Ayer inició un nuevo proceso judicial contra seis infantes de marina imputados por violación a los DDHH que en mayo de 2020 golpearon brutalmente y amenazaron con hacer desaparecer a un poblador sanpedrino, mientras lo llevaban desde su vehículo hasta la playa, a un costado del edificio Olas en San Pedro de la Paz.
Por Juan Contreras Jara
Después de más de un año de ocurridas las graves agresiones y amenazas de muerte contra el poblador Claudio Jarpa, el Juzgado de Garantía de San Pedro de la Paz formalizó a seis infantes de marina por torturas (apremios ilegítimos) tras la querella criminal presentada el año pasado por el INDH.
El tribunal determinó cuatro meses para la investigación contra los seis funcionarios de la Armada de Chile implicados en la brutal golpiza y amenazas sufridas por Jarpa en medio de una supuesta fiscalización sanitaria, el 24 de mayo de 2020.
Te puede interesar: Someten a proceso por violación a los DDHH a integrantes de la Armada 21 años después de entabladas las querellas
En conversación con RESUMEN, la directora regional del INDH en el Biobío, Carolina Chang, explicó que la querella, «es contra quienes resulten responsables y es por el delito de tortura. Ahora hay que esperar la investigación para la determinar el tipo jurídico exacto que utilizaremos durante la acusación».
Hay que destacar que pese a ser la víctima, el tribunal no notificó a Claudio Jarpa sobre la audiencia de formalización. y hoy, según le comunicaron a Jarpa desde la Fiscalía, la próxima audiencia podría efectuarse a fines de diciembre.
Pese a la gravedad de los hechos, el Juzgado de Garantía determinó dejar sólo con prohibición de acercarse a la victima y no poder salir del país a los imputados.
Las agresiones y amenazas de los funcionarios de la Armada de Chile
Algunas de las amenazas que los infantes de marina hicieron al poblador mientras lo golpeaban fueron, «te vamos a matar, si queremos te vamos a hacer desaparecer, vamos a hacerte cagar el auto».
El poblador relató que «estaba escuchando música en mi auto y llegaron los infantes de marina a controlar a todos los vehículos que estaban ahí. Se acercaron dos, uno por cada lado. Uno me golpeo el vidrio y el otro me decía que prendiera la luz, que con quien estaba. Yo respondí que estaba solo. El que estaba en mi ventana me dijo: ya bájate, súper prepotente y yo le respondí que las cosas se pedían por favor. En ese momento me levantó el seguro y me abrió la puerta de golpe».
Luego de hacerlo descender, los infantes insistieron en que abriera su maletero. El afectado explicó que «al abrirlo, vieron una bolsa y me preguntó que tenía y yo le dije que mis herramientas de trabajo. Abrí la bolsa para mostrarle que no tenía nada. Me hicieron abrir la tapa de la rueda de repuesto y le dije que alumbrara, porque estaba todo oscuro. Me dijo que si era choro y cuando cerré la puerta me pego un combo de la nada en la nariz. Luego me agarraron y me llevaron a la playa. Ahí me hicieron arrodillarme y otro me pego con la culata de su fusil en la cabeza».
Claudio explicó que los efectivos le gritaban «que me iban a matar, que si querían me hacían desaparecer y nadie se iba a enterar de nada. Me dijeron ándate luego, porque te vamos a pillar en el toque de queda y te vamos a matar, te vamos a hacer recagar el auto».
Producto de las agresiones físicas propinadas por los uniformados, Claudio Jarpa resultó con una fractura nasal y múltiples contusiones en sus costillas, boca y cabeza. «Yo mismo me volví a enderezar la nariz, porque sentí que se quebró el hueso. Luego fui a Carabineros, quienes me llevaron a constatar lesiones al Cesfam de Candelaria. Me vieron como a eso de las 23:00 horas y me sacaron radiografías, ahí salió que tenía una fractura por acción de terceros, explicó el agredido.