En noviembre de 2020, un año de recibir perdigones en sus ojos por parte de Carabineros, Gloria Moraga llegó al Sanatorio Alemán para la implantación de una prótesis ocular como le fue informado por Evelyn Meneses, en representación de la directora del Departamento de DDHH y Género del Minsal, Nelly Alvarado. Sin embargo, meses después, desde el recinto médico llamaron para avisar que debía entregar el artefacto a la clínica. ¿Las razones?: tal prótesis jamás habría sido pagada por el Estado al médico que realizó el procedimiento.
Por Kathia Cancino Rojas
"Esto fue un programa entre gallos y medianoches", explicó con preocupación a RESUMEN Gloria Moraga, víctima de trauma ocular tras recibir un impacto de perdigón el 20 de octubre de 2019 en la ciudad de Chillán.
La mujer, contactada en noviembre del año pasado por Evelyn Meneses, vislumbró con alegría la posibilidad de optar a una prótesis de cristal que reemplazase la de acrílico entregada por el criticado Programa Integral de Reparación Ocular (PIRO).
Según lo narrado, el tiempo en que se llevó a cabo el procedimiento fue muy breve, y apenas unos días después del contacto con la representante de Nelly Alvarado -directora del Departamento de DDHH y Género del Minsal-, figuraba en la sala de espera de la Clínica Sanatorio Alemán de Concepción, aguardando por el reconocido protesista alemán, Roland Lautner.
"Entré a una oficina con un escritorio lleno de ojos, como un mercado de ojos (risas). Estábamos en pandemia y él no andaba con mascarilla ni nada; se puso una especie de gel en las manos, me manipuló el ojo y me sacó la prótesis", explicó Moraga. Dentro de la salita, se encontraba también Cristina, quien hacía su parte como traductora.
Sin más, Gloria se fue feliz a su casa con la prótesis en su lugar, luego de que Roland Lautner le probase diferentes aparatos y puliera y adaptara el seleccionado a la cuenca de la afectada. Sin embargo, tal estado de ánimo duró apenas unos días: una infección la obligó a viajar al Hospital El Salvador donde se encuentra la Unidad de Trauma Ocular (UTO) de Santiago para revisar, retirar y limpiar su cuenca. "Me hicieron unos lavados con jeringa para atacar la infección (…) y recién al otro día pudieron ponerme la prótesis (antigua) porque tenía irritado mi párpado interior debido a que la prótesis se incrustó en mi ojo", señala Moraga.
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Tras ello, Gloria se comunicó directamente con Alvarado contándole la situación, donde se le informó que el médico alemán volvería a Chile a tratar a pacientes particulares en marzo de 2021 y podría revisar nuevamente su caso.
Para Gloria tal instancia nunca llegó, aunque sostiene que quien sí pudo atenderse nuevamente con Roland Lautner fue una amiga suya también afectada ocularmente, quién realizó el procedimiento a través de Isapre y se encuentra a la espera de un reembolso monetario que parece nunca llegar.
IRREGULARIDADES EN EL PROCEDIMIENTO
Antes de aceptar la prótesis, Gloria se preocupó por el ofrecimiento que estaba recibiendo. Le preguntó entonces a la encargada por el financiamiento, quién le habría señalado, riendo, que no se preocupara de nada porque "el doctor Paris se encarga de eso". "Entonces yo acepté bajo esas condiciones, porque si me decían "váyase y después nos paga"… yo no tenía plata para eso", indicó.
Lo que Gloria no sabía es que el programa se encontraba imbuido en muchas irregularidades. No sólo la instancia como tal, sino que ya el programa PIRO presentaba graves falencias desde su implementación. Según lo recogido por El Desconcierto, éste contaba con críticas por la demora de los procedimientos, falta de información y un exacerbado centralismo que dejaba a la deriva a pacientes de regiones.
Inclusive, Moraga explicó que desde el PIRO no estaban al tanto de la existencia del programa que se encargó de realizar su prótesis de cristal. "Cuando pregunté a las chicas que trabajaban allí, que son psicólogas, asistente social, protesista y oftalmólogo, nadie tenía idea de este trabajo que hizo el doctor alemán", sostuvo la afectada.
De manera que cuando recibió la llamada de la traductora del protesista a fines de abril de 2021 su sorpresa se convirtió en enojo. "Le dije que cómo la iba a ir a dejar yo, si no tengo dinero y estamos en cuarentena; a lo mejor podría hacerla llegar con una amiga que se atiende allá, pero luego pensé que por qué les tengo que dar facilidades de llevarla, si ellos quedaron de devolverme lo que gasté en el viaje (anteriormente) y nunca lo hicieron".
De hecho, la víctima precisó que en noviembre pasado su nombre no estaba en los registros de la Clínica Sanatorio Alemán y que Viviana Torres, encargada de recibirla en el recinto -y de recibir la prótesis cuando la devuelva- la tranquilizó y la invitó a pasar a la sala de espera del lugar.
Sin embargo, según lo documenta la Coordinadora de Víctimas por Trauma Ocular, el Ministerio de Salud en noviembre del año pasado "se comprometió a costear prótesis para 3 compañeres del sur de Chile y a reembolsar la prótesis de una compañera de Santiago", promesas que hasta el momento no se han cumplido.
Es más, Moraga testifica que se comunicó vía Zoom con la presidenta del Senado (hasta marzo de 2021), Adriana Muñoz, solicitando a la cámara alta investigar tal situación sin obtener respuestas concretas.
Si bien en lo que respecta a la devolución de prótesis el caso de Gloria Moraga es, por el momento, aislado, existen falencias e irregularidades fidedignas de los mecanismos dispuestos por el Ministerio de Salud para el proceso de reparación que afrontan las víctimas del terrorismo de Estado. Por lo demás, desde la Coordinadora de la cual Moraga forma parte enfatizan en lo insólito de la circunstancia y en que no pueden "permitir que se sigan vulnerando derechos de esta manera con una alta revictimización y sin soluciones ante los terribles actos cometidos por un Gobierno inoperante».
Haz clic aquí para ver el comunicado de la Coordinadora de Víctimas y Familiares de Trauma Ocular.
Fotografía principal: The Clinic