesos judiciales igualmente las realizó. No le importó, en absoluto.
Hacemos un llamado al presidente Boric, a recordar cuando estuvo en nuestro hogar días previos al cierre de su campaña, cuando nos prometió Justicia, verdad, reparación y memoria. Es doloroso y lamentable pero señales como la del almirante Parga nos hacen sentir desamparados y desesperanzados. Le pedimos al gobierno y sobre todo al presidente, que tenga en consideración el mal comportamiento de las Fuerzas Armadas en el control del orden público, como sucedió para el Estallido Social con nuestro hijo Manuel, pues, el nivel de violencia que ejercieron en nombre del Estado fue exacerbado y culminó en la comisión de delitos graves tales como mutilaciones y homicidios.
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No podemos volver a vivir como país un contexto de violencia policial y militar; por eso, lo invitamos presidente a reflexionar sobre este tipo de decisiones. Sin duda que es difícil buscar soluciones desde La Moneda, y eso lo entendemos. Sin duda que las personas, dado el nivel de mediatización de la delincuencia en la TV y los niveles de percepción del fenómeno, exigen mano dura y soluciones extremas para aquellos que cometen delitos. Pero antes de adoptar decisiones tan radicales como el estado de excepción (mismo que cuestionaban cuando eran oposición) hay que preguntarse: ¿Quiénes son realmente los que cometen delitos de incendio? ¿Por qué es tan fácil etiquetarlos como mapuches sin siquiera haber formalizados? ¿Por qué la inteligencia policial no da con los responsables de manera expedita y eficaz? ¿Por qué no se han investigado las denuncias hechas por excarabineros relativas al negocio forestal? ¿Por qué es tan fácil culpar a nuestros pueblos originarios de todo lo malo que pasa en el país? ¿Por qué volver a caer en la trampa del populismo penal? ¿Por qué en este país es tan fácil vulnerar derechos fundamentales? ¿Por qué a nadie le importa?
Enviamos mucho cariño a quienes vivirán con militares a su alrededor. De todo corazón, esperamos que no vuelvan a ocurrir hechos tan graves como el asesinato de nuestro hijo Manuel.
Colectivo Justicia para Manuel Rebolledo