Hartmut Hopp fue uno de los jerarcas de la ex Colonia Dignidad, enclave alemán dirigido por Paul Schäfer, criminal que colaboró con la dictadura instalando un centro de detención y tortura en esta área no controlada por el Estado de Chile.

Hopp fue condenado por la Corte Suprema a 5 años y 1 día por abusos y violaciones contra menores, momento en el cual huyó a Alemania, donde vive hasta hoy en la ciudad de Krefeld. Además, el criminal está  procesado por las desapariciones de Juan Maino, Elizabeth Rekas y Antonio Elizondo, militantes de izquierda.

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Este sábado 26 de agosto, cerca de 50 personas realizaron una funa en su domicilio, además del acto político de denuncia, se repartieron volantes a los vecinos, todo ello en el marco del día internacional de las víctimas de desaparición forzada, que se conmemora cada 30 de agosto.

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En la acción, Juan Rojas Vásquez, exiliado en Alemania desde 1979, bailó la cueca sola recordando a su padre Miguel y a su hermano Gilberto, ambos detenidos en Catillo, en las cercanías de la colonia en octubre de 1973. Se presume que ambos fueron asesinados en ese predio, pero su familia no ha tenido justicia hasta el día de hoy.

Hopp vive en total impunidad, pues no existe tratado de extradición entre Alemania y Chile, pese a una orden de aprehensión vigente por la justicia chilena, Alemania sobreseyó a su ciudadano alegando falta de sospecha fundada.